Capítulo XVII.

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Salí a la sala viendo a el hombre con el que me había acostado varias veces ayer, aún me costaba caminar

-buenos días Evan.
Dijo Jeffrey sin tener idea de como me gustaba escucharle.

-buenos días.
agarré agua y bebí.

-¿vienes?

-¿a dónde?

-Iremos a comprar algunas cosas.
Asentí.

Subí a mi cuarto y me puse un vestido negro muy pegado para lo que usualmente llevaba, bajé las escaleras mientras notaba la mirada de Jeffrey en mis piernas, Laurie todavía estaba preparándose y fui a agarrar mi agua y sentí a Jeffrey atrás tocando mis muslos y subiendo su mano mientras susurró en mi oído.

-¿quieres que te desnude justo aquí y recree lo de ayer? Porque lo estás logrando.
Sonreí.

-Señor Morgan debería tener sus manos en sus bolsillos y no en mí, que pervertido.
Dije de broma y nos separemos, justo bajó Laurie y salimos, podía notar la mirada de Jeffrey en mi todo el viaje

-¿que puedo hacer para cenar?

-¿pasta?
Preguntó Jeffrey.

-llevamos cenando pasta toda la semana.
La imité de forma burlona detrás de ella y Jeffrey sonrió mirándome.

Laurie siguió caminando y yo y Jeffrey detrás con el carro a lo que vi la sección íntima y Jeffrey me miró con una sonrisa traviesa haciéndome saber lo que estaba pensando y me sonrojé mordiendome el labio para evitar sonreír. Llamaron a Jeffrey y respondió, colgó y se acercó a mi.

-Después de esto iré con un amigo al bar ¿quieres venir?
Sabía que lo dijo porque no quería dejarme sola con Laurie y acepté, compremos y salimos de allí. Ayudemos a Laurie y volvimos a salir, montandonos en el coche de nuevo y conduciendo a solas, Jeffrey paró en el semáforo, sacó de su bolsillo una caja de anticonceptivos y me los dio.

-sabía que no se te habías olvidado la cartera cuando volviste a entrar.
Le pegué en el brazo y la guardé.

Lleguemos a el bar, era casi una taberna y nos sentemos.

-¿que vas a querer?

-Lo que tú pidas.

-¿estás segura pequeña?
Me preguntó y sonrio.

-deja de llamarme pequeña y sí.
Asintió y pidió Jack Daniel's.

Me bebí todo mientras Jeffrey hablaba con todas las personas que había allí, eran todos amigos suyos, me dijeron lo guapa que era y me sonrojé aunque creo que fue el alcohol, Jeffrey también se emborrachó bastante aunque no quería y nos pedimos más alcohol, esta vez un Johnny Walker un black label, El sabor era increíble al igual que el alcohol que llevaba lo que hizo que me soltase fácil algo que Jeffrey aprovechó para que les cantase a todos, él me escuchó y sabía que cantaba así que me obligó pero el alcohol me nubló mis quejas y canté "Twist of Cain" de Danzig muy borracha pero afiné bien y termine encima de una mesa bailando mientras los demás felices viendo su espectáculo gratis, me seguían al ritmo de la canción, incluso alguno tocaba la guitarra o se inventaban una batería mientras yo movía mi cintura y caderas en esa mesa, llevaba mi vestido negro básico y un gorro de cowboy que alguien me puso. Jeffrey me miraba desde la barra también borracho pero podía notar sus ganas a casi dos metros. Canté con mi voz bastante grave y rasgada para ser mujer y me senté acariciandole la barba a Bob el borracho mientras le cantaba, os hacéis una idea de porque se llamaba así y terminé de cantar negando a los demás que querían que siguiese cantando porque ellos también estaban demasiado embriagados y fui con Jeffrey exhausta.

-mírate, toda una estrella.

-cállate.
Dije sonriendo y terminando mi botella de whiskey. Jeffrey se acercó a mi oído y susurró a pesar de que no se escuchaba por el ruido.

