Kamado Tanjiro [Kimetsu no Yaiba]

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PEDIDO POR; Gigil_Draw
PERSONAJE ELEGIDO;


NOTAS; Posible OOC.  Cambié algunas cosas a tu pedido ;;
*Inu es perro en japonés.

—¡Inu! —Su grito desesperado hizo que un escalofrío me recorriera la espalda

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—¡Inu! —Su grito desesperado hizo que un escalofrío me recorriera la espalda. A la vez que un retorcido sentimiento de placer y euforia.

Muzan ansiaba tanto vivir que ahora me rogaba de rodillas ayudarlo a escapar de los cazadores de demonios. No había cosa más placentera que tener a mis pies al demonio que había arruinado mi vida entera, que me había arrebatado hasta mi humanidad.

Él ya no tenía poder sobre mí, siendo ahora yo el demonio más poderoso en la tierra. No había nadie que se me igualara, pero yo no quería eso.
Estaba tan cansado de seguir viviendo que no me importó sentir el agradable pero mortal calor del sol en mi piel.

Antes de que Muzan asesinara a mi esposo, cuando aún era un humano, él y yo solíamos pasear por la playa al amanecer. Disfrutando el solo estar juntos, hasta que Muzan me hizo probar de su sangre por venganza.

Hizo no sólo que Yoriichi me persiguiera para matarme, sino que tuve que asesinarlo bajo las órdenes de Muzan. Créeme, no hay cosa más horrible que ver como la luz de vida se va de los ojos de la persona que más amaste en vida.

—Aquí termina, Kibutsuji Muzan. No hay nada que puedas hacer para escapar, cucaracha inútil.

Ver el amanecer antes de morir era lo más hermoso y triste que pudo haberme pasado. Recuerdos enterrados de mi pasado salieron a la luz y no pude evitar soltar algunas lágrimas, tal vez y solo tal vez, podría volver a ver a Yoriichi en mi siguiente vida.

—Kamado Tanjiro, espero que vivas una vida larga y feliz junto a tu hermana. —El niño se veía tan destrozado y cansado que me dió algo de pena haber luchado contra él, de haberle hecho tanto daño en el pasado. Tuvo mucha suerte de salir con vida en nuestro enfrentamiento.

Incluso si nunca lograba salir del infierno, estaba más que satisfecho por al menos haber visto los rastros de mi amado en el pequeño cazador de demonios. Eran idénticos que sospechaba que Tanjiro era una reencarnación de Tsugikuni, y si eso era así esperaba encontrarmelo en mi siguiente vida.

Sin más los rayos tibios del astro terminaron por desvanecer mi cuerpo.

Era mi último año en la escuela Kimetsu,  realmente iba a extrañar pasear por los pasillos junto a mis amigos, Hakuji y Gyuutarou.
—Eh, ____, ¿Sigues soñando despierto?

Negué bajo la mirada celeste de mi amigo, últimamente había tenido sueños extraños, más bien pesadillas. Donde yo era un monstruo con colmillos y manchas esparcidas por todo el cuerpo, donde asesinaba a niños y adultos. Era tan perturbador que no lograba dormir después de despertar con las mejillas mojadas.

Sin embargo, habían veces en donde no despertaba llorando sino con una sonrisa nostálgica en mi rostro. Donde unos ojos color borgoña y un rostro sonriente me ayudaban a salir de el ciclo sanguinario en el que me encontraba.

—Lo siento, Akaza, no estaba prestando atención. —El azabache bufó frustrado. Dándose por vencido dejó en mi mano una carta de textura agradable, la abrí bajo su comportamiento nervioso. —¡Woah! ¡No me lo creo!

—C-cállate, no quiero que los demás se enteren de eso. —Dí unas palmadas en su hombro, realmente estaba feliz por él. —Suficiente tengo con los rumores.

—Hombre, vas a casarte que esperabas.

—Quiero verte allí, Inu. —Amenazó, le golpeé cuando mencionó ese apodo que tanto odiaba.

No sabía el porqué pero me desagradable enormemente, una furia y asco se apoderaban de mí cuando alguien me llamaba así.

—No me perdería verte la cara de idiota, —La campana sonó cuando Akaza quiso  pegarme. —Y, si me disculpas, tengo que algunas tarea que hacer antes de que nos largemos de esta escuela.

—No te metas con los de primero, ____.

—No prometo nada.

El profesor de educación física, Tomioka Giyu (Quien parecía odiarme), me había citado para hablar sobre mi futuro luego de clases. No me importaría ir si tan solo no fuera uno de los cursos en los que tenía menos nota.

Estaba cansado, quería llegar a casa y dormir toda la tarde.

Pasé por las puertas de los baños cuando, de repente, un ruido dentro hizo que todas mis alertas se alzaran. Un jadeo lleno de dolor llegó a mis oídos, junto a unas risas burlonas.
Algo hizo que me detuviera frente a la puerta y la abriera asustando a los que estaban dentro.

Acostumbrado a estar situaciones hablé frustrado: —Temari, Yahaba aquí no tocamos a los de primer año. Creí habertelo dicho la semana pasada.

Ambos demonios renegaron pero no se atrevieron a llevarme la contraria. Salieron dirigiéndome miradas molestas, no me dejé intimidar por niños menores que yo.
Cuando se fueron, el rubio golpeado soltó un chillido.
—Creo que hay algún botiquín por aquí. Bingo.

Costó que se relajara pero al final se dejó curar aún con miedo. Me enteré que había ingresado recién a la escuela y que solo buscaba su aula antes de que los dos bullies lo acorralaran.
También me contó sobre sus dos amigos y su hermano mayor quien parecía odiarlo, solo lo escuché mientras le ponía una bandita en la mejilla.

—Eso es todo, Agatsuma. —Palmeé su hombro mientras lo ayudaba a pararse. —Te recomiendo no ir solo a los baños a alguna clase, o puedes hacerte compañero de algún mayor.

—¡Tu puedes protegerme! ¡Te ves tan fuerte que hasta el más alto tendría miedo de ti!

—Puedo hacerlo por algunos meses pero soy de tercero y tengo clases extra fuera del Instituto. —Al ver su mirada desesperanzadora, cambié mis palabras. —Pero haré lo posible.

Me agradeció y con entusiasmo me arrastró hasta el comedor, dos chicos esperaban en una mesa algo alejada.
Me puse algo nervioso de repente, como si todo mi cuerpo sintiera que había llegado el momento.

Me paralice al ver unos ojos borgoña que conocía tan bien, su rostro estaba desfigurado por la preocupación pero podía ver la sombra de una sonrisa amable en ella.
También pareció sorprenderse al verme, un malestar en el estómago llegó cuando pude ver algo de miedo en sus bellos ojos.
—____, de tercero.

Kamado Tanjiro, primer año.

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σηєѕнσтѕ;; мαℓє!яєα∂єяDonde viven las historias. Descúbrelo ahora