—Entonces, ¿vendrás? —pregunto con sutileza mientras sostengo con fuerza el teléfono, esperando una respuesta de Sarah.
—Sí, estaré ahí más o menos a las seis, Oliver saldrá con sus amigos, así que, ¿por qué no? —mi espalda se tensa al escuchar el nombre de su novio y me aclaro la garganta para suavizar mi tono de voz.
—Vale, entonces te espero acá a esa hora —colgué un poco furiosa, en parte es culpa mía por no decirle lo que siento, dios mío ojalá Sarah fuera bisexual.
Comienzo a prepar algunas cosas para la pijamada, cuando termino, me ducho rápidamente, el timbre suena cuando estoy a punto de vestirme, me pongo una bata y salgo a abrir, porque sé que es Sarah.
—Lo siento, me estaba dando una ducha, siéntate y cuando termine bajo —le digo, la bata se ha abierto un poco del pecho y se alcanzan a ver mis senos, Sarah se queda quieta con la vista fija en ellos por unos segundo, luego voltea al piso con la cara roja, yo regreso rápidamente a mi habitación, donde tengo mi ropa, me visto y bajo, la veo sentada en el sofá luciendo como un bello ángel, joder, es tan hermosa.
—Puse una película, espero no te moleste —me dice, mientras saca de su maleta su pijama.
—No hay problema, ¿te vas a cambiar? —le pregunto, señalando la ropa en sus manos.
—Claro que sí, no sería una pijamada si no tenemos pijamas —ríe y rio con ella, le señalo el baño para que se vista con comodidad.
Voy a prepar palomitas y algunas otras golosinas para llevarlas a la sala, cuando regreso, ella ya está en el sofá, dejo la comida en la mesa de centro y me siento a su lado, su pijama rosa de seda le sienta tan bien.
—¡Mierda! —exclamo.
—¿Qué ocurre? —me pregunta mirándome.
—He olvidado las bebidas. —me quejo.
—No te preocupes, ya voy yo por ellas, se levanta y pasa por enfrente de mí, pero la alfombra la hace tropezar y caer sobre mí, la sostengo por su cintura y la miro a los ojos, ella se levanta nerviosa con rapidéz, ignorando el suceso.
El ambiente se puso algo incómodo a partir de ese momento y mi corazón se partía al si quiera pensar que ella se iría, pero no fue así.
—Jamás he besado a una chica.
Mi rostro se vuelve un poema, Sarah tiene su mirada fija en la película y mi cara se ha puesto tan roja que seguramente parezco un tomate.
—¿Cómo se siente? —vuelve a hablar, sin apartar la mirada del televisor.
—Bueno, es dulce, o puede ser pasional, depende la situación —contesto, mirando la película, tratando de parecer relajada.
—¿Qué tal, por ejemplo, una situación como esta?
Mi boca se abre unos milímetros, la miro, no dejo de mirarla, reacciono casi al instante.
— B-bueno, podría ser ambas —mi voz flaquea, y me doy una bofetada interna por ello, entonces Sarah me voltea a ver, sus ojos llenos de una lujuria que jamás había visto, me sonríe.
—Sarah, ¿puedo besarte? —le pregunto, sin rodeos, simplemente lo hago, ella asiente ligeramente y me acerco a ella con sutileza.
La beso.
Su saliva sabe a fruta jugosa, sus labios son tan carnosos y ella es tan tierna.
Sarah se sube sobre mis piernas, profundizando el beso, lo vuelve más pasional, creo que realmente le gusto.
Comienzo a acariciar su trasero, y empieza a moverse sobre mí, estoy llegando al punto de no retorno, entonces ella gime ligeramente sobre mi boca, quito las manos de su trasero y la cargo, recuesto a Sarah sobre el sofá, su cara está roja y brillante, parece una maldita obra de arte.
Pongo las manos sobre el dobladillo de su camisa.
—¿Puedo...? —le pregunto, ella asiente, mordiéndose el labio, le quito el camisón y empiezo s jugar con sus tetas con mis manos un rato, luego le quito el sujetador, y juego con sus pezones en mi boca, lamiendo y succionando, ella empieza a moverse, pidiendo más, me quita el pijama, yo no traigo puesto el sujetador, ella comienza a lamer mis pezones.
No soporto más, me retiro un poco, le quito las bragas y el short de un movimiento, ella abre sus piernas, suaves, brillantes y largas, juego un poco con mis dedos, presiono, rozo, la estoy llevando a la locura, ella araña mi espalda ligeramente con una mano. Entonces, decido bajar, besando su clítoris, metiendo mi lengua en su vagina, buscando el punto G, besando desde sus labios, hasta su boca.
Sarah presiona mi cara contra ella, con mi lengua deletreo S A R A H en su clítoris, mientras con mis dedos, aumento el ritmo de las embestidas, cada vez más rápido, ella solo grita de placer, se estimula los pechos con una mano, está a punto de venirse, de tener un orgasmo.
Está a punto de venirse en mi cara.
Joder, eso me excita demasiado. Y entonces pasa, ella grita tan fuerte que es probable que los vecinos hayan escuchado, sus líquidos saben y yo los bebo tal como si fuera agua de manantial.
Yo he hecho venir a Sarah.
He hecho venir a mi mejor amiga, y a mi amor platónico.
—Ahora es mi turno —dice ella, me siento en su cara y empiezo a moverme, ella lame tan bien, su lengua se siente caliente y yo no puedo evitar extender mi mano hasta su clítoris y acariciarlo lentamente, ella sigue lamiendo, succionando, entonces toca el punto, yo salto ligeramente y un gemido de placer escapa de mi boca, Sarah, se concentra en ese punto y no lo deja tranquilo, su lengua se mueve en círculos, de arriba hacia abajo, chupa y vuelve lamer, su boca me hace perder la razón, comienzo a moverme sobre ella.
—Más rápido, por favor, más rápido —le pido y ella lo cumple, su lengua se mueve con velocidad y me hace venir, ella besa mi vagina y me levanto.
Nos quedamos así abrazadas durante un buen rato, hasta quedarnos dormidas, desnudas, juntas.
Días después, Sarah terminó con su novio, después de todo lo había engañado conmigo, aún solemos vernos, nunca olvidaré lo jugosa que es su saliva.
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N/A:
Por si no lo notaron, esta historia está inspirada en la canción Slumber Party de Ashnikko, si no la han escuchado, corran a hacerlo, es realmente de mis canciones favoritas, quería darle un tipo de historia a la canción desde mi punto de vista, espero hayan disfrutado la historia, las y los amo mucho, muak🖤
