IX. NOTICIAS TRISTES

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Isabel y Cecilia crecían sometidas al régimen de su tía, quien las trataba como si fueran princesas encerradas en una cárcel de cristal, no podían hablar con nadie, ni siquiera con la señora que ayudaba a Rosalbina en su casa, estaban presas en su propio hogar, y como si fuera poco, les cambiaron los apellidos, dizque para recibir una herencia; a Isabel, le pusieron el apellido materno de su madre, que no era Ruíz sino Pimiento, porque ella también se lo había cambiado, y a Cecilia, le colocaron por apellido Villamizar, que era el de la madrina de Rosalbina, quien también decidió adoptarlo, en fin, hoy sabemos que esas herencias nunca se recibieron, pero sigamos con la historia.

Por su parte, los muchachos pasaban horas escuchando obligados a Mozart, leyendo obras largas y aburridas y asistiendo durante tres sesiones a las misas del padre Joaquín, la misma rutina todos los días.

Fernando y su esposa, viviendo en Contratación, él enfermando cada vez más, tristemente adquirió una terrible enfermedad, que poco a poco, acabaría con su vida.

-Hasta aquí llego yo mujer, ya no puedo más-

-No me digas eso Fernando, ¡tú eres muy fuerte, no puedes dejarme sola!- le respondió entre llantos María Antonia-

-Tú no estás sola, están nuestros hijos, ¿ya los olvidaste? Búscalos y vive con ellos, se necesitan-

-¿Crees que podrán perdonarnos lo que les hicimos? Prácticamente los abandonamos a su suerte, especialmente a los muchachos-

-Tienes que intentarlo María Antonia, por ellos, por mí-


Fernando falleció.

Una vida normal (Opcional)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora