Capítulo 7: ¿Qué pasó ayer?

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Valentina mentiría si dijera que pegó un ojo durante toda la noche, no pudo dormir, a ratos dormitaba pero realmente pasó lo que quedaba de madrugada cuidando a la morena que tenía a su lado. A las nueve de la mañana se rindió y se decidió por ir a preparar café, lo necesitaba.

- ¡AAAAHHHHH QUIÉN ERES QUÉ QUIERES DE NOSOTRAS! gritaba una chica rubia que entraba a la cocina.

Valentina se quedó estática y helada, en shock por los gritos.

- Responde maldita ladrona cómo entraste aquí.

Valentina salió del trance y le explicó que era una amiga de Juliana y que la trajo anoche porque estaba muy borracha. La chica bajó el cuchillo que había agarrado y se disculpó.

- Disculpa el mal rato, soy Vera, compañera de Juliana

- Soy Valentina respondió la rubia - No te disculpes pero ¿qué pretendías hacer con ese cuchillo? dijo riendo

- Vera se rió y le respondió que solo quería intimidarla.

- Lo lograste, ¿quieres un poco de café?

- Por favor, necesito despertar y dejar de creer que nos están asaltando contestó Vera con gracia.

Valentina sirvió tres tazas y le pidió permiso a Vera para llevarle una de ellas a Juliana.

Estaba entrando a la habitación pero no encontró a la morena.

- Val, ¿qué pasó ayer? preguntó Juliana saliendo del baño.

Valentina quedó paralizada por segunda vez en la mañana. Juliana aparecía en ropa interior, despeinada y agarrándose la cabeza por el dolor. Aunque era una escena particular por decir lo menos, a la rubia le pareció lo más sexy del mundo y no pudo evitar mirarla por completo.

- ¿Valentina? insistió Juliana.

- Pues nada enana, te tomaste hasta el agua del florero, perreaste hasta el -1 y ahora tienes una resaca de aquellas.

- Ufff, es horrible, me quiero morir dijo Juliana volviendo a la cama.

- Toma esto, te hice café, te va a ayudar a despertar.

- No quiero despertar, me quiero morir refutó exageradamente Juliana.

- Ridícula, vamos Juls, toma esto y esto dijo pasándole un antiinflamatorio.

- Vaya se ve que tienes carrera en resacas, eh.

- Algo así respondió encogiéndose de hombros.

Juliana estaba avergonzada pero feliz de estar con la ojiazul.

Valentina se aseguró de que la morena tomara agua, café y el medicamento para después decirle que ya era momento de irse.

- Juls me tengo que ir, tengo un poco de trabajo pendiente y no quiero retrasarme en mis primeros días acá.

Juliana se paró rápidamente y le impidió el paso: quédate por favor.

- No me hagas esto Juliana dijo mirándola a los ojos. Aparte vas a estar bien cuidada, ya conocí a tu amiga Vera.

- No me cambies de tema, no te vayas le dijo acortando la distancia y acorralando a la rubia.

- Repito: no me hagas esto Juliana por favor.

- ¿Hacer qué? dijo acercándose un poco más. No sabía de dónde venía todo eso pero se sentía desinhibida y la situación le parecía de lo más sensual. La cara con la que la miraba Valentina era espectacular para los ojos de la morena.

Pasaporte al destino (Juliantina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora