Tres Metros Sobre El Cielo | Editando |

Capitulo #26: "Yo no tengo prisa ______"

______ (POV)

Me encontraba sentada en la parte trasera del coche de mi padre conjunto con mi hermana que se encontraba justo alado mio. Cada mañana era lo mismo. Me levantaba, me vestía, desayunaba, mi padre me acompañaba al instituto y después soportar al peor tortura de todo un adolescente. Las peores horas de nuestras vidas. El instituto. Aguantar profesores, aguantar a alumnos chillones, chivatos... de todo tipo vamos.

Pero hoy era un día diferente. Hoy había empezado con una novedad. Una sorpresa muy agradable para mi. Y todo eso era porque me había despertado alado de una persona que por ahora era lo más importante. Louis. Despertarme alado de él ha sido empezar un día maravilloso. Y espero de que sea así durante todo el día que queda.

Mi padre dejó el coche a doble fila donde nosotras rápidamente bajamos no sin antes despedirnos de mi padre.

Miley me esperaba en las escaleras con una sonrisa de oreja a oreja. Cosa que suponía el motivo de su sonrisa. Y era el rizitos. Desde que está con él la veo más feliz. A ver, no es que antes ella no era feliz, no, ella era feliz pero no se... ahora la veo mucho mas feliz, más radiante.

- ¡Hola! - nos abrazamos – vamos, que llegaremos tarde – y fuimos casi corriendo al aula que nos correspondía.

Al entrar a clase me senté en mi sitio de siempre y después de cinco minutos la profesora apareció por al puerta donde se dirigió a su escritorio donde depositó unas carpetas y su bolso.

Se sentó y sacó la lista donde empezó a decir los nombres. Uno a uno. Cuando llegó al mío me levanté y me acerqué a su escritorio.

- Aquí tiene profesora – le entregué la agenda por al página donde estaba la falsificación que hice con la ayuda de mi hermana.

- Herédia, esa es la firma de su madre ¿Verdad? - odiaba demasiado que me llamaran por mi apellido, pero claro... aquí tienen la fea costumbre de llamar a todas las alumnas por sus apellidos.

- Si, claro – dije firmemente.

- Resulta raro, porque acabo de hablar con su madre y no tiene ni idea de su enfermedad – ella se levantó un poco de su asiento dejando las manos apoyadas en el escritorio y su cara a tan solo centímetros de la mía – ni tampoco de su falta de asistencia el viernes, a si que ella ya está en camino – se acabó de levantar de su silla y se acercó más ami - ¿Sabe usted que lo que ha echo significa la expulsión inmediata de este centro? ¿Verdad? - no dejaba de mirarme con su mirada que era como si leyera las mentes de las personas revelando los secretos más guardados que tenías – Siéntate, no estará mucho en llegar – y sin decir palabra alguna recogí la agenda y me senté en mi sitio no sin antes mirar la cara de preocupación de Miley.

Minutos después apareció mi madre por la puerta con una cara no muy buena. Yo rápidamente agarré mis cosas y abandoné la clase dirigiéndome a la salida del colegio.

- ¿Me han expulsado mamá? - después de cinco minutos recorriendo los pasillos del institutos ya que era demasiado grande, me dispuse a preguntar a mi madre.

- No – dijo muy seria – gracias a un donativo de ocho mil euros que interesadamente le hemos echo a la escuela – ella me tenía sujeta fuertemente del brazo, donde seguro tendría marca después.

- Mamá te prometo – pero me interrumpió.

- ¡Cállate! No sabes como me duele de que me sigas tomando el pelo. ¿Cuando te decidiste reírte así de mí? - no quería contestar a eso porque yo no me reía de ella – No te reconozco ______, tu no eres mi hija – de repente se escuchó la voz de Miley donde se dirigía hacía nosotras corriendo.