El Misterioso Caso Del Tren

Cómplice

Muchos policías se movían de un lado al otro buscando evidencias. Después de mirar a los policías por un rato me di cuenta que el tren estaba ahí. Estaba en su lugar.

"¿Porque esta ahí el tren?" Me preguntaba.

De repente siento algo que me agarra por la espalda rápidamente. Era un policía.

- Tenemos que hablar en la comisaría- Dijo serio.

No dije nada en todo el camino hasta que llegamos. La comisaría era un edificio pequeño de dos pisos, con unas cuantas ventanas sucias y dos autos patrulleros estacionados al frente de la entrada. Entramos a una pequeña sala de "interrogatorios", eso decía en la puerta, pero parecía más una oficina cualquiera con un escritorio y papeles desordenados. Me senté en una silla y dije:

-¿Porque me trajeron?

- Usted, John Wesley, es uno de los sospechosos del asesinato de Paul Córner.- Dijo un señor alto y delgado, que parecía ser el jefe de la comisaría.

- ¿Porque? Yo me encontraba de viaje en Londres estos días, acabo de volver.

- Claro, huiste a Londres y volviste hoy creyendo que todo ya había pasado. Pero no, no somos tan tontos como creías.

- ¿Y porque creen que fui yo?- Pregunte angustiado. Por un momento creí que todo mi esfuerzo iba a ser en vano y que me arrestarían sin dejar que me defendiera.

- Hay pruebas señor Wesley, las cámaras lo captaron saliendo de la oficina de Paul el día del asesinato.

- Pero...- No sabia que decir, eso era verdad, no tenía excusas, tenían evidencia contra mi. - ¿No vieron las grabaciones de la noche del asesinato? Alguien entró esa noche... - Dije nervioso intentando cambiar de tema.

- Las grabaciones están cortadas entre las 3:00 y 3:15 a.m, hora en que el señor Paul murió según las autopsias.

- Si hubiera sido yo no hubiera dejado que las cámaras me grabaran.

- Entonces si no fue usted, ¿Porque no vino a la comisaría a contarnos lo que paso? Todo hubiera sido diferente... Pero claro que no haría eso porque usted es el asesino.

- No fui yo.- Dije enojado. Ahora me culpaban de asesino.

- Siga diciendo eso... Tenemos pruebas.

- Deme un día, y le demuestro que no soy culpable.

- Un día. Pero estará acompañado de policías las 24 horas del día.

- Muchas gracias, mañana vera que se equivoco, que yo soy bueno.

- No se olvide que además tiene cargos como cómplice por no decirnos que Paul estaba muerto. Que tenga un buen día John.

Eso era verdad. Por mas que no quería, fui cómplice. Pero estaba dispuesto a pagar el precio.

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