🄼🄰🄻🄴 🅁🄴🄰🄳🄴🅁 🄾🄽🄴🅂🄷🄾🅃🅂!
¡Oneshots con un lector masculino!
★La multimedia no me pertenece.
★Todos los os son creados totalmente por mí, si alguno se parece o es bastante similar a algún otro. Solo escribanme por privado.
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Sentía mi pecho cerrarse al ver como el ataúd bajaba, quería ir allí y gritar a Yuki que despertara, que su estúpida broma había sido suficiente para asustar incluso a Shizusumi, que volviéramos a tocar en la banda cada tarde.
Quería retroceder el tiempo y decirle que todo estaba bien, que no tenía que sufrir solo, que tenía amigos que lo amaban inmensamente. Trataba de converserme de haber sido así, el final hubiera sido totalmente distinto. Realmente quería creer que hubiera sido así.
—____, tenemos que irnos. —Shizusumi apoyó su mano en mi hombro, tratando de moverme pero yo sentía que cada energía de mi cuerpo había sido drenada al ver la tierra caer en el cajón. —Vamos, tenemos que asistir a clase mañana.
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—¡Hiragi! ¡Traje lo que pediste! —Tenía una copia de la llave así que sólo entre sin tocar. —¡Hiragii!
Oh, allí estaba.
Su color natural había empezado a tomar gran parte de su cabello y por eso mismo Hiragi me había pedido venir hoy a su departamento luego de las clases. Le sonreí señalando la bolsa con el decolorante.
—Hey, ____. ¿Cómo te fue en la escuela?
El olor del producto decolorante olía desagradable pero el olor natural de mi enamorado lograba cubrirlo. Se sentó entre mis piernas dando su espalda hacia mí, él estaba sentado en el piso así que podría llegar a su cabello fácilmente.
—Lo normal, clases aburridas. —Me coloqué los guantes. —Oh, cierto. Creo que Mafuyu esta saliendo con alguien de mi clase.
—¿Eh? Supongo que es bueno que empiece a hablar con otras personas. —Cerró sus ojos cuando empecé expandir el decolorante en sus puntas. —Después de la muerte de Yuki, no quiso volver a juntarse con nosotros...
Eso era cierto. Mafuyu no respondió mensajes y nos evitaba descaradamente luego de su muerte, sin embargo no pudo librarse de mi terquedad pues hasta logré convencer a mis padres de cambiarme a su escuela.
Así era yo quien, por así decirlo, era el nexo que lograba unir a Shizusumi y Hiragi con Mafuyu.
—De cierta manera logró entenderlo. —Besé su frente cuando terminé de envolver su cabello en papel platino, sentí sus mejillas sonrojarse bajo las palmas de mis manos. —No debe ser nada fácil perder a la persona que amas, no soportaría perderte a tí.
Reí cuando toda su cara se tiñó de rojo.
—¡Deja de ser tan cursi!
—Recién estoy comenzando, Hiragi, mejor te vas acostumbrando.
No dejaría que nuestra historia acabara como la de ellos.
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