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Claro que todo era una locura, albergar a aquel chico lo era aún más ¿En qué estaba pensando al hacer aquello? no dejaba de reprochárselo y en todo el camino a casa, la mirada de su "mano derecha" no se apartó en ningún momento y eso, incomodaba al castaño que iba a un costado de él.

Ir en esa camioneta no era para nada agradable a ojos del castaño que decidió ir con ellos, el tipo ese no lo era, los demás hombres con armas mucho menos, nada era agradable y él sólo rogaba por salir con vida. Aún no quería morir, pero quería saber muchas cosas y la que más lo carcomía era... ¿Por qué ese hermoso hombre estaba envuelto en todo esto?

Todo el miedo del castaño aumentó al sentir que la camioneta en que se transportaba se detenía y al mirar por la ventanilla del vehículo pudo divisar una enorme casa, no, más bien mansión, la cual era monitoreada por más hombres con armas en sus manos, sólo de verles su miedo aumentaba y cada vez sus posibilidades de salir con vida se desvanecían, ¿por qué había aceptado?

—Ellos no te atacarán —el chico hermoso que lo llevó allí le habló—, a menos que yo lo diga —Sonrió. Eso no daba gracia—, Esas personas son las que te cuidarán.

Antes que pudiera decir algo, la mano derecha de él habló haciéndolos bajar del vehículo y lo primero que vio el castaño fue el cambio de actitud en el chico, el cual al salir de la camioneta la sonrisa que le dedicó se borró por un rostro completamente serio que daba un tanto de miedo, era imponente su postura y la forma de caminar, él se quedó estático al observarlo.

—¿Te quedarás ahí? —Le dijo con voz demandante, el castaño negó—, ¿Qué esperas entonces? camina.

Y no lo dudó. A zancadas grandes le alcanzó, siempre sintiéndose cohibido y el tipo ese no le daba buena espina. Le hacía sentir con miedo, vulnerable.

Al entrar a la mansión un pelirrubio que esperaba ansioso a que su hermano llegara, vio como la puerta era abierta y su incertidumbre terminaba al verlo cruzar el marco de esta. Sin importar corrió y se abalanzó a sus brazos, soltando algunos sollozos mientras que él trataba de calmarlo con que todo estaba bien, él estaba bien.

—Ya puedo respirar a gusto —Dijo al separarse y limpiar sus lágrimas sin percatarse del castaño que observaba la escena con compasión y duda de quién era ese rubio.

—Eres todo un llorón —Le dijo con una pequeña sonrisa—, Deberías estar ya acostumbrado a esto, sabes que tengo un fuerte motivo para volver.

—No soy llorón. —Recriminó con enfado—, Pero por ti lo soy y... me asusta pensar que no vuelvas...

—Sabes que mi motivo eres tú, eres el motor para tenerme de pie, la única persona que amo.

Al decir lo último, el castaño que era el único que no entendía la escena, comprendió de mal manera esas palabras. ¿Era su pareja? vaya... era de suponerse, él es hermoso y... de carácter. Sin querer sonrió soltando un suspiro que ni él mismo sabía como interpretarlo. Ese suspiro fue el causante que el rubio lo notara.

—¡Oh! ¿él, quién es?

—Cierto... se quedará con nosotros. —Fue lo único que dijo para tomar su postura fría de nuevo y con un beso en la frente al rubio se marchó sin decir más.

Todos sabían qué significaba aquella actitud y lo que vendría con ello, todos excepto el castaño que no comprendía. El tipo que suponía era cercano a él, sólo le dio una mirada fría y se marchó dándole un asentamiento de cabeza al rubio el cual comprendía todo.

Un silencio se instaló y los nervios volvieron al castaño quien no sabía qué hacer, nadie le dijo nada y todos se marchaban a excepción del rubio que lo analizaba con intensidad, lo que hizo que él no se quedara atrás e hiciera lo mismo.

Blue and Grey |VKook|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora