~ ᴄ ᴜ ᴀ ᴛ ʀ ᴏ ~

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— ¡Bae! — llamó uno de sus superiores.

La chica apareció de inmediato en su oficina haciendo una reverencia de manera educada. El hombre volvió a mirar el documento en su escritorio con incredulidad para luego volver a la chica.

— ¿Sucede algo?

— ¿A qué se debe su renuncia? — fue directamente al grano.

La joven se relamió los labios, toda la tarde y noche anterior había planeado de su discurso de acuerdo a lo que diría en el caso que preguntara, pero ahora no tenía nada, estaba en blanco completamente, no sabía exactamente el qué decir.

— Conseguí una mejor oferta de trabajo en otra agencia con un puesto fijo — explicó.

Originalmente esa era la idea principal, pero había planeado de un largo y detallado discurso el cuál había olvidado por completo, se sentía nerviosa, era la primera vez que renunciaba a un trabajo.

Él suspiró.

— Te hemos tratado bien como para que nos dés la espalda, una vez que salgas de aquí jamás podrás volver, ¿Eres consciente de ello?

Por supuesto que había pensado en todo, su paga era suficiente para sus gastos, y le agradaba la compañía de Soobin, pero fuera de eso, el ambiente era agotador para ella, no era tomada en serio, y se la pasaba recibiendo críticas, no veía una forma de crecer en el lugar, y no estaba para ello. Su decisión no fue tomada apresurada, lo medito por semanas, incluso más del mes para llegar a su conclusión actual.

Sonriente lo miró a los ojos sin vacilar.

— Por supuesto, agradezco la oportunidad de haber trabajado en Big Hit, aprendí bastante en mi estadía, sin embargo, como mencioné, he obtenido una mejor oferta de trabajo, por eso mismo solo trabajaré aquí hasta fin de mes — comentó mantenido de su sonrisa.

El hombre no le quedó más remedio que aceptar la renuncia de la joven, salió de la oficina con un peso menos, se sentía aliviada, bastante tranquila, sin embargo su renuncia no significaba que bajaría su rendimiento, trabajaría de igual manera hasta el último día.

Conforme las horas fueron pasado, el rumor de su renuncia se corrió por varias de sus compañeras que comenzaron a murmurar, hizo caso omiso a los diversos comentarios que llegó a oír de parte de sus compañeros.

Terminó de servir de unas bebidas para dirigirse al set dónde los grupos de la empresa estaba siendo fotografiados para un evento, distribuyó de las bebidas entre el personal para volver en busca de más de estás. Estaba por terminar de hacer la entrega de su segunda vuelta cuando al girarse frenó de golpe por la figura masculina delante suyo.

— Soobin... Luces muy bien hoy — comentó con naturalidad.

El chico vestía de un traje blanco con una boina en su cabello ahora castaño, mantenía de un semblante serio, mirándola fijamente.

— Están diciendo que renunciaste.

Yang-Mi terminó por entregar de las últimas bebidas para irse a sentar en una de las bancas al fondo del lugar donde estaba el ser siendo seguida por el castaño que estaba ansioso por lo que fuese a decir. Ambos tomaron asiento uno al lado del otro.

— Así es, por la mañana entregué mi carta de renuncia — explicó sin voltear a verlo.

Una chica se acercó a ellos a retocar el maquillaje de Soobin para la siguiente sesión fotográfica sintiendo de lo denso que era el ambiente entre ambos.

— ¿Vas a dejarme? — preguntó con tristeza.

La maquillista volteó a ver de reojo a Bae, era una chismosa aquella joven. Poca relevancia tenía ahora, pronto ya no estaría más ahí.

— Me ofrecieron un trabajo como asistente de cámara, con oportunidad de ascender a dirección de esta misma en JYP, no iba a desaprovechar la oportunidad, Soobin — terminó por decir.

No solo el castaño se mostró sorprendido, también la maquillista que se mantuvo en silencio.

— Genial — felicitó el joven — Ya no nos veremos en el trabajo. ¿Puedo cenar aún así contigo?

Una sonrisa corta apareció en sus labios, bajando la mirada avergonzada, la maquillista no entendía exactamente lo que ocurría entre ambos, prosiguió con su trabajo, dirigiéndose ahora a los labios del joven para cubrimos de un color mamey.

— Si tu agenda y la mía no lo permite, sí — respondió — El que me cambié de empresa no quiere decir que dejemos de ser amigos. Sólo ya no seremos colegas de trabajo.

La maquillista terminó su trabajo, sintiendo gran pena por el artista que de alguna forma había terminado por ser bateado.

— ¡Cenemos hoy! Cómo despedida.

Yang-Mi rió asintiendo a su invitación un tanto apresurada. La maquillista terminó guardado sus cosas para retirarse, sintiendo algo de pena por haber juzgado en todo este tiempo la relación que ella creía que aquel par tenía, más por el hecho de ser ella misma quién había difundido de unos rumores dentro de la empresa de Bar siendo una ofrecida con el joven líder del grupo.

— ¿No es muy pronto? Ni siquiera sé si tengo comida en casa — siguió riendo.

— Ordenemos algo para cenar, la cena es lo de menos — habló mientras se ponía en pie, la sesión fotográfica estaba por reiniciar — Solo quiero pasar tiempo contigo.

Y camino de vuelta al set dónde algunos miembros de BTS y TXT ya se estaban acomodado.

Quiso reclamar algo, o mínimo replicar. Pero nuevamente ese chico de un metro ochenta la dejaba sin palabras, su corazón se había acelerado. ¿Cómo es que unas simples palabras era capaz de alterarla así?

Sintió sus mejillas arder, acomodó su blusa blanca para acercarse al set en caso de que el staff solicitará algo, y su nerviosismo aumento, así como el rubor en sus mejillas en cuanto hizo contacto visual con el joven quién le guiñó.

Beomgyu y Yeonjun quienes estaban al costado de Soobin sonrieron de manera disimulada al notar a la joven como hacía por esconderse entre el personal para ocultar lo inevitable de su líder.

Soobin era un coqueto si se lo proponía, y como excusa de las fotografías lo había hecho solo y para Bae; quién ahora había huido detrás de todo el personal.

Soobin le ponía nerviosa, gustaba de él, más que eso. Solo esperaba ocultar de ese secreto hasta fin de mes.



Scenery | Choi SoobinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora