Capítulo III

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Cerré la puerta y me senté en mi escritorio a escribir. Escuché la puerta abrirse y era Laurie había llegado del trabajo demasiado pronto ya que suele llegar tarde, trabaja limpiando empresas o lo que le salga pero siempre hace doble porque si no no le da para pagar la casa y yo sigo sin saber en que trabaja Jeffrey.

-¿que tal te ha ido
preciosa?- ¿preciosa? No ve con la vejez

-genial- le besó

-¿porque tenéis que besaros cuando estoy yo?- se sobresaltaron los dos y Jeffrey se separó rápido rascándose la nuca intentando disimular.

-Evangeline porfavor deja de aparecer derrepente me da a dar algo-

-dejad de besaros, que asco-

-hemos hecho la compra- dijo Jeffrey a mi madre cambiando de tema

-oh que raro porque conmigo nunca va ¿habéis hablado más, ya os conocéis?-

-nos conocimos cuando vino además que hablemos más no significa que me lleve mejor- mi madre suspiró y pasó de mi

Me senté en el sofá y Jeffrey se sentó a mi lado.

-¿en que trabajas?-

-soy jefe de una editorial de libros-

-ah ¿y que tienes que hacer?-

-mandar a la gente a que haga cada uno una cosa-

-quién pudiera mandar y que le pagen-

-no sólo es eso, tengo que controlar quién lo hace, cuánto hay que pagar para cada material, los gastos, que todos mis clientes estén satisfechos y que los que trabajan reciban lo que les pertenece-

-me he cansado de escucharlo-

-¿que os parece si hoy vemos una película?- dijo mi madre enfrente, en la cocina.

-por mi bien ¿y tu
Evangeline?- ¿porque pronunciaba mi nombre tan bien?

-como queráis- dije desanimada y Jeffrey me miró sonriendo

Subí a mi cuarto, me preparé y bajé a donde estaban los dos.

-voy a ir a casa de mi amiga vuelvo en un rato- cerré la puerta y me fui, no quería oír nada y seguí andando.

Dí la vuelta a una calle y me choqué con un chico con el pelo por los hombros, ojos azules y un distintivo lunar al lado de la nariz que me tiró el café por todo.

-PERO TÚ ERES ESTÚPIDO-

-Yo no tengo nada de que preocuparme, mira tú por donde vas-

-HAY QUE GIRAR, MIRA TÚ POR DONDE PASAS-

-toma- me metió un billete de 50 dólares en mi escote

-para que vayas a lavarlo-
Yo sin pensármelo le dí una bofetada

-¿pero que haces?- dijo tocandose el lado en el que le dí

-¿así le das el dinero a todos?-

-no, pe....-

-pues ya está inútil, no quiero tu puto dinero- le tiré su dinero y me fui.

Seguí caminando intentando quitar un poco las manchas que ese idiota me había dejado por la camiseta y subí a casa de Sarah mi mejor amiga.

-¿Evan que te ha pasado?-
-nada un motero idiota me ha tirado todo el café-

 𝐷𝑎𝑑𝑑𝑦'𝑠 𝑖𝑠𝑠𝑢𝑒 (𝑱𝒆𝒇𝒇𝒓𝒆𝒚 𝑫𝒆𝒂𝒏 𝑴𝒐𝒓𝒈𝒂𝒏)  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora