A veces extrañamos, extrañamos tanto que nos ahogamos. A veces no comprendemos las ideas de los demás porque no vivimos lo mismo que ellos. A veces le damos la razón a las personas porque sabemos que es lo mejor a pesar de no querer hacerlo. A veces solo sonreímos por la felicidad de otros o por sus éxitos, porque a pesar de que uno no este bien cuando uno quiere mucho a alguien, su felicidad lo es todo. A veces no decimos como nos sentimos porque no sabemos como expresarnos. A veces callamos para no lastimar. A veces no podemos ver la realidad porque somos ciegos... Pero si abrimos los ojos podemos ver más allá de su mal carácter, o tal vez más allá de su falsa sonrisa muy bien actuada, tal vez si nos concentramos un poco más podríamos ver una estrella de entre la oscuridad. Tal vez ya somos felices y no lo sabemos.