Kei se despierta, se pone las gafas en modo automático y aún sin estar por completo en sus sentidos se dirige al cuarto de aseo. Se mira al espejo y su cara luce más pálida de lo normal, podría deberse a la falta de sueño que había estado teniendo en los últimos días, podría deberse a que no comía lo suficiente, podría deberse a Yamaguchi. Sale del baño luego de asearse. Ya en su habitación, busca su celular por entre las sábanas blancas de su cama, lo recupera y lo enciende. Un mensaje de Yamaguchi y la hora son lo primero que ve, en ese orden.
De: Yamaguchi
Asunto: URGENTE!!!!
Mensaje: Tsukki!!!!>:( dejé uno de mis lapiceros favoritos en tu casa la última vez que fui, TIENES QUE TRAÉRMELO!!!Kei se desconcierta que esa fuera la "urgencia" que alarmaba a Yamaguchi, esperaba algo más interesante. Levanta la vista de su celular y examina con sus ojos el área de su escritorio buscando el demandado lapicero. Ahí estaba, era un elegante lapicero delgado de plástico negro y algunos detalles en metal dorado. Para el tiempo que tiene en uso, admite que se encuentra en muy buen estado.
Para: Yamaguchi
Asunto: NO ERA TAN URGENTE!!!
Mensaje: Lo tengo, te lo llevo...Coge el elegante lapicero y lo mete en el bolsillo delantero de la chaqueta de su escuela. Vuelve a ver la hora, que había olvidado luego del urgente asunto y ya es tiempo de salir. Se termina de vestir rápidamente y baja por las escaleras. Despidiéndose de su madre, sale de su casa.
Esperaba a Yamaguchi donde usualmente lo hacía, en la intersección de la calle donde hace un poco más de una semana le había preguntado si le contaría si le gustaba alguien. Con sus auriculares emitiendo música a alto volumen y apoyado en uno de los postes de luz, lo ve llegar a lo lejos. Su organismo enamorado que no puede expresar verbalmente lo que siente, envía a cambio una serie de latidos a su corazón y una bolsa repleta de mariposas a su estómago vacío. Se baja sus auriculares al cuello dejando la música en reproducción emitiendo el sonido, aunque muy bajo, al exterior.
"Lo siento por tardar, ¿tienes mi lapicero?", pregunta Tadashi agitado, seguramente por venir corriendo desde su casa hasta su punto de encuentro. Tiene las manos en los muslos y sus rodillas se inclinan arriba y abajo mientras recupera el aire perdido con la cabeza gacha.
"Lo tengo", responde, mete su mano al bolsillo donde solo había guardado y lo saca. "Y buenos días también a ti, eh", le da un pequeño golpe en la cabeza con el lapicero y se lo entrega. Tadashi hace un puchero como respuesta.
"¡Ah! Lo siento, Tsukki, buenos días", termina la oración con una pequeña risa. Kei se derrite internamente y maldice a sus órganos por castigarlo de esa manera.
Sus pasos van en sincronía por el camino a la escuela, Yamaguchi tiene ambas manos en los bolsillos, que Kei supone serán por el frío, él en cambio las tiene rígidas y pegadas a su cuerpo mientras camina.
"¿Qué escuchabas?", pregunta Yamaguchi rompiendo con el silencio no incómodo, saca una mano de su bolsillo y apunta hacia el cuello de Kei donde se encontraban sus auriculares aún emergiendo sonido. No se había percatado que seguían sonando desde que se reunió con Yamaguchi. Pone pausa.
"The Strokes", responde.
"¡Entonces estás de buen humor, Tsukki!", responde Tadashi burlescamente. El humor de Kei se basaba en las bandas que escuchaba en el día y obviamente Yamaguchi sabía cuales eres las bandas de "buen humor de Tsukki" y "mal humor de Tsukki". Odio que me conozcas tanto, piensa. Solo asiente en afirmación.
Llegando a la escuela, agradece por no haberse topado con Hinata y Kageyama en los pasillos, sino The Strokes iban a ser reemplazados por Radiohead por el resto del día, lo cual Yamaguchi sabía que no era nada bueno.
Siguiendo el recorrido de pasillos llegan a su salón de clase minutos antes de que esta empiece. Ambos toman sus asientos respectivos en el aula, relativamente cercanos.
Literatura japonesa era un curso que Kei tenía dominado, había leído los textos asignados la noche anterior. Fijo su atención entonces, a Tadashi, que se encontraba tres asientos al frente y a la derecha de él. Estaba con una palma apoyada en su mejilla mientras que con la otra, probablemente, según la perspectiva de Kei, tenía el lapicero tamborileando entre su índice y dedo medio. Él apoyado con una mano en su quijada y su cabeza apoyada a la ventana del aula, lo observa prestar atención a la clase de literatura. ¿Qué hablaba si quiera la maestra?
La pacífica vista que tenía de Yamaguchi concentrándose en la clase se vio perturbada por una descarada, si es que Kei tenía que describirlo, acción de una joven un asiento detrás de Yamaguchi. Le vio tocarle el hombro, y pasarle una nota en un papel arrancado de su cuaderno de clases. ¿Acaso no debería estar tomando apuntes en vez de pasar notas a una persona, probablemente, sin interés amoroso por mujeres? Desaprobarás el curso si es que no empiezas a escribir, más vale que sea una duda sobre el Periodo Meiji, piensa Kei.
Sus pensamientos se difuminan cuando ve a Yamaguchi respondiendo a la nota con el bolígrafo que se le había olvidado en su casa."Si tan solo no se lo hubiera dado", piensa.
Lo ve hacer una pequeña maniobra con sus manos y envía de regreso la nota a la chica que seguramente reprobaría Literatura japonesa. Parecía indiferente, incluso cuando la chica le entregó la nota por primera vez, ahora que lo piensa. ¿Ya se habrá dado cuenta la desaprobada que el chico delante suyo es probablemente gay?, Kei ríe en su mente. La chica no le envió otra nota de regreso.
La campana suena y todos los estudiantes salen en grupos por la puerta para borrar todo lo aprendido en las dos horas de clase. Kei sale y espera a Yamaguchi al lado de la entrada para no estorbar la salida de los demás estudiantes que aún no salían. Finalmente lo ve salir con una cara que decía "que se joda la Literatura japonesa"; sí, que se joda, piensa Kei.
"¿Que decía el papel de la desaprobada?", al instante se arrepintió por el decir en voz alta el apodo que le había dado a la chica que estaba un asiento atrás de Yamaguchi. Se relaja al verlo reír, haciendo referencia a que sabía a quien se refería.
"Quiere que nos fuguemos luego de que repruebe el curso para luego casarnos en secreto", revela siguiéndole el juego, inclinándose hacia él con las manos en la espalda en un gesto infantil. Kei lo mira con una media sonrisa, viran a la izquierda para dirigirse al primer piso.
Como el cielo estaba algo despejado decidieron salir al patio trasero y sentarse bajo la sombra de uno de los árboles vacíos. Sacaron sus obentos y se dispusieron a comer.
"Entonces...", comienza ahora Kei la conversación, "¿Qué decía?", pregunta, quitando su vista de su obento y posándola en Tadashi ahora.
"¿En que año inició el Período Meiji?", responde con una sonrisa.
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Las cosas que guardamos el uno del otro
FanficUna historia de Tsukishima Kei y Yamaguchi Tadashi, donde se ven envueltos en distintas emociones en su último año de preparatoria.