Capítulo 4.

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—¿Por qué? ¿Por lástima? No gracias. —Se niega cruzando los brazos contra su pecho.

Si quiere jugar, no estoy para eso, mucho estoy haciendo con ofrecerme a llevarla.

—Es por lo de Ian. —Le digo al quitarme el casco de seguridad. Billie asiente y se acomoda la mochila a su espalda para acercarse a mí con su rostro inexpresivo.

Se ata el cabello en una coleta bastante alta y al culminar alza la vista e humedece sus labios antes de subir a la moto detrás de mí. Le tendí el casco y dudó en tomarlo y al ver que no pretendía ceder lo aceptó. Ni siquiera sentí mucho cuando se acomodó, pero lo que sí sentí intensamente fue sus manos rodear mi cintura lentamente sin titubear.

—¿Lista? —Le pregunto mirando la unión de sus manos en mi estómago.

—Sí. —enciendo la moto e acelero ante su respuesta.

He intentado no ir muy rápido, la verdad a ella no perece molestarle la velocidad, pero sinceramente no quería salir de esto tan rápido y no me gusta para nada eso. Billie me guió hasta su casa que no está lejos de la mía lo supe porque obviamente la acabo de traer y justo ahora estoy estacionada frente a ella.

Sentí sus manos dejar mi cintura y a los pocos segundos baja de la moto, el cabello se le desató al quitarse el casco por lo que le cae sutilmente hasta el pecho, dejó de mirar su melena y sin darme cuenta me encuentro mirándola fijamente a los ojos, pero lo que sentí me hizo mirar a otro lado.

No es la primera vez que la veo a los ojos, ya lo he hecho otras veces, pero esta vez ha sido diferente, ella también me ha estado mirando intentado no sé qué con ello.

Una sonrisa se forma en sus labios y me devuelve el casco, pero al tomarlo da media vuelta para subir las escaleras del jardín delantero.

—Gracias. —Murmuro por lo de Ian esperando que me haya escuchado. La veo detenerse y dar media vuelta con una linda sonrisa.

—Gracias a ti también por traerme. —Dice tiernamente mientras esconde un mechón de su cabello detrás de su oreja.

Asiento inmediatamente desesperada por irme ante esto, no sé porque me siento así, solo son unos ojos como cualquier otro y esconderse el cabello no es algo de otro mundo, yo también puedo hacerlo, aunque seguramente no me vería igual de hermosa que ella.

Me coloco el casco e inmediatamente acelero la moto para salir casi volando de aquí.

...

Mamá ha estado hablando sin cesar desde que entré a la cocina hace media hora, me cuestionó sobre la moto, sobre la escuela, sobre mis amigas, sobre los maestros y creo que solo le respondí sobre una de sus preguntas.

—¿Qué te pasa, Meg? —Me ha traído de vuelta con su pregunta, pero la verdad ni yo misma sé que me pasa.

—Nada, iré a hacer mis deberes. —Murmuro levantándome del taburete pero en el intento casi caigo junto con él al suelo.

—Y no te pasa nada, ¿y si realmente te pasara algo? —Bromea moviendo lo que sea que esté preparando para cenar. —Recuerda lo que hablamos ayer.

No digo nada solamente corro hacia mi habitación y me encierro en ella para luego sentarme en mi escritorio y comenzar a hacer mis tareas lo cual me sirve de distracción, pero no por mucho porque tengo ganas de Stalkear a Billie en instagram y para reprimirlas decido irme a otro lado mas interesante.

Me cambio los pantalones de pijama por unos jeans ajustados y me quedo con el top blanco, busco debajo de mi cama los estúpidos Vans, pero no están así que para no encontrarme con mamá me pongo las botas y tras tomar mis llavese escabullo por la ventana de mi habitación, siempre he estado agradecida de vivir en una casa de un solo piso, de lo contrario se me haría muy difícil poder escaparme para no tener que pedirle permiso a mi madre.

Dime si esto es un Juego; para Desaparecer.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora