Me intenté mover, me percaté de que mis manos y pies eran presas de algunas cadenas. Genial ahora estoy secuestrado.
—Mira no sé quien seas— dije algo exasperado, las cosas se estaban complicando aún más —Pero creo que se ha equivocado de persona— estaba al frente mío con cierta aura de ironía, su sonrisa eres espeluznante, sus ojos eran aterradores y su actuar era dominante y territorial. Sin embargo era consiente de la belleza del chico, sus ojos eran ni muy grandes, ni muy pequeños, sus labios eran rosados, sus dientes blancos, se veía que su cuidado dental era impecable, también era bastante alto, y aunque sus ojos eran fríos aún así tenía aquella aura de ser un chico guapo, su porte era elegante y con clase, su piel morena le daba ese toque a su belleza y su rostro era impecable tan bello tal y como el de un modelo. Sin embargo en toda esa situación solo podía pensar en Joong, no podía evitar comparar a uno con el otro, mientras uno tenía la sonrisa más hermosa y perfecta del mundo el otro la tenía llena de picardía y sarcasmo, mientras uno tenía los ojos cálidos y expresivos, el otro los tenía fríos e intimidantes, sus actitudes eran ¿Parecidas? En realidad no, uno era egocéntrico era claro pero jamás tuvo la necesidad de mostrarse superior, me pregunto que era lo que realmente necesito. Necesito verlo.
—No me hagas reír— reía mientras hablaba y se sentaba en una silla que salió de la nada porque no tenía ni idea de que se encontraba allí.
Lo mire mal, púes no le veía la gracia al asunto, llámenme amargado, pero en la situación que me encuentro creo que lo último que haría sería reírme por las estupideces que dice este invesil. Además tenía dolor de cabeza y sueño, la verdad me encontraba en una situación de estrés extremo y no quería pelear ni mucho menos rogar por mi libertad, es más la debilidad llegaba como un balde de agua fría, de forma totalmente inesperada y los sonidos de afuera eran ensordecedores.
—¿En serio no sabes quién soy?— el desconcierto en su rostro era evidente, su mirada se ensombreció al momento en que negué su pregunta. No me culpen en realidad no tenía ni idea que quién era el tipo y mucho menos se me hacía alguna idea de que quería.
—Mira si lo que buscas es dinero vuelvo y digo que yo no tengo, mi hermana y yo estamos en la ruina y de milagro logramos sobrellevar el día a día— intentaba explicar sin perder la conciencia nuevamente el sueño y pesadez estaban volviendo, el dolor de cabeza iba en aumento mientras yo solo podía ver el suelo pues el cansancio me estaba consumiendo.
Un ruido sordo me hizo despertar de mi ensoñación momentánea, resulta que el loco de enfrente se le dio por patear una silla, la verdad se le veía frustrado y tenía una sonrisa aterradora surcando sus labios, no entendía que es lo que está pasando, tampoco es que me importe mucho, no estoy como para estar pensando en lo que le pasa al secuestrador sacado de película de mal presupuesto. Lo único que pasaba por mi mente era el dolor de cabeza y dolor de cuerpo que tenía.
—Muy bien señor Konchit vamos a refrescarte la memoria— sonrió, no entendía por qué se su sonrisa, ni tampoco como podía cambiar su humor tan rápidamente.
No tenía miedo solo una palpable molestia, sabía que estaba mal pero no supe cómo reaccionar, no tenía incertidumbre de lo que me fuera a decir, solo podía pensar en mí, en como salir de ahí.
No me pueden culpar, estaba enojado, molesto y aburrido, quería volver a casa, dejar de existir, el odio por alguna razón se estaba apoderando de mí, tal vez estaba exagerado. Pero justo hasta en este momento fue que me di cuenta todo el dolor que estaba teniendo, no fue hasta en este momento cuando salí de la rutina cuando me di cuenta que ya no quería seguir, durante mucho tiempo estuve acumulando emociones negativas que lo único que hacen es dañarme. Se que no hay nada, ya no queda nada.
De un momento a otro en mi cabeza apreció una una imagen, mi cerebro género la imagen de Joon justo como una fotografía en aquel álbum de fotos.
—¿Por qué sonríes? ¿Qué es tan gracioso? — preguntó, a medida que cada palabra era pronunciada por su boca, se volvía más y más irritada.
