❖┋● ❝한주민❞
❝Y creer que todo comenzó por una propuesta arreglada. Literalmente era ficción.
Supongo que ese famoso dicho de... "La realidad supera la ficción" es cierto.
¿Amor? Esa palabra me causaba repulsión, asco, no tenía ni el menor interés en e...
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El CEO Han ya había decidido cuándo sería la fecha de la boda, la cuál, sería este sábado, a unos cuantos días, realmente.
Realmente todo ya está listo, sólo sería cuestión de que la novia y el novio se prepararan y todo estaría hecho.
Hyeji se sentía nerviosa ante esto, sin embargo, sabía que era trabajo, todo lo que estaba haciendo era para una buena causa, podría continuar con su vida normal y estar tranquila, además, no le desagradaba Jumin, al contrario, comenzaba a tener otra perspectiva de él, lo cuál, no sería malo, ¿Cierto?
Y Jumin, no se sentía incómodo, probablemente era porque Hyeji era de confianza y sabía que cumpliría con sus reglas y promesas.
— Entonces... ¿Te casarás con ese patán el sábado? — El albino miraba atento a su amiga.
— Sí, su padre lo ha decidido y... Ya está todo — Ellos estaban ensayando.
Parte de la actuación tenía una coreografía de baile y debía de ser un baile que capte al público y amen a los protagonistas.
— Lamento haberte metido en todo esto Hye, perdón — Se detuvo de bailar.
— Estoy bien, de verdad Zenny — Imitó la acción de su amigo y lo miró.
— De verdad que eres un ángel Hye — Se acercó a ella y la tomó de los hombros.
— Yo... De verdad quiero ayudar y gracias por considerarme así — Sonrió sin mostrar sus dientes y apoyó su mano en el hombro del chico.
— ¿Estás lista para la función de unas horas?
— Sí, ¿Vendrá la RFA? — Sonrió emocionada.
Les había agradado demasiado, al igual esos últimos días había intercambiado unos cuantos mensajes con ellos que sentía que eran parte de su familia, ahora entendía por qué Zen decía que eran demasiado importantes para él y lo mejor.
— Claro que sí, les agradaste mucho a los niños — Hacía referencia a el rubio y el pelirrojo que actuaban como niños pequeños.
El albino rodó los ojos y despeinó un poco a la chica.
— Y ellos a mí — Rió —. Hey, no me despeines.
— ¿Por qué no? — Respondió de forma burlona y comenzó a despeinarla más.
— Agh, ven aquí — Se colocó de puntillas para poder despeinar al chico, pero él era mucho más alto que ella, por lo que no alcanzaba.
— ¿Ah, sí? Inténtalo — Se burló de ella.
— No es justo, tú porque eres un poste... — Lo miró detalladamente.
— Es porque Dios cometió un error y además de alto, me hizo demasiado apuesto — Hizo una pose por sus grandes visuales.
