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—¿Qué tanto piensas? —Pregunta un Jimin sentándose a su lado.

El castaño se encontraba sentado en uno de los pequeños muebles que yacían en el jardín mirando a un punto fijamente, perdido en Dios sabrá qué cosas.

Su mente estaba fuera de sí, había salido a distraerse un rato en aquella gran casa. Se aburría en gran manera, viniendo a su mente como había cambiado su vida últimamente. Ya eran dos meses de estar en aquella casa y su vida giró en gran manera. Antes su tiempo era limitado, ayudando a su abuela y yendo a la escuela, extrañaba a esos chiquillos.

Donde residía como profesor últimamente le estaba costando adaptarse, pero poco a poco se estaba ganando el cariño de los pequeños, alegraban su día y esperaba en algún momento él tener sus propios hijos y alegrarse el día viéndolos crecer, porque sí, no quería sólo uno.

Estando en esa casa cuando no iba a la escuela era una tortura, su tiempo era más y no sabía en qué gastarlo, Jimin era su única compañía y era el único que lo sacaba de ahí, agradecía eso; pero aún así, este era uno de esos días donde reflexiona qué es lo que ocurre con su vida, como por ejemplo, pensar en aquella sensación que sentía ante la falta de presencia de JK.

Desde aquella noche, sólo lo vio por momentos y de ahí salió de viaje unos días, los cuales no lo ha visto y desea verlo. Tenía aquella angustia y desesperación, quería correr hasta él y tocarlo, besarle y...,  y ya no sabía qué ocurría con sigo mismo.

—Nada importante. —Contestó—. Sólo vaciar mi mente.

—Mi hermano ya regresó, está en su habitación. —Le hace saber Jimin para captar su atención y sonrió al lograrlo, porque pudo presenciar de primera mano como el rostro se le iluminaba cuando volteó a verle.

Sólo duró unos segundos esa iluminación.

—Regresó bien, eso es bueno.

Jimin bufó. ¿Eso era todo? ¿no correría hacia él?

Vamos, si él lo ha visto inquieto y tratando de buscarle, llamar su atención. ¿Por qué se retenía?

—¿Y qué esperas?

—Nada, él posiblemente tenga razones para evitarme.

—Él no te estaba evitando.

—Entonces... ¿por qué no me hablaba? ni siquiera se despidió al irse.

—Tae... él es así, debes acostumbrarte. —Apretó su hombro con una de sus manos—, pero te apuesto que desea verte como tú también lo haces.

Nada quitaba con intentarlo, pero era consiente de que si iría no sabría qué decir o cómo actuar. Él lo intimidaba y quizás eso bastaría para que no fuera, pero... quiere verle y eso sólo pasará si va dónde él.

Aunque había algo que lo atormentaba más y era que... ¿Qué pasará si siente algo por él? ¿Él le corresponderá? había rechazado al tipo ese y por lo que sabe, no se abre en ese aspecto, ¿Quién dice que con él sí?

Le aterraba enamorarse y no ser correspondido.

—¿Estás seguro? —Desvió su mirada—, tu hermano provoca muchas cosas en mí, Jimin, y no sé si podré controlarlas y no ser correspondido.

—Lo sé y eso no puedo asegurártelo, por eso, te tocará arriesgarte si lo deseas.

—¿Y si me arriesgo y él no se abre? sé que hay algo que lo retiene, pero...

—Averígualo y tú mismo decidirás si seguir con ello.

Él sólo asintió, se levanto viendo a Jimin el cual le sonrió mostrando sus dientes, su emoción era palpable. Le dedicó un "Fighting" antes de perderle de vista.

Blue and Grey |VKook|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora