Uzui Tengen [Kimetsu no Yaiba]

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advertencia; ooc. corto. 

―Oi, (T/N)! ¡Haz los movimientos con más entusiasmo! ¡Por qué tienes esa expresión tan poco extravagante!

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―Oi, (T/N)! ¡Haz los movimientos con más entusiasmo! ¡Por qué tienes esa expresión tan poco extravagante!

'¿Por qué gastar más energía de la necesaria? ¿No sería mejor reducir los movimientos y evitar el cansancio?'  Claramente no dije en alto mis pensamientos. Uzui-san era la persona más terca que había conocido y no quería volver a escucharlo hablar de lo poco llamativa (o extravagante, como él solía llamarse cada ahora del día) que es mi personalidad.

Era muy difícil seguirle el paso a alguien como él, especialmente si eres alguien como yo. 

Mi pasado no era tan especial o trágico considerando que la mayoría se unía al cuerpo de cazadores por las mismas razones. Verás, a los 8 años mis padres me vendieron a una familia de agricultores al lado de una montaña, no tenían dinero con que mantanerme y prefirieron vender a su hijo a mendigar por comida. Lamentablemente, mi suerte no duró tanto como quisiera y una noche que salí a comprar alimentos para el día siguiente un demonio entró, asesinó y devoró a la pareja que me alimentaba. Después de encontrarlos moribundos, rodeados por un charco de sangre, con el demonio aún arrancando pedazos de carne cogí una pala de los sembríos y la clavé en su cabeza, cegado por el rencor. No recuerdo mucho después eso pero sé que Uzui-san me encontró cuando los cuerpos empezaron a oler mal. Entonces él y sus esposas se hicieron cargo de mi yo de 10 años hasta la actualidad.

―¿Siquiera estás prestandome atención?―Uzui resopló dejando caer la espada de madera y sentándose en la entrada de la masión.― Sabes que si no puedes manejar la respiración del sonido-

―Puedo hacerlo.―Interrumpí. ―Aún tengo tengo tiempo antes de la selección final y ya puedo manejar 2 posturas de 5. 

Cree en mí, Tengen-san. Puedo hacerlo. Soy fuerte.

Soltó un suspiro levantándose de nuevo.―Tienes una semana como máximo, si no veo que estás preparado, no dejaré que vayas.

―Entiendo. ―Mi poca reacción parecío fastidiarlo pues me dió un golpe con el mango de la espada.

―Oi, esperaba una reacción más decepcionada. ¡¿No ves que tu maestro te está amenazando?! ¡Y no creas que olvidé tu falta de entusiasmo al hacer mis posturas! ¡Además no se cuantas veces te he dicho que te pongas los colgantes que compré para ti! ¿No son baratos sabes? ¡Anda, póntelos ya!

―¡Ah! ¡Makio-san, Uzui-san está molestandome de nuevo!

―¡Waaa! ¡Hinatsuru, Makio!

―¡Tengen, (T/N) no peleen tan temprano!

Puede que mi familia biológica no me haya querido como quisiera pero, a pesar de en su momento haber llorado hasta que mis ojos ardieran, me alegra que esas circunstancias hayan llevado a esto. A tener un lugar al cual pertenezco, a uno donde finalmente puedo llamar hogar.





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