Reposo

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Después de algunos días de estar en el hospital el doctor le dio de alta con bastantes cuidados que debía tener para no dañar ninguna de las costuras que tenía por todo el cuerpo.

Su hermano junto con su padre lo subieron al auto y lo llevaron a casa, para momentos después acostarlo en su cama perfectamente esterilizada.

Estaba más tranquilo en su habitación que en ese hospital con olor a cloro y anestesia que lo mareaba y a pesar de no sentir dolor tenía cierta incomodidad, como si no se pudiera mover en absoluto.

-¿Cómo te sientes hijo?- Preguntó Mikoto desde el marco de la puerta.

-Me siento bien, solo espero que me quiten esto lo antes posible, es incómodo- Respondió mirando de reojo a su mamá.

-Lo sé. He venido a decirte que sabes que tu padre, Itachi y yo trabajamos durante el día así que hemos decidido llamar a alguien para que te cuide- Dijo ella con una sonrisa nerviosa.

-Espero que no sea...- Interrupción.

-¡Teme!- Gritó Naruto corriendo hacia la cama de su mejor amigo y tirandose a su lado.

-Cuidado Dobe- Lo golpearía sin duda pero no podía moverse.

-Gracias por recibirme con los brazos abiertos- Se burlo el rubio imitando la forma en que el azabache tenía los brazos puestos ya que no los podía mover.

-¿No se ocurrió nadie mejor mamá?- Dijo Sasuke casi en agonía al pensar en su mejor amigo cuidando de él, era un sinónimo de muerte segura.

-Ah no, Naruto solo vino de visita- En ese momento Hinata algo avergonzada entro a la habitación y se posicionó junto a la madre de Sasuke.

-La traje a ella. Como se quedó a tu lado durante estos días y no parecía molestarte le pedí cuidarte, además, es muy linda- Agregó la mayor haciendo que Hinata se sonrojara.

-Hina, así que cuidarás al Teme, suerte. Como puedes ver, esta de mal humor- Dijo acercándose a su oído.

Una azabache y una rubia conversaban animadamente con el Uchiha, intentando hacer que al menos por unos minutos olvidara esa incomodidad que tenía pero no era nada fácil.

-Bueno Teme, debo irme antes de que mi mamá me mate. Adiós Hina- Salió corriendo de la habitación mirando su reloj y dejando a dos cabelleras negras solas en la habitación.

-Naruto-kun es muy amable- Dijo cuando se marchó de ahí.

-Es un idiota-

-Es tu amigo- Soltó una risilla.

-Mi amigo idiota- Mostró una sonrisa de medio lado al ver a Hinata riendo, era apenas perceptible pero su risa era muy bonita.

-Deberias comer Sasuke-kun- Miro la hora y ver que el almuerzo ya casi pasaba.

-¿Qué hay de comer?- Consulto esperando que su madre no haya preparado ramen solo por el idiota del Uzumaki.

-Sopa- Sin ganas realmente el azabache acepto, no quería sopa pero ya estaba haciendo un poco de hambre.

La chica salió de la habitación y momentos después volvió a entrar con una pequeña bandeja con el plato de sopa y algo de agua.

Tomo una silla y la colocó junto a la mesa de noche de Sasuke, para así quedar frente a su amigo.

-¿Me darás de comer?- Preguntó mirando incrédulo como ella tomaba la cuchara con caldo y la movia de arriba abajo para enfriarla un poco.

-Sí- Contestó sin mirarlo y llevo a cuchara al frente de la boca del Uchiha, cuidando que no le cayera encima con la mano que le sobraba.

-Me... da pena- Dijo algo avergonzado volteando la cara a un punto muerto. No entendía porque, probablemente esa chica ya lo había visto haciendo sus peores caras y aún así le daba vergüenza algo como darle un poco de sopa.

-Entonces no te veré- Dio una pequeña sonrisa y Sasuke sin entender muy bien se volteo a mirarla y noto que sus ojos estaban cerrados y algo incrédulo tomo el primer bocado y así hasta terminar la sopa.

-¿Esta rica?- Lo miro mientras se levantaba para llevarse las cosas a la cocina.

-Gracias- Se sonrojo un poco, no podía negarlo pero ni  siquiera el sabía el porque su cuerpo estaba reaccionando así ante la muchacha.

Luego de eso miraron algunas películas infantiles en el televisor, no es como que fueran del gusto de Sasuke, pero no podía arriesgarse a ver otros géneros que le causaran una reacción muy violenta o el accionar de su cuerpo no resistiría los hilos.

Mientras veía la película se desvió un momento para ver el perfecto perfil de su amiga, nariz espigada, ojos grandes y claros, junto a sus mejillas coloradas y su cabello perfecto, le resultaba algo raro que una belleza tan exótica aún no tuviera "duelo".

-¿Pasa algo?- Preguntó Hinata al sentirse observada por el Uchiha.

-Nada, solo...- Piensa piensa piensa -Miraba tu nariz, es linda-

-Etto... g-gra-cias- Comenzó a jugar con sus dedos indices, la verdad es que no se esperaba tal comentario.

Al principio el ojinegro pensaba en preguntarle a Hinata sobre algún enamorado pero no tendría el valor suficiente para escuchar que era él.

Si bien es verdad que hace casi tres años fue la confesión de Hinata, podía ser que esos sentimientos hayan cambiado o simplemente no, por el momento la verdad, no deseaba averiguarlo y menos perder a su preciada amiga.

Cuando cayó la noche y la familia Uchiha estaba en casa la Hyuga decidió marcharse, dándole las buenas noches a Sasuke y salir corriendo a su casa.

-Veo que tuviste un gran día hermanito-

-No molestes- Dijo Sasuke intentando evitar las burlas de su hermano.

-¿Cuándo la invitaras a salir?-

-No la invitaré, es mi amiga, solo eso-

-Yo no veo eso, pero bueno- Salió de la habitación y se marcho.

Itachi era un tonto, Hina y el habían conformado una amistad increíble, que nadie podría romper, ni siquiera ellos mismos.
○○○○

La ojiperla llego y se tiró en su cama, acariciando su nariz y recordando las hermosas palabras de Sasuke.

-¿Como te fue?- Hanabi se tiro a la cama para escuchar hablar a su hermana.

Este le comenzó a explicar todo desde que llego, sin exceptuar lo lindo que se veía Sasuke con vendas hasta en el trasero.

-¿Crees que pronto te invite a salir?- Preguntó Hanabi emocionada.

-Espero que sí, él... lo prometio- Sonrió y comenzó a saltar en la cama junto a la Hyuga más joven mientras Neji miraba desde el marco de la puerta como las dos seguían siendo unas niñas.

El peso del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora