❖┋● ❝한주민❞
❝Y creer que todo comenzó por una propuesta arreglada. Literalmente era ficción.
Supongo que ese famoso dicho de... "La realidad supera la ficción" es cierto.
¿Amor? Esa palabra me causaba repulsión, asco, no tenía ni el menor interés en e...
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Ambos iban en la limusina, dirigiéndose a su querido hogar.
Jumin mirando por la ventana del auto y Hyeji pensando cómo decirle que tenía una propuesta de trabajo nueva.
— Amor... También tengo que decirte algo — Acarició su mano.
— Dime, ¿Es acerca de lo que me comentaste en la llamada? — Acarició su cabello.
— Sí, es eso — Le alegró que recordara lo que dijo.
Aunque por supuesto Jumin recordaría todo referente a Hyeji o algo importante para él, si él lo considera insignificante no lo recordará o lo olvidaría al propósito.
— Pod-
— Lamento interrumpir — Habló el señor Kim —, pero hemos llegado.
— Gracias señor Kim — Agradeció el pelinegro.
Ambos bajaron del auto y se dirigieron al penthouse. En donde Elizabeth y Kai los recibieron de forma alegre.
— Hola mis amores — Hyeji acarició a ambos, mientras les hacía mimos y les hablaba de una manera dulce.
Kai ladrando y lamiendo su mano, mientras que Elizabeth sólo ronroneaba.
Jumin sonrió al ver a Hyeji de esa forma, era como si fueran sus hijos.
De inmediato se le vinieron las palabras de V a la mente.
— «— Si lo toman en serio puede que pronto salgan herederos» — Su rostro se puso colorado.
Jumin no había pensado en eso, aunque admitía que su amigo peliazul tenía razón acerca de la edad, tampoco quería ser un padre con edad avanzada, también quería ser joven y disfrutar de los momentos.
Sin embargo, nunca había pensado en tener hijos, sólo quería pasar más tiempo con su dulce esposa.
Pero la idea no sonaba mal, ¿Quería tener hijos?
No sabía si tendría la capacidad de cuidar a otro ser humano, demostrar valores y mucho más de lo que necesitaba.
Aunque no tendría que preocuparse por economía, la tenía, era millonario, aunque no presumiría de ello.
Comenzó a agradarle aquella idea, tal vez pronto tendría que decir “Gracias V por hacer ese comentario” a su amigo peliazul.
— «Pero para tener un hijo se debe de...» — Quedó perplejo con lo que había pensado.
Nunca había tenido contacto físico con Hyeji más allá de lo que se debería, aunque ganas no le faltaban.
— ¿Amor? Amor — Le hablaba la castaña en frente suyo.
— ¡Ah! — Soltó de repente al verla enfrente de él, ya que había comenzado a pensar otras cosas.
