Gyuu

5.6K 538 158
                                    

Desperté con el cuerpo adolorido y con hambre, no se escuchaba a nadie tal vez se habían ido a entrenar, me levanté como pude y me dirigí a la cocina, mientras caminaba hacia allá escuché la voz de Urokodaki, me dirigí hacia el cuarto para verlo pero me detuve cuando lo escuche alzar la voz.

- Se que lo entiendes, no eres una niña pequeña, no puedes ir por ahí pretendiendo que nada malo pasa TN- ¿TN?, ¿Estaba hablando con ella? ¿No debería estar con los demás?-

- Lo siento Urokodaki abuelo pero no puedo detenerme, no ahora que estoy más cerca de mi meta, debo practicar más, no puedo detenerme por esto.

- No creo que llegues tan lejos si sigues así, no quiero que entrenes por ahora, no hasta que te recuperes.

- ¡Pero Urokodaki!

- Nada de peros, habíamos llegado a un acuerdo, es eso o consideraré seriamente las palabras de Sabito.

Hubo un silencio que duró unos minutos ¿De qué estaban hablando?, Urokodaki sonaba serio, ¿Habrían descubierto que TN me llevo comida?, No podría pasar o ¿si?, Volví a mi mismo cuando ella volvió a hablar.

- Bien, no entrenaré por ahora, lo prometo.

- Es un acuerdo entonces... Debo irme ahora, confío en tí.

Dicho eso escuché a Urokodaki salir, me trate de esconder para que no me viera y cuando se fue me quedé un momento ahí parado pensando a qué se refería con lo que dijo, TN, ¿le había pasado algo malo o la castigaron por lo ya mencionado?

- Que injusto, nunca va a entender que debo seguir entrenando ¿No crees que es injusto Gyuu?- me quedé sorprendido cuando escuché mi nombre, ¿Cómo sabía que yo estaba ahí?, La ví asomarse por la ventana y luego se acercó sonriendo- me alegra ver que estés de pie, debes tener hambre, vamos.

Tomo mi mano y la jalo guiandome a la cocina, una vez ahí comenzó a calentar una sopa y a sacar unos platos.

- Lo siento- no era lo que quería decir pero fue lo único que salió de mi boca-

- ¿Que?, ¿Por qué te disculpas?, No hiciste nada malo.

- Por escuchar tu conversación con Urokodaki.

- A eso, no era como tal una conversación, solo me estaba regañando, no tienes por qué disculparte.

- ¿Regañando?, ¿Fue por qué me ayudaste?

- No, no fue eso, solo digamos que me dió un pequeño resfriado y no quiere que entrene para que no empeore.

- Entiendo entonces no fue por mi culpa

- No no es tu culpa

Ella volvió a sonreír y me pareció bastante extraño ¿porque sonreía mucho?

- De qué te ríes - pregunté con cierta curiosidad-

- Desde que llegaste aquí es la primera vez que estamos hablando normalmente, me alegra que estés hablando más ahora, demuestra confianza.

Me quedé en silencio ante sus palabras, que sincera, pero ella tenía razón ahora estábamos hablando más era muy cómodo hablar con ella a diferencia de los demás tal vez era porque me había ayudado o simplemente siempre había sido fácil que llevarse bien con ella.

- No me veas tan raro- dijo sacándome de mis pensamientos y hasta ese momento no le había dado cuenta de que la había estado mirando fijamente-

- Lo siento.

- Y otra vez a disculparte, no lo hagas, al menos no con migo, con Sabito es otra historia pero bueno.

- Sabito-tenia curiosidad de el tal vez quería llevarme bien con ellos o tal vez solo era para no cometer un error- ¿Como es?

- Bueno, Sabito es complicado, pero es buena persona suele fingir que no le importa nada más que volverse fuerte pero es mentira, se preocupa por las personas más de lo que piensas- se detuvo unos momentos y luego siguió hablando- en cuanto a Makomo, es muy abstracta pero es divertido estar con ella, es muy sensible también, aquí tienes- dijo dejando un traste con sopa enfrente mío, se sentó y me miró-

- Gyuu come, debes ir a entrenar para poder alcanzarnos e ir a la selección final.

- ¿Selección final?, Que es eso.

- La prueba para poder convertirnos en verdaderos cazadores de demonios.

Tenía razón debía esforzarme para alcanzarlos más rápido, pero ¿Podría hacerlo?, Me refiero a ellos tienen más experiencia que yo y han entrenado por más tiempo, esa duda surgió en mi cabeza y no pude evitar preguntar.

- A, disculpa T/N, pero ¿Cuanto tiempo llevan entrenando?

Su expresión cambio por un segundo pero se recuperó rápido.

- En mi caso, yo llevo entrenando dos años y medio, Sabito lleva aquí unos tres años y Makomo apenas lleva uno, ¿Por qué?

- Solo tenía curiosidad.

Ella se limitó a asentir y terminamos de comer en silencio después ella lavo los trastes y yo limpie la mesa cuando termine de reposar me dirigí a dónde se suponía debía entrenar.

Era bastante duro, a decir verdad ese chico Sabito daba miedo y por un solo error me abandona en medio del bosque pero comenzaba a llevarme mejor con todos y a mejorar mis posturas, aunque había algo que me intrigaba, habían pasado unos días desde que escuché a Urokodaki hablar con TN y ella no había venido a entrenar desde entonces, un resfriado ya debería haber pasado y últimamente TN estaba pálida y trataba de verse animada pero eso no le quedaba, me quedé ensimismado dándole vueltas al asunto que no me di cuenta que Sabito me hablaba.

- ¡Oye Gyuu!- grito dándome un golpe en la cabeza que me dolió hasta el alma y luego suspiró- Que les pasa a todos el día de hoy, Makomo está en las nubes y tú en la luna, te llevo hablando un rato y no haces caso, ¿Se puede saber que estás pensando?

- En TN- respondí sin antes pensarlo bien, al instante supe que había respondido mal por qué Sabito se puso rojo y apretó los puños-

- Que valiente de tu parte Gyuu admitir eso en frente mio- dijo amenazante-, ¡pero por qué nadie presta atención al entrenamiento!, ¡Hey Makomo!, Vámonos y tú enano quédate aquí a entrenar, no vuelvas hasta que la postura te salga a la perfección.

Dicho esto se fueron y me dejaron, debí haber pensado mejor lo que dije, ahora tengo que esforzarme el doble, así que por un momento Gyuu deja de pensar en TN.

REMEMBER ME (Gyuu Tomioka Y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora