REMEMBER ME (Gyuu Tomioka Y Tú)

TN

El chico no contestó nada como esperaba solo desvió la mirada, Sabito se le quedó viendo de forma extraña, el no había tenido muchos problemas con eso según me había contado Urokodaki, el era bastante fuerte física y mentalmente por eso los que estábamos a su alrededor igual nos volvíamos fuertes y eso era bueno, pero no era un experto tratando con las demás personas y cuando estaba a punto de abrir la boca lo interrumpí.

- ¡Urokodaki abuelo!-grite espantando a todos, y Sabito me miro mal- es mejor que comencemos a comer, se nos hizo tarde hoy y todavía nos falta entrenar las posturas, no quiero demorar mucho más, ¡además me muero de hambre!

- Si -asintió Makomo- también me muero de hambre.

- Entonces comamos, den las gracias y comiencen- comenzamos a bendecir y luego a comer, todo transcurrió en silencio hasta que terminamos- Reposen un rato, mediten, respiren, vallan a fuera.

Sabito salió primero seguido de Makomo y luego yo salí, y escuche a Urokodaki hablar.

- Gyuu, has un esfuerzo, se que es difícil pero debes seguir adelante, abstraerse, llorar no servirá, TN tiene razón, ellos son tu nueva familia, tienes una nueva oportunidad, debes aprender a llevarte bien con ellos y hacerte fuerte para protegerlos.

- TN, ¿que haces?

- Nada Makomo- dije sonriendo, Urokodaki era muy amable-  vamos o el enojón se enfadara.

- Tarde otra vez, ¿es tan difícil llegar hasta acá?, Se nos hizo tarde y llegan tarde, hoy no dormiremos.

- Lo sentimos Sabito, daremos lo mejor de nosotras.

- Como sea, hoy comenzaremos con la séptima postura, Recuerden que la respiración lo es todo.

- Si Sabito como digas.

comenzamos a entrenar posturas eran complicadas y precisas tal y como era el agua.

- TN, tienes que ser más rápida si la quieres lograr, en eso se basa esta postura, esfuérzate más.

- ¡Si!

Urokodaki nos había dicho que teníamos que volvernos más fuertes para entrar a la selección final, debíamos cortar una roca pero todavía no teníamos la fuerza suficiente por lo que entrenabamos  mas duro cada día, me pregunté cómo trabajaría ese chico nuevo "Gyuu" así lo había llamado Urokodaki, tenía que trabajar muy duro para estar a nuestra par, mientras estaba concentrada vi a Urokodaki y a Gyuu ascender el camino de la montaña, al parecer ya era hora de dejar que el solo la bajará, bastante rápido a mi parecer.

- Hey TN - susurro Makomo tratando de que Sabito no lo escuchara- ese chico se ve muy indefenso, ¿tú crees que logré bajar?

Después de pensarlo unos segundos y pensar en lo que el transmitía respondí.

- Definitivamente Makomo, puedo sentir que tiene espíritu, es fuerte igual que nosotros.

- Dejen de hablar así de el, si Urokodaki lo trajo es por qué tiene algo especial.

- Tienes razón Sabito, todos sabemos que los estudiantes de Urokodaki son realmente especiales- respondí-

Pasamos toda la tarde y la noche entrenando, Sabito quería que no descansaramos pero Urokodaki dijo que teníamos que regresar para tal vez recibir a Gyuu en la mañana, cuando llegamos a la casa y todos se acostaron me levanté, agarre un poco de agua y un poco de comida y me dirigí a la montaña, sabía que estaba prohibido ayudar a los recién llegados pero a mi me ayudaron o bueno eso se podría decir, recuerdo que al final  había un pedazo de pan y un vaso de agua, sonreí ante el recuerdo y sin darme cuenta ya había llegado, no pude ver a Gyuu durante mi camino aquí así que supuse que seguia arriba, considere dejar la comida ahí como Sabito lo había hecho pero me arrepentí, si no la cuidaban se llenaba de tierra o humedad, la mejor opción era esperar a Gyuu, decidí esperarlo mientras entrenaba una postura, pasaron unos minutos o tal vez horas, no lo sabía con exactitud hasta que lo sentí acercarse, débil, cansado más que nada, lo sentí callendo unos pocos metros más arriba, no debía interferir así que no fui a ayudarlo "tu puedes, párate y llega a el final, no puedo ayudarte mientras estés allá", y se levantó lo sentí acercarse y por fin lo ví apoyándose en un árbol.

- Es bueno verte entero- dije acercándome- estaba un poco preocupada de que no bajarás pero estas... Bien, supongo.

El se exaltó al escuchar mi voz, se giró rápido y al verme ahí parada puso cara confundida pero no dijo nada solo se limito a mirarme, luego se balanceo hacia adelante y cayó.

- Hay lo siento, estabas un paso dentro de la montaña, pero ahora ya estás fuera, así que puedo ayudarte- dije ayudándolo a pararse- tu sabes, tenemos que bajar solos pero una vez abajo podemos recibir ayuda, traje agua y un poco de comida, solo un poco, cuando llegues a la cabaña te darán más.

El no dijo nada, lo ayude a sentarse contra otro árbol, le dejé la comida y mire hacia el cielo, el sol estaba por salir en unas cuantas horas más.

- Increíble, bajaste rápido, me alegra que lo hayas hecho bien- me gire a mirarlo y sonreí al verlo comer- debo irme o me regañaran, ten cuidado al regresar, no bajes la guardia y por favor no digas que yo te ayude, nos vemos- y salte para bajar más rápido, la caída no era mortal pero aproveché para practicar la novena postura, salió bien según yo, me apresure a llegar, nadie me había visto cuando sali o eso creía pero cuando llegue Sabito estaba ahí, negando con la cabeza.

- Muy mal TN, sabes que no lo podíamos ayudar.

- Mira quien lo dice- lo miré a los ojos- tú también me ayudaste, ¿Recuerdas?

Su cara expreso sorpresa y sus mejillas sé tiñeron de rojo.

- Como sabes que...

- Vamos Sabito fue muy obvio, te logré sentir, y además el abuelo Urokodaki no dejaría un pan en la tierra, ¿Que te costaba ponerlo en un trapito?

- Por lo menos comiste un poco mal agradecida, era la mitad de el mío.- respondió de mala gana y yo reí-

- Si, gracias por eso, lo aprecie bastante, ahora vamos o Urokodaki se dará cuenta.

Caminamos en silencio hasta que su pregunta floto en el aire.

- ¿Y como está él?

- ¿Gyuu?, Está bien, bajo la montaña rápido para ser nuevo.

- Para ti todos son rápidos TN... - estábamos hablando normalmente cuando una repentina y molesta tos hizo acto de presencia- ¿Estás bien?, No me digas qué... Te llevaré con Urokodaki, ven.- Sabito me cargo y me llevo con Urokodaki, era muy dramático, una tos no podía matarme, no todavía.