Capítulo 8: La peor cita de la historia

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- Valentina... Tierra llamando a Valentina....

- Valeeeeentina - dijo lentamente y haciendo señas la compañera de trabajo de la rubia.

- Sí, disculpa Martina, tenía la cabeza en otro lado.

- Créeme que me di cuenta respondió riendo la rubia. Te preguntaba si querías ir a almorzar, ya todos se fueron quedamos sólo nosotras.

- Oh, la verdad no tengo mucha hambre y quiero terminar el artículo que sale mañana en el sitio web.

- No hay problema, no te quedes hasta tan tarde ¿dale? le dijo su compañera dándole un beso en la mejilla.

Valentina suspiró fuerte mientras veía cómo Martina se iba y se echó sobre el escritorio.

¿Qué pasaba por la cabeza de la rubia? Mil preguntas, frustración y sobre todo pena, nunca la habían dejado plantada de esa forma como lo hizo Juliana el día anterior.

La palabra emocionada quedaba corta para describir la forma en que se sentía Valentina. Estaba feliz, ansiosa, nerviosa, como una adolescente y tenía motivos: había besado a su crush de toda la vida y ahora tendrían una especie de cita.

Tenía el plan perfecto, quería llevar a Juliana a comer pastas, tomar un rico vino mientras conversaban de la vida, disfrutar de una velada tranquila pero juntas. En su cabeza eso sonaba increíble, lástima que sí, comió pastas, tomó vino, pero sola.

Valentina le había enviado un WhatsApp a Juliana con la dirección del lugar y a la hora que debía llegar. Juliana le respondió con un "Voy 🏃🏻‍♀️" al instante mientras la rubia iba de camino, estaba impaciente así que decidió llegar un poco antes para calmar los nervios.

45 minutos habían pasado desde que Valentina se sentó en la mesa que tenía reservada, y 2 horas desde que había recibido el mensaje de la morena. La llamó, le mandó mensajes, pero nada, parecía como si se la hubiese tragado la tierra.

Valentina pensó de todo, en ir al departamento de Juliana, en llamar a Vera (ni siquiera tenía el teléfono), en llamar al 911, a los bomberos, todo, sin embargo optó por irse a su casa y esperar a que la morena le diera alguna explicación.

Ya habían pasado 24 horas desde entonces, la morena seguía sin aparecer, pero Valentina la veía en línea en WhatsApp, o sea que viva sí estaba, pero no entendía por qué no le respondía.

La ansiedad le ganó, hace algunas horas estaba todo más que bien entre ellas, hasta se habían besado. ¿Y si eso la frikeó? pensaba Valentina intentando encontrar respuestas. Agarro su celular, pidió un Uber y salió decidida al departamento de la morena, necesitaba que le diera cara.

- Oh disculpa creo que me equivoqué de departamento dijo Valentina dando media vuelta.

- Si buscas el 1205 es aquí, contestó una chica morena de pelo con ondas hasta el hombro y de labios carnosos. - Soy Fran pero este es el departamento de Juliana y Vera, ¿buscas a alguna de ellas? preguntó curiosa.

- Sí, estoy buscando a Juliana, soy, soy... una amiga de ella (amigas, sí claro pensó Valentina).

- Oka, ¿quieres pasar mientras la llamo?

- No, la espero acá, gracias.

- Oka, no hay problema. Amooooor, aaaamor, Juliana... te buscan en la puerta - gritaba la desconocida para Valentina.

La rubia se quedó helada, de piedra, estática. No sabía qué hacer.

- Val... susurró Juliana cuando llegó a la puerta.

Valentina la miraba sin decir nada.

- Ya vi que estás viva, sólo eso quería saber. La ojiazul hizo el amago de marcharse pero Juliana la detuvo.

- Espera Val, lamento mucho no haber podido ir ayer, fue algo de último minuto.

- Podrías haberme avisado para no estar preocupada como estúpida pensando que te había pasado algo, pero ya entendí que estás de luna de miel con tu novia, no te preocupes.

- No es así, llegó ayer de sorpresa, le asignaron un proyecto de una semana en la ciudad, pero nada más que eso.

- No me interesa, ahórrame el cliché de decir "no me des explicaciones" por favor dijo Valentina con la respiración un poco acelerada.

- Está bien sólo quiero que sepas que no pasa nada entre nosotras Val respondió Juliana acercándose.

- ¿Por qué no me avisaste? contestó la rubia cruzándose de brazos.

- Porque soy una idiota, no tengo otra respuesta, ayer fue todo muy rápido. ¿Me dejas invitarte un café y te explico todo lo que pasó?

- Ahora no puedo, tengo trabajo pendiente.

- ¿Mañana? ¿pasado mañana? ¿cuándo puedes?,  en serio lo siento Valentina, déjame explicarte todo.

- Mañana después del almuerzo respondió seca Valentina.

- Gracias Val, paso por ti mañana a tu oficina contestó Juliana acercándose, dejando un breve y temeroso beso sobre los labios de la rubia.

A Valentina la tomó por sorpresa pero no se alejó.

- Nos vemos mañana, minion.

Juliana sonrío feliz - Hasta mañana barbie tóxica.

Valentina llegó a su departamento, tomó una ducha, y luego abrió una cerveza, si bien no acostumbraba a tomar dentro de la semana, la cabeza la iba a matar.

No podía dejar de pensar en Juliana, en la novia de Juliana y en ella con Juliana, Juliana, Juliana, Juliana. Y hablando de la reina de roma...

Juls enana 👀: ¿Llegaste bien rubia?

Valentina 👀: Queti

Juls enana 👀: ¿Ah? 🥴

Valentina: Quetimporta

Juls enana 👀: Jajajajaja no seas así morrita, dime si llegaste bien.

Valentina: Llegué bien.

Juls enana 👀: Qué bueno Val, no te molesto más. Buenas noches, descansa y nos vemos mañana. Un beso.

Valentina tiró su celular y no se molestó en responder, no quería sacar conclusiones apresuradas pero ver a la novia de Juliana la dejó totalmente descolocada e insegura. 

Pasaporte al destino (Juliantina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora