Nunca estuve enamorada de ti Valentina - contestó cansada -
- ¿No? Yo sí de ti.
Esa respuesta pasó por la cabeza de Valentina, pero no se atrevió, salió de su impulso y se sentó al lado de Juliana.
- Así que Nueva York ¿eh? ¿cumpliendo el sueño de ser diseñadora de modas? comentó Valentina tratando de romper el hielo.
- Algo así, contestó cortante.
- Vamos Juls, ya pasó bastante tiempo, ya no soy esa persona que conociste.
Juliana soltó una risita irónica, pero por dentro su corazón latía fuerte por el apodo que le dio la rubia.
- En serio te digo, no soy esa barbie tóxica como me decía tu amiga Nicole. Sé que es difícil de creer pero no tengo por qué mentirte. Mira, te propongo algo, dame estas horas de viaje para demostrarlo - Comentó esperanzada.
Juliana la miraba con un poco de recelo pero se veía que la rubia estaba diferente, tal vez era ingenua por pensar eso pero algo le decía que estaba siendo honesta. Así que decidió dar su brazo a torcer y quitar esa coraza que había hecho en estos minutos.
"Atención pasajeros: estamos próximos al aterrizaje por favor ajustar sus asientos y abrochar sus cinturones"
Juliana y Valentina no dejaron de conversar durante todo el viaje, distendidas y riendo se pusieron al día. La morena por su parte le comentó que venía a hacer una pasantía de diseño de vestuario de 2 años a la ciudad y Valentina le contó de su nuevo trabajo en ProPublica, una agencia de periodismo de investigación.
Juliana estaba sorprendida, no se imaginaba a Valentina en esa área laboral pero le gustó esta nueva faceta de la rubia.
- ¿Me aceptas un café? digo, ambas somos nuevas en la ciudad y así termino de demostrarte que sí he cambiado en estos años, le dijo con menos seguridad de la que esperaba.
- Insisto en que la gente no cambia, pero sí, vamos por un café en la semana después de instalarnos bien. Comentó animada Juliana.
- Te voy a demostrar lo contrario, de hecho, hagamos una apuesta pero tienes que ser súper honesta, si te das cuenta de que he cambiado tienes que decirlo.
- Jajaja rió con ganas Juliana, ¿y qué apostamos?
- Si yo gano, puedo hacer contigo lo que quiera. Ok eso sonó mal, pero me entiendes dijo un poco sonrojada.
- ¿Y si yo gano hago contigo lo que quiera? dijo encarnando una ceja.
Valentina se quedó mirándola fijamente y contestó después de unos minutos.
- Lo que quieras.
- ¿Estás segura? lo puedo tomar como una venganza de tantos años de tortura comentó con dramatismo Juliana haciendo reir a la barbie tóxica.
- Una dulce venganza contraatacó Valentina.
Habían pasado dos días desde el reencuentro y Valentina no podía dejar de pensar en Juliana, en esos ojos intensos que tanto extrañaba. Había terminado de desempacar y acomodar sus cosas, estaba feliz con el resultado de su nuevo hogar en SoHo.
Por su lado Juliana compartía departamento con dos compañeras de Universidad en el barrio Chelsea, un lugar donde se respira arte.
El lugar era precioso, aún le faltaba desempacar algunas cajas de libros y blocks de dibujo pero su ropa y accesorios personales ya le estaban dando su toque a la habitación. Estaba feliz, por fin estaba cumpliendo su sueño.
De vez en cuando unos ojos azules pasaban por su cabeza, no podía negar que reencontrarse con su mayor enemiga la había dejado descolocada, no sólo porque seguía igual de hermosa que siempre, sino también por su actitud, se veía madura, y físicamente sus rasgos ahora eran de una mujer adulta, una muy atractiva por cierto.
(Desconocido): Lerda, ¿vamos por el café? tenemos un temita pendiente 🧐
El corazón de Juliana se disparó con aquel WhatsApp, no pensó que Valentina le iba a escribir tan pronto.
- Barbie Chernobyl ☢️, siempre tan amable usted. Te espero en "McNally Jackson" a las 4, ¿está bien?
- JAJAJA gracias por el apodo. Nos vemos a las 4 enana 🥸
Ambas se metieron a la ducha con una sonrisa, quedaban solo 2 horas para el encuentro y ya se empezaban a sentir los nervios en las chicas.
Juliana optó por unos jeans celestes, una camiseta burdeo y unas zapatillas, quería ir cómoda y natural.
Por su lado Valentina cambió al menos 4 veces su outfit, descartó el primero por ser muy "bleh", el segundo por ser casi de gala, el tercero porque parecía monja. El cuarto fue su elegido: jeans y camiseta negra, zapatillas y una chaqueta a juego.
Juliana fue la primera en llegar, tenía muchas ganas de conocer ese café librería y además sentía una necesidad imperiosa de ver a Valentina, y la vio, venía perfecta con su actitud arrogante y una sonrisa algo burlona.
- ¿Me traes un latte macchiato porfa Lerda? Con 1 de azúcar porfa.
- Jajaja Buenas tarde para ti también Chernobyl.
Se quedaron mirando con una sonrisa más del tiempo debido, ambas sabían que sería una tarde interesante.
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Hola mundo, soy nueva en esto, tuve una idea y la quise escribir y compartir.
Si les gusta vayan comentando y compartiendo la historia con quien crean le pueda gustar :D
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Pasaporte al destino (Juliantina)
RomanceImpacto es la palabra para describir el momento en que Juliana y Valentina se encontraron después de tantos años en el lugar menos esperado, en el mismo avión y en la misma fila de asientos. Las viejas enemigas de la escuela tenían sus futuros escr...