La araucaria

Capítulo 8 - Una idea ingeniosa

Luego de tres días interminables, ahora veo que se acerca la chica de gorro verde, y me alegro demasiado ya que si me conocen bien saben que hablo muchísimo y estar tres días callada en espera es un suplicio, Porque si nada pasa en la novela, soy obligada a callarme, No puedo empezar a hablar con los árboles, con el lago y las flores o llenar los días contándoles anécdotas y otras cosas, Así que por fin puedo dejar que las palabras fluyan y alimentar nuestra curiosidad por la historia. Hoy veo que la chica está super contenta, y es que ella tiene una personalidad que contagia positivismo, No trae flores como la otra vez, pero tiene un cargamento de sonrisas, de esas que quisiera que se regalaran en los pasillos de los hospitales, las filas de las paradas de colectivos, los días de exámenes de matemáticas en los colegios, o en cualquier lugar que se nos hace tan difícil sonreír. Ahora que ella ya sacó la carta, veo que su felicidad se va multiplicando mil veces por segundo, o por palabra leída, Qué sorpresa habrá tenido con esta respuesta, Qué bien nos sentimos cuando todo va saliendo de acuerdo a nuestro plan, Principalmente si nuestra meta es ayudar a un amigo.

Luego de repetir varias veces la frase, Yo sabía que ella aceptaría, Ella baila alrededor de la araucaria como abrazándola mientras brinca feliz. Me encanta verla feliz, Si ustedes estuvieran aquí también se sentirían así, Y ahora que la celebración ha terminado, la chica del gorro verde se sienta calmadamente a escribir su carta con el lápiz y el papel que al parecer siempre lleva en el bolsillo de su jardinera. Por esta vez les haré el favor de leerles la carta mientras ella escribe, y así no necesitamos esperar a que ella decida marcharse para saber su contenido:

Mi amiga querida,

No sabes lo feliz que me hiciste con tu carta, Hoy el día ya era hermoso, pero lo dejaste aun más bello adornado con tus palabras y tu poesía. Eres una gran poeta, estoy segura de ello, Tus versos vienen como desde tu alma, y al leerlos puedo sentirlos tan profundo, Solo la verdadera poesía puede lograr algo así. Me alegro de ver tu respuesta positiva y llena de valor, Te cuento que justamente he tenido una idea genial para que puedas juntarte con la psiquiatra, Hablé con ella y le dije que a venido a verme esa mi prima de Santiago, y qué pasa si la única manera que pueda hacer terapia es de que ella le atienda por la noche, le dije si ella estaría dispuesta a algo así, aunque fuera solo media hora, Ella me dijo que en un caso muy extremo podría hacer un arreglo dos veces por semana. Le pregunté qué días serían y qué hora exactamente. Así que mi idea es que puedas esperar que tu padre esté dormido, y a las 3 de la mañana salir escondida con una linterna. Sé que tendrás que tener mucho valor para hacer algo así, pero piensa que es algo que te ayudará y será muy improbable que luego de estar borracho él pueda darse cuenta de que has salido. Tendrías que ir muy abrigada para no resfriarte, No creo que sea peligroso porque por aquí casi no hay nadie. Te dejaré un papelito con los 2 días de la semana y el horario, así como la dirección de la psiquiatra. Aunque nunca has ido hacia esos lados, no creo que sea tan difícil encontrar su casa. Te dibujaré un mapa que va desde esta araucaria hasta la casa de ella. He ido dos veces a su casa, así que conozco muy bien el camino. Piensa que tu sufrimiento no tiene por qué durar para siempre, porque aunque tu padre es más fuerte que tú, no es más fuerte que las autoridades. Verás que contándole todo a alguien que de verdad puedes confiar, las cosas se van a resolver. Estoy muy segura de que un día podrás ser tan feliz como yo, y disfrutar cada segundo de tu vida como si todo de malo que te ha pasado nunca ha sucedido. Pero ya no te diré nada más sobre esto, porque no soy psicóloga ni psiquiatra y es muy poco lo que entiendo de la mente humana. Bueno, mi carta ya es demasiado larga, Hice todo mi empeño por intentar impartirte valor, Ahora te queda a ti esforzarte todo lo que puedas. Esperaré ansiosamente tu próxima carta con la seguridad de que todo ha salido bien. Cuídate mucho, Abrazo de tu amiga que te quiere mucho...

Wow, ahora que ella ya terminó de escribir, pienso que de verdad es una idea super ingeniosa, Aunque yo no creo que si estuviera en su lugar tendría el valor de salir por la noche en un bosque oscuro con una linterna, no hay dudas de que es una buena ocurrencia. Cuando no tenemos otras alternativas siempre nos llena un valor que no sé de dónde viene pero está allí en espera de ocasiones extremas. Y aquí hago un paréntesis para explicar algo sobre ellas que yo como narradora sé pero que ustedes no lo saben aún, Desde el primer día que la chica de gorro verde recibió su carta, la guardó en un lugar muy secreto de su casa, como un tesoro de esos que no queremos que nadie más encuentre, La escuché diciéndolo así, La guardaré en la cajita de mis tesoros más preciados, abajo de aquella madera suelta en el piso de mi habitación. Mientras que la chica de la polera negra había dicho también audiblemente algo similar, Para que mi padre nunca lea esas cartas, las dejaré en el entretecho, ya que es un lugar que él jamás miraría. Sé que quizás debiera de haberles dicho eso antes, pero pasa que en aquel momento no creí que fuese un detalle importante, pero ahora con el nuevo secreto sobre la psiquiatra pueden surgir dudas en sus cerebros inquietos acerca de la efectividad de este arreglo. La idea es que, por razones obvias, no haya manera de que nadie más aparte de ellas y de la psiquiatra estén al tanto de lo que quieren hacer. Y ahora que ya les conté este detalle importante, podemos estar todos muy tranquilos de que será así. Bueno, la palabra tranquilos probablemente no encaja tan bien aquí, porque aunque queramos ser muy positivos, el peligro de que el padre de la chica de polera negra se percate de su ausencia es latente en mi mente y supongo que en la de ustedes también. Pero no seamos más negativos, esperemos la próxima carta sin desesperación.