-me la has puesto como una maldita piedra.
Sonrio y se separó dejándome suspirando por él.

-deberíamos irnos al coche ¿verdad?
Asintió y avisemos a todos que nos iríamos, nos despedimos y busquemos el coche en el aparcamiento a oscuras ya que eran casi las 2 de la mañana y subió al asiento de atrás donde yo lo seguí y me besé con él de manera lujuriosa, sus manos subían mi vestido, nuestras lenguas jugaban y mis manos le deshabrochaban el cinturón con rapidez y cogí la caja de anticonceptivos que Jeffrey compró. Finalmente nos convertimos en uno mientras me quejaba y me agarraba a él asiento de atrás empecé a mover mi cadera de arriba a abajo mientras respirabamos fuerte, el olor a alcohol llenando el coche y las ventanas empañandose, Jeffrey sujetaba mi cadera haciéndome bajar en él, usandome como un objeto para complacerse. Gemía y lloriqueaba clavando mis uñas en su espalda bajo su camiseta, Jeffrey dio besos, mordió mi cuello y lo agarró apretandolo suavemente a lo que ambos terminemos al instante y nos miremos a los ojos.

-eres preciosa.
Dijo mientras miraba a sus ojos completamente borracho y las luces de la calle y la luna iluminando su cara sin salir aún de mi y agitados, terminé con él encima de mi mientras estaba acostada en los asientos.

-mentiroso, solo estas excitado y ebrio.
Él sacudió su cabeza y levantó su torso agarrando un paquete de cigarrillos y encendiendo uno.

-eres malditamente preciosa.
Sonrio y me dio el cigarrillo volviéndose a acostar encima.

-no te creo.

-¿quieres que te demuestre lo preciosa que eres?

-mhm.
Asentí.

-la mitad de los hombres ahí dentro se morirían por tenerte como yo te tengo ahora mismo.

-estas fumado.
Dije sonriendo.

-no, no lo estoy, pero ellos no te tendrán, porque eres mía ¿verdad?
Reí expulsando el humo y me agarró de la mandíbula para que le mirara.

-¿quieres que vuelva a repetir lo que acabábamos de hacer para hacerte gritar que eres mía?

Me reí y le puse el cigarrillo en la boca.

-tengo hambre.
Susurré.

-yo también ¿pasamos por McDonald's de vuelta a casa?
Asentí emocionada y extendió su cigarrillo al cual di una calada.

Subimos al coche después de vestirnos y puso su mano en mi muslo mientras conducía, pedimos un McDonald's y para no comprarle uno a Laurie nos lo comimos en el coche.

-¿que tal te va con el libro?
Jeffrey preguntó pegando otro bocado a su hamburguesa.

-más o menos ayer termine una página.

-bueno, tú tómatelo con calma pero hazlo bien.
Asentí.

Mastiquemos y Jeffrey se me quedó mirando mientras comía de mi regazo ya que se me cayeron las patatas por encima y le miré con la boca llena.

-¿Que pasa?
Dije con la boca llena.

-nada.
Dijo él también con la boca llena y reí.

Al mirarlo me di cuenta de que en su barba tenía salsa de la hamburguesa y levanté mi mano y con mi pulgar se la limpié.

-Gratias.
Dijo con la boca llena y reí.

Después de eso lleguemos a casa, Laurie no estaba así que nos sentemos en el sofá y viendo un programa sobre asesinos en serie me quedé dormida en su hombro y seguidamente él.














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Disculpen la tardanza, de verdad que no tengo imaginación últimamente.

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⏰ Última actualización: Apr 01 ⏰

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 𝐷𝑎𝑑𝑑𝑦'𝑠 𝑖𝑠𝑠𝑢𝑒 (𝑱𝒆𝒇𝒇𝒓𝒆𝒚 𝑫𝒆𝒂𝒏 𝑴𝒐𝒓𝒈𝒂𝒏)  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora