XII. EL PRIMER REENCUENTRO

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-Oiga, despierte, despierte mijo que nos pillan- le susurraba Arturo a su hermano Ricardo, quien casi sufre de un ataque al corazón cuando lo vio.

-Arturito, volvió, ¡gracias Dios mío!- exclamó Ricardo.

-Toño, Toño, despierte, vámonos de aquí-

-Vámonos entonces, el que está de guarda es Gómez, ah, ganas me dan de zamparlo en la piscina fría, como tantas veces lo hizo conmigo- respondió Antonio.

-Ahí miramos si lo lanza- dijo Arturo,- pero ahora debemos apurarnos, hay que irnos de aquí-.

De este modo, los tres mohicanos emprenden la huida, con todo el sigilo posible, para no ser descubiertos, pero...

¡CATAPLUM! –Chupe frío, ahí tiene un recuerdito- gritó Antonio al echar de un empujón a Gómez al agua.

-Mierda- dijo Arturo, -nos jodimos, corran que se viene la tropa-

Y como si no hubiera un mañana, los hermanos Niño Ruíz corrieron hasta llegar a la salida, no sin ser perseguidos por canes y el empapado de Gómez quien daba alaridos producto del frío y de su ira.

Una vida normal (Opcional)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora