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      —¡¿Que demonios?!— el joven extranjero me observa, tal vez en la espera de algo —¿Acaso estás oyendo lo que dices?— al estar amarrado no podía tocar mi cara en busca de algún tipo de alivio.

      —Sé que suena a salido de película de ficción, pero es una historia real— suspiró pesado, se le veía cansado. —Nine necesito que cierres los ojos— lo hice después de todo no tenía nada que perder. —Muy bien, ahora necesito que intentes recordar tu pasado— nada,no había nada, lo último que recordaba era a mi hermana saludándole en la camilla de un hospital, mi ceño se encontraba fruncido y comencé a sentir como el sudor comenzaba a bajar por mi cara y espalda.

          —¿Cuál es el punto de esto?— pregunté aún con los ojos cerrados, estaba cansado y tenía ganas de volver a casa.

         —Concentrado— reprocho, sentí como la silla se movió —Nine ¿Quién es tu mejor amigo?— susurro cerca a mi oído izquierdo, un escalofrío me recorrió todo el cuerpo.

          —Pavel—

          —¿Estás seguro de eso?— por supuesto que estaba seguro, todo lo que recuerdo de mi vida él estuvo ahí. —¿Conoces a Dome?— me perdí, es decir, si lo conozco pero no sé a que quiere llegar. —¿Acaso no estás cansado de que muera una y otra y otra y otra vez?— abrí los ojos, ¿Qué?

        Solo podía observar el suelo a mi alrededor, este tipo cada vez daba más miedo.

        —Vamos Nine, necesito que realmente lo intentes— dijo con cinismo en la voz. —Cierra los ojos y visualiza lo que has estado viviendo los últimos años de tu vida, mira más allá de tu simple realidad, vives dentro de una ilusión. Pero para despertar necesitas elegir, si quedarte por la sombra de tu padre o avanzar hacia lo nuevo e inexplorado—

        Muy bien ahí si que me perdí, ¿Dios que se supone que deba hacer?

         —Hombre no puedo inténtalo tu— no hablaba conmigo, lo sentí, es decir, ¿por qué se dirigiría a mi así?

          La puerta se abrió, un suspiro se esparció por la habitación, una suaves pisadas resonaban en el suelo del lugar y un suave aroma varonil llegó a mi fosas nasales. No sé cuánto tiempo había pasado desde la última vez que le vi, pero por alguna extraña razón sentí como si fuera un largo tiempo.

        —Realmemte eres un inútil— por una segundo olvidé de lo cruel que era al hablar. —Necesito que salgas — acto seguido sentí como la puerta era abierta y cerrada en un instante

         Un momento pasó, uno en el que no supe si abrir los ojos o no, tenía sentimientos encontrados, pues pese a mis ansias de verle también existía un poco de temor en el hacerlo. Sin embargo, el tiempo no fue muy largo, pues sentí un cálido abrazo rodearme junto con un dulce beso, uno de aquellos que no  quieres se acaben. Por alguna extraña razón el toque era un tanto brusco, tal vez debido a la necesidad y ganas de ambos por llegar a tal momento. Pero ¿Por qué? ¿Cuál era esa necesidad de tocarlo? Tenía tanto deseo y tanto miedo a la vez. Mis manos aferradas a las cadenas con esa necesidad de tocarle con intensidad, su mano en mi mejilla izquierda acariciando con dulzura. Pero yo no podía ver el momento así, el calor inundó mi pecho y vientre, una satisfacción que nunca había sentido llegó cuando mordió mi labio inferior levemente, al abrir mi boca gracias a un leve jadeo él ingreso su lengua, el beso ya no era dulce, abrí mis ojos hundido hasta el fondo por el deseo, le vi y mis ganas de aferrarme a él aumentaron, su mano se aferró a el espaldar de la silla a un costado de mi hombro, sentí como con la otra mano abría el cerrojo del candado, mis manos era libres. Tomé su cuello y me aferré a él buscando aún más cercanía, con ayuda me paré de la silla, quería sentir más y más. Choque contra una pared y lo sentí, la sensación fue exquisita y mi exitación iba en aumento, sus manos tocaron mi espalda baja dándome un ligero escalofrío por todo el cuerpo. Por favor, necesito más.
 
        —Nine— su voz sonó en un tono más grave y ronco, cosa que me hizo derretir. Si me pidieran pagar millones por volverla a escuchar, lo haría sin dudar.

        Sus besos bajaron, estaba en el mismísimo cielo,  sentir sus labios sobre aquella zona solo me hacía perder el raciocinio, solo podía pensar en lo bien que se sentía, mis piernas rodearon su cintura y sus manos bajaron a otro lugar, amasaba y desacía. Moví mi cadera en busca de más placer y Dios si que lo conseguí. ¿Cómo es posible que nunca haya sentido esto?

        —Nine— su voz era mi perdición —Tenemos que parar— podía escucharlo casi rogar, pero era más para el que para mí. —Debes primero despertar—

      


        Hola señoritas, tiempo sin saludar.

        Lamento que sea corto y además que haya tardado tanto en subirlo. Muy bien, al ser tan cruel y mala y no subir regularmente capítulos, tenía pensado subir un Cap +18 pero no sé que piensen de ello, además de que la historia está por acabar quedan aproximadamente unos cuatro caps, tal vez más, tal vez menos. ¿Qué más da?

         Si dicen que sí, el próximo cap no será apto para todo público, si dicen que no entonces haré un especial explicando cómo era la historia del JoongNine antes de la llegada de Tae.

          Bueno sin más que decir nos leemos en el próximo cap.

          Por cierto, gracias por los comentarios son cosas que por alguna extraña razón me motivan a seguir con esto.

         Cuídense mucho adiós.

Lo Siento ∞Joongnine∞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora