Capítulo 6.

430 36 35
                                    

Veo a Billie bajar de la camioneta sin siquiera despedirse, así que tampoco le hablo y le pido al conductor continuar el recorrido pautado. Mi mayor preocupación en este momento es mi mamá, debe estar preocupada y furiosa, de hecho me estoy poniendo un poco nerviosa justo ahora. Por suerte y por la recepcionista del hotel logramos encontrar un uber que pudiera llevar mi moto, de lo contrario no habría sido capaz de dejar a Cat en ese lugar.

Antes de bajar del vehículo suspiro profundamente, el conductor me ayuda a bajar la motocicleta y comienzo a andar desde la esquina hasta mi casa, no quiero que me vea llegar en un auto, de lo contrario las cosas se pondrán peores. Mis pasos son lentos, pero aún así llego hasta la acera encontrándome con el jeep de Peter y pienso dos veces en dar media vuelta e irme a cualquier otro lugar, pero la imagen de angustia de mamá me hace continuar.

Con suma cautela abro el garaje y entro la motocicleta, regreso al exterior yendo a la puerta principaly sin más introduzco la llave en la cerradura y giro la manilla empujando la madera cuando se quita el seguro. El recibidor está vacío, el abrigo de mamá y Peter están colgados junto a dos míos. Camino un poco más, pero un cuerpo se interpone en mi camino por lo que me detengo, es Peter y está furioso.

—¿Dónde estuviste toda la noche? —Arrugo un poco las cejas y lo esquivo sin responder a su pregunta. —Meghan, detente.

Lo ignoro y continúo mi camino a la cocina, mamá me lo impide poniéndose en medio de la entrada y la miro esperándo a que diga algo, pero no lo hace, las bolsas debajo de sus ojos y lo rojo en ellos me dicen que no la pasó muy bien anoche.

—Lo siento. —Le digo solamente a ella, pero no hace ningún gesto, solamente me mira como odio que lo haga, porque me hace sentir tan errática.

—¿Qué demonios te crees, Meghan? ¡Tu madre no ha dormido por estar buscándote!

—¡Ya pedí disculpas! ¿Bien? ¿Qué más quieren que haga? —Exclamo sintiéndome muy estresada con esto.

Peter se acerca a grandes sancadas en mi dirección y me hace girar bruscamente hacia él al agarrarme del antebrazo.

—¿Dónde estuviste anoche? —puedo ver la ira en su ojos, las ansias de saber si estuve con algún maldito idiota. —¿Con quién?

—¡Con un chico en un hotel! ¿eso quieres escuchar? ¿quieres saber qué hicimos también? —Todas su facciones se desfiguran y la presión en mi piel se hace más fuerte, me está lastimando. —Ahora suéltame.

Mamá pasa a mi lado y se pierde entre el pasillo, intento seguirla pero este hombre no me suelta.

—Dame tus llaves. —Me ordena, pero me niego e intento soltarme. —Dame tus malditas llaves.

—No.

—Bien, será de otra forma.—Dice y me suelta, lo veo dar media vuelta y salir de la casa casi corriendo lo sigo para ver como abre el garage con furia.

Sé que va a buscar así que corro y me interpongo entre él y la moto, pero me empuja provocando que me golpee con un estante y mientras intento recuperarme Peter saca a Cat a la calle y la estralla en la calle sin más. Siento como mis latidos se aceleran ante el ruido del impacto, creyendo que es lo único que hará me quedo perpleja viéndolo patearla sin poder siquiera rayarlo.

Cuando Peter nota que es en vano vuelve a entrar y yo al ver que va hacia el bate de baseball corro hacia mi moto e intento quitarle el trozo tallado de madera antes que lo impacte en Cat, pero logra zafarse y da el primer golpe en la delantera.

—¡Basta! —le ordeno ante el segundo golpe, pero no se detiene y arremete contra el timón con fuerza. —¡Que pares!

Las lágrimas mojan mis mejillas y respiro con gran dificultad.

Dime si esto es un Juego; para Desaparecer.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora