Capítulo 6: Miedos

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No es tan de mala muerte, es más bien hipster pensó Juliana al entrar al bar. Una oleada de aroma a cerveza la invadió y aunque ella no era mucho de beber, esa noche sí le apetecía.

- Quiero una red ale de la casa por favor, ¿tú qué quieres Juls?

Juliana seguía impactada ante la confesión de Valentina, siempre hubo una tensión entre las dos en la escuela, pero hablar de enamoramiento eran palabras mayores, sobre todo porque ella se sentía de la misma forma pero ninguna se atrevió a hablar, qué pérdida de tiempo reflexionó para ella misma.

- Lo mismo que tú, respondió distraída.

- Que sean dos entonces le dijo Valentina a la mesera quien rápidamente se fue por el pedido. La rubia miraba a Juliana quien seguía en otro planeta. - ¿Estás bien Juls? preguntó cuidadosamente

- Sí sí, ¿por qué? respondió un poco nerviosa.

Juliana quería decirle todo lo que a ella le pasaba también pero se sentía pequeña, "cobarde" se decía mentalmente.

- No sé, creo que no debí abrir mi bocota, lo último que quiero es incomodarte.

- No estoy incómoda Val, sólo un poco sorprendida.

- Lo sé, yo también estaba así cuando me di cuenta de lo que me pasaba respondió Valentina sin quitar su vista de la morena.

Valentina lo recordaba perfectamente, sabía el momento exacto en que se dio cuenta que estaba enamorada, fue en la biblioteca de la escuela.

Ellas tenían una dinámica silenciosa de toparse siempre en ese lugar, fuera casualidad o no, siempre terminaban ahí, cada una por su lado por supuesto, pero con miradas ocultas cuando la otra estaba despistada.

- Aghhhhhh ¿no puedes hacer bien enana? dijo alzando la voz Valentina cuando Juliana pasó por su lado a dejar un libro y de casualidad botó uno de sus cuadernos y varios lápices

- Dis... disculpa Carvajal respondió Juliana tartamudeando por la situación y agachándose a recoger las cosas. 

Cuando se estaba por levantar se fijó en lo cerca que estaba de Valentina, casi podía sentir su respiración, se ahogó un poco con su perfume y se enfrascaron en una guerra de miradas entre ojos y labios. Estaban muy encima una de la otra, Juliana sintió el impulso de acortar la distancia pero algo la trajo de nuevo a la tierra de los mortales y se alejó rápidamente. Se sintió estúpida al pensar en lo que quería hacer.

Cobarde, simplemente eres una cobarde Juliana Valdés, y tú Valentina Carvajal eres una estúpida por enamorarte de ella.

- ¿Por qué nunca me lo dijiste? Preguntó Juliana dando un largo sorbo a su cerveza arrugando un poco la cara por lo amargo del trago.

- Por temor, aún no lograba aceptarme del todo en ese tiempo y lo que sentía por ti me descolocaba, y no sabía si algún día me podrías corresponder. Respondió con sinceridad la rubia.

"Sentía" pensó Juliana un poco decepcionada, no podía culparla, ya habían pasado varios años y ninguna se atrevió a dar ese paso, la vida sigue.

- ¿Y hoy sí te aceptas? ¿Cómo fue ese proceso?

- Sí, desde hace ya varios años salí del closet, me acepté, dejé de castigarme por algo que no elegí, me quiero tal como soy.

- Wow, suenas tan madura Chernobyl, me cuesta pensar en esa Valentina del pasado

- Y me da mucha rabia que ese sea tu último recuerdo de mí, espero que desde esa coincidencia en el avión te haya podido demostrar que esa niñita mimada jamás fui yo - comentó terminando su vaso de cerveza y pidiéndole otro a la mesera con una seña para que le trajera lo mismo que estaba tomando.

- Sí, la verdad me gusta esta versión de Valentina Carvajal 2.0 - dijo sonriendo coquetamente. No sabía si era el alcohol pero se sentía más valiente y no tan intimidada por la rubia.

- ¿Y qué tal tus conquistas en esta nueva versión? Recuerdo que en la escuela estaba todo el mundo enamorado de ti, dijo Juliana pensando en aquellos días de colegio.

- Exageras enana, pero nada, he tenido tres novias y algunas cosillas menos "importantes" indicó haciendo el gesto de las comillas.

- Toda una rompecorazones respondió sonando un poco más seria de lo que quería. La verdad no le gustaba saber con cuánta gente había estado Valentina, pero como era de esencia masoquista, preguntó igual.

Pasaporte al destino (Juliantina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora