El Misterioso Caso Del Tren

Trenes & Cia Londres

Narra John:

Nos despertamos a las 7:30 a.m listos para otro día, para ver que nos aguardaba el día de hoy.
Tomamos un desayuno rápido en un café a dos cuadras de la posada y fuimos en tren a un barrio en las afueras de Londres. Después tomamos un autobús hasta un letrero grande y sucio que decía:
" Trenes & Cía Londres"
- Al parecer cambiaron de nombre en 18 años- Dijo Wilson, que no había dicho nada hasta ese momento.
Bajamos en la siguiente parada y fuimos caminando, hasta llegar al gran portón que se encontraba cerrado.
El terreno era enorme, de aproximadamente 1 hectárea con muros de dos metros y cercas eléctricas. Parecía más una carcel. Tocamos en portón y nos abrió un hombre muy grande, parecía un matón, Wilson y yo nos miramos asustados y entramos. El hombre no nos dirigió la mirada, nos dejo pasar y se fue. Adelante había una edificio pequeño de tres pisos en muy mal estado que decía: "oficinas administrativas"
Se nota que los años de gloria de esa empresa ya habían pasado, tal vez salía más barato comprar trenes hechos en China, o simplemente había mejores lugares donde comprar trenes en Inglaterra.
Entramos al edificio y solo había un escritorio ocupado por un señor mayor, parecía de unos 60 años.
- Buenos días.- Le dije.
-¿Viene a comprar o que?- Respondió malhumorado.
- Como quiere que le compren si le habla así a la gente.- Dijo Wilson enojado.
- Lo siento, estos últimos años no han sido fáciles.- Respondió triste, el señor ya no me irritaba, me daba pena, se notaba que no le iba bien en el negocio.
- Señor, ¿Desde cuando trabaja aquí?- Le pregunté.
- Desde 1976. Y no pienso dejar este lugar hasta el día de mi muerte.- Dijo riéndose.
Mire a Wilson sorprendido.
-¿Usted hizo algún negocio con Fred Córner?- Le pregunte ansioso al señor.
-¡Ahhhh! Ese canalla..... ¡Algún día me las pagara!- Gritó. La expresión en su cara paso rápidamente de tranquilidad a odio.
-¿Que paso con el señor Córner?
- ¿Porque quieren saber eso?- Pregunto desconfiado.
- Es que....- Intentaba pensar en que escusa le diría pero me interrumpió.
- Ya, no me importa. Les contaré todo. 1980, vino elegante, parecía un hombre confiable, hicimos un negocio, le vendí un tren eléctrico. Todo fue bien, transfirió el dinero a la cuenta de la empresa. Después, fui a ver el estado de la cuenta en el banco y un día anterior al hacer la venta había sido descontado el mismo monto del costo del tren, que Fred pago el siguiente día.
- ¿Ósea que los estafó?- Pregunte.
- Exacto. Después de eso fui con la policía, pero no habían pruebas y además el señor Córner desapareció. Nadie mas supo de el.
-¿Y cómo desapareció con el tren? ¿No tenía una dirección registrada?
- La dirección era falsa, el tren había sido enviado a una estación abandonada en un pueblo al norte. Cuando nos dimos cuenta ya era demasiado tarde. Se había llevado el tren a otra parte.
Wilson y yo nos miramos y se que pensábamos lo mismo.