Desvíe la mirada sin ganas de contestar, es más mis ganas disminuían a medida que más tiempo pasaba.
—Como sea— desistió —Te conozco hace mucho tiempo— me tomó por sorpresa no tenía ni idea de que empezaría a contar una historia de la nada —Conocí a una chica, al principio, me daba igual….
La chica corría de un lado a otro buscando su salón de clases, resulta que llegar a sexto grado resultaba de alguna forma difícil, pues la sede donde estudiaba había cambiado, ya no era considerada como una niña, ahora era una “preadolescente”, pero de qué le servía todo eso sí desde pequeña ha tenido que trabajar para poder estudiar y así mandar a su hermano a una buena escuela, es así la chica estudiaba una jornada en la mañana para después llegar a su jornada laboral, debía pagar deudas y tener preocupaciones que una persona de su edad no debía tener, su amigo anciano le ayudaba con algunas cosas, sin embargo sabía que no podía depender de él.
Mientras corría de un lado a otro chocó con un chico, al principio no le tomó mucha importancia y siguió su camino, al llegar a aula se encontraba ahí, con el pasar de los días la amistad se iba fortaleciendo, pasaron algunos años y su amistad iba cómo viento en popa, sin embargo la chica comenzó a albergar sentimientos más allá de aquella amistad, lo guardaba para si misma, en un inicio tan solo estar cerca de él era suficiente, alguna vez le invitó a su pequeño departamento, allí conoció a su hermano menor, un niño dulce y adorable era algunos años menor, aproximadamente unos cuatro años, siguieron pasando los meses y sus visitas a su hogar eran más frecuentes, el chico se volvía cada más bello a ojos del chico de en ese entonces tan solo 18 años. Las cosas se complicaron, la chica reveló sus emociones sin ser consciente de lo que su amigo sentía por su hermano, estar cerca de él ya no era suficiente el chico no supo cómo reaccionar, y lo hizo de la peor forma posible, la rechazó y puso en evidencia sus emociones.
La chica no se lo tomó muy bien e intentó huir, sin embargo, la respuesta inmediata del chico fue drogar a los dos jóvenes, también hizo cosas que no se perdona, cosas desde la humillación de la chica hasta la violencia contra el chico, para que esté aceptará sus sentimientos.
—A día de hoy no puedo olvidar lo que te hice— ¿cómo se supone que debía reaccionar? Después de todo fue una historia un tanto extraña —Nine la chica era tu hermana— yo ya lo sabía, entendí de inmediato pues sino no ¿para qué me contaba una historia sino tenía relación conmigo?
Lo que no entendía era por qué yo no recordaba nada, entonces comprendí algo a lo que no le puse atención desde un inicio.
—Espera, espera— cada parte de mi revelaba confusión —Me estás diciendo ¿qué quieres disculparte por todas tus estupideces del pasado? — dije en un intento de valentía, mientras el asentía. —¡¿Y me has secuestrado?!— a lo último no pude explote.
—Si, sobre eso……— rascó su nuca bajo su cabeza y por primera vez lo vi débil. —No tuve opción, — expresó.
—Explícate— ordené, estaba con mis ánimos por los suelos.
—Bueno pues…— empezó, —Estabas rodeado de gente que te protegía y no puede acercarme, pues tú hermana me odia— sonrió y bajo la cabeza, se le veía apenado.
—Dime una cosa, enserio crees ¿está ha sido la mejor forma de pedir perdón? —
—No, pero ese “amigo” tuyo no me dejaba ni acercarme— fruncí el ceño, el único en quién podía pensar era en Pavel, él era mi único amigo. Nunca fui bueno hablando con personas nuevas por esa razón amé ese trabajo en grupo que nos asignaron, pues logramos empatizar al instante, desde ese entonces, nuestra amistad se ha fortalecido.
Abrió los ojos y tapo su boca como un acto reflejo.
—No sabías ¿verdad? — su voz de repente se tornó con una falsa sorpresa —Lo siento, el plan no era contarte eso…. Probablemente Joong me mate por dar más información de la debida….
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Lo Siento ∞Joongnine∞
Fanfic-¿Qué puedo hacer? Lo único que hago es lastimarte, pero no puedo dejar de hacerlo, esta en mi ser.