T/N

3.4K 312 215
                                    

Su horrible presencia se sentía en todos lados desde mi cabeza hasta la punta de los dedos, era bastante imponente nada que hubiera sentido antes, me perdí por un momento en el que mi mente quedó presa del miedo, luego el estaba ahí frente a mi con sus ojos preocupados viéndome reflejada, no podía dejar que nada malo le pasará debía protegerlo no importaba como, Gyuu era muy importante, no podía perderlo a el, no a el, así que me obligué a calmarme y a recuperar la compostura, debía sacarnos de ahí, debía sacarlo a el de ahí, le dije que corriera lo más rápido y que no mirara atrás, nos pusimos a correr y dentro de mi había una pequeña esperanza de que el demonio no se moviera y que nos dejará pero no fue así, lo sentí moverse, solo un poco al inicio y le pedí a Gyuu que acelerará el paso, afortunadamente el era muy rápido y así lo hizo pero unos segundos más tarde el demonio se movió, esta vez más rápido, fue ahí cuando supe que tal vez nos estaba comenzando a sentir, no importa lo rápido que fuéramos el nos alcanzaría y no podríamos hacer nada, miré a Gyuu, ese pequeño niño que llegó hace seis meses, quién diría que se convertiría en una persona tan especial para mí, el primer chico al que he amado, con el que me gustaría haber pasado más tiempo, por el que viviría está horrible vida una y otra vez, definitivamente debía salvarlo, con que el viviera me bastaba, de todas maneras yo moriría pronto, era mejor morir protegiendo a otras personas que morir deplorablemente en una cama sin nada que hacer, fui disminuyendo el paso lentamente para que Gyuu no lo notara y cuando deje de correr el ya no estaba en mi campo de visión pero lo sentía más adelante cada vez más rápido, desvíe mi vista hacia donde estaba ese demonio y me dirigí hacia allá, claro estaba que no le ganaría solo debía alejarlo un poco, distraerlo un poco tal vez el tiempo en el que yo fuera su comida bastaría hasta que Gyuu llegará con Urokodaki, y esperaba que Sabito y Makomo ya hubieran llegado.

Al acercarme más la presencia se hacía más fuerte y cuando el demonio volteó a mi dirección supe que había llegado la hora, rodeé los árboles pasando a muchos metros de el y seguí recto esperando a que me siguiera, corrí lo más rápido que pude imaginándome a una estrella fugaz, rápida, más rápida, pero fue solo un segundo, solo uno y el ya estaba casi en cima mío, apenas alcance a reaccionar y un corte profundo apareció en mi brazo derecho, la sangre brotó dejando una sensación de ardor caliente, pero no tenía tiempo de quejarme por un corte, como pude saque la bolsa que traía las flores hechas picadillo y las arroje al demonio esperando que se distrajera un poco, no esperaba que funcionara pero lo hizo, aproveché para intentar hacerle daño. Cuarta  postura: golpe de marea. Octava postura: lago de cascada. Séptima postura: Gotas de lluvia penetrantes. Hacer todas esas posturas seguidas una tras otra era cansador  pero era en las que mejor potencia y fuerza tenía, todos los golpes los había atinado o eso creí, ¿Entonces por qué cuando me aleje su cuerpo estaba como si nada?, Yo no era la mejor, pero un demonio no podía resistir todos esos ataques, en seguida comencé a pensar otra cosa que hacer, lo bueno era que ya no sentía a Gyuu así que estaba bastante lejos pero debía entretenerlo más. Iba a hacer otro movimiento pero el se cómo a reír.

- ¿En serio?, Creí que sería más interesante, no eres más que una niña débil, ¿Que planeas hacerme?, ¿Matarme?, No me jodas.- se rió más y recupero la compostura, no parecía demonio era como un humano, pero no debía dejarme engañar, el era un auténtico demonio y comenzó a caminar lento hacia mi y al nada más parpadear el estaba ya a dos metros de mi.

- Segunda postura: Rueda de agua - lo hice lo más rápido que pude pero el penetró la rueda sin sufrir algún daño y me hizo un corte que abarcó todo mi pecho, afortunadamente no tan profundo como el otro pero igual de dañino pues sangre comenzó a escurrir y no podía detenerlo con la respiración, antes de darme cuenta el me tomo del brazo y me lanzo contra un árbol bastante ancho sacándome el aire, sentí como unas de mis costillas se rompían pero debía pararme, solo un poco más. Sin embargo no me podía mover así que  trate de buscarlo con la mirada, pero no lo veía, opte por cerrar los ojos, lamentablemente no sentí todo, era mi propio miedo que me impedía moverme y sentir con claridad, entonces Sabito brotó en mi mente.

REMEMBER ME (Gyuu Tomioka Y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora