Capítulo 2.

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De ante mano digo: Empecé el día con el pie izquierdo.

Primero caí de la cama despertando de manera brusca, luego me resbalé mientras salía de la ducha por lo que pasé medio día cojeando y por último llegué tarde a la escuela, como consecuencia tuve que pasar las dos primeras horas en detención escribiendo unas líneas sobre la responsabilidad y la puntualidad.

No me tardé por irresponsabilidad, si no, porque no quería verle la cara ni a mi madre ni a Peter, a mamá por no decir nada anoche y a él porque simplemente lo odio.

A la hora de almuerzo ya me estaba aburriendo de los gritos, de ver a las porristas practicar, de escuchar la voz de los chicos del coro, de ver caras nuevas y viejas, también me estaba aburriendo de estar allí sentada. Por ende me encuentro en la biblioteca intentando concentrarme en un aburrido libro que ni siquiera sé porqué lo escogí, de hecho amo leer, pero este libro sólo habla de moral.

Estoy tan cansada de todo, siempre he fastidiado a Peter, lograba hacer que su rostro se pusiera rojo de la ira al punto de explotar, lo hacía llorar y en ocasiones me usaba de excusas para irse de la casa, ¿y saben qué? Me da igual. Pero anoche me dió pase VIP para hacerle la vida imposible.

El silencio de la biblioteca es exquisito, puedo escuchar el cómodo golpeteo de mis botas contra el piso de madera. No estoy sola en la biblioteca, en algunas mesas están sentados un grupo que hablan sobre literatura pero de momento su conversación se volvió disputa y se terminaron gritando, yo solo puedo reír desde mi sofá.

¿Quién es su sano juicio le recomendaría a alguien que debería leer Cumbres Borrascosas para meterse al mundo de las hermanas Brontë?

Hay muchas otras opciones de libros para leer antes de ese, podría levantarme y sentarme con ellos e interactuar para el recomendar empezar con La inquilina de Wildfell Hall. Pero, ¿saben qué? Soy una odiosa y fingiendo enojo me acerco amenazante.

La vista de todos se posa asustada en mí mientras se quedan en silencio, la chica que tiene mi mano sobre sus hombros casi tiembla al voltear a verme.

—¿Me-Meghan? —Dice mirándome fijamente. La reconozco, fuimos compañeras en segundo año, pocas veces me habló y al hacerlo casi lloraba. —¿Qué-qué pasó?

—Necesito silencio, vine hasta aquí por ello, si quisiera bullicio iría al patio. —Les digo entre dientes y tomo un mechón de cabello de mi ex-compañera entre mis dedos para rizarlo. —¿Bien?

Los miro a todos asentir torpemente con la cabeza a excepción de una que nunca he visto en mi vida, su mirada es desafiante y está cruzada de brazos. Sonrío falsamente y le doy varias palmadas a mi ex compañera antes de volver a mi lugar.

—Hola Kohler. —Saluda Ian parado frente a mí con su estúpida chaqueta de Basketball y parece recién salido de uno de los juegos porque está sudado y apesta.

Veo como Ian se sienta a mi lado, sin respetar mi puto espacio personal. Intento contener la respiración para no vomitar justo ahora.

—No te vi en el partido. —Me pregunta a lo que suelto una carcajada.

Ian es ¿cómo lo describo?

Es atractivo, sí, pero NO ME GUSTA, y él no parece captarlo.

—Ni que fuera el cesto. —Respondo y de pronto el libro me parece más interesante ahora.

—Es que ví a tus amigas allí y ustedes siempre están juntas. —Aclara con fingida timidez acercándose más a mí.

—Rashell está soltera y a ella sí le gusta ir a ver estú...

Dime si esto es un Juego; para Desaparecer.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora