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-¿¡Qué le pasa?! -Jack alterado cogía la mano de su pareja quien no paraba de chillar y llorar.

-Tranquilo debe de estar teniendo una pesadilla.

-¡Con sus antiguas pesadillas no se ponía así! ¡Decidme que está pasando!

-Jack tranquilízate no lo sabemos! -Carla igual estaba nerviosa, como dijo, ninguno de ellos sabía que estaba pasando, no había presenciado algo igual jamás. -Traed un tranquilizante o un sedante, no lo sé pero que se tranquilice ya!

Los médicos trajeron sedantes, le ordenaron al pelinegro que se apartasen e hicieron su trabajo, Jack preocupado se mordía las uñas casi temblando, él era el único no médico que estaba en la sala, los demás esperaban afuera, Horacio asustado por los gritos de su hermano se tuvo que salir unos minutos afuera, acompañado de Greco quien estaba igual.

Pasó una hora, el rubio pareció haberse calmado un poco, aunque de vez en cuando le daban pequeños brotes. Ahora Horacio y Conway se encontraban en la sala, cada uno a un lado.

-Horacio duérmete un rato yo vigilo. -Dijo Conway tirándole una almohada, el de cresta negó.

-No, quiero estar cuando despierte. -Horacio le volvió a tirar la almohada.

-Que yo te aviso, ahora duérmete. -Dijo volviendo a tirarle la almohada.

Horacio ya enfadado le iba a volver a contestar pero el rubio comenzó a tener otro ataque, ambos se miraron entre ellos y se acercaron mas acariciándole uno la mano y el otro la cabeza.

-Esta vez es más fuerte. -Dijo el de cresta preocupado, Conway asintió mirándoles.

-NO! -Gustabo se despertó de golpe con la respiración agitada, los otros dos chicos sorprendidos trataron de tranquilizarle. -ALEJATE! -Gustabo apartó a los dos y salió de la camilla tropezando.

-GUSTABO! -El rubio iba a salir pero se calló en frente de la puerta, antes de que este se pudiese levantar Jack ya lo había cogido, abrazándolo pegando la cabeza del menor a su pecho.

-Tranquilo peque tranquilo somos nosotros. -Horacio también se acercó sentándose en el frío suelo al lado de los otros, posó su mano en la pierna de Gustabo y le acarició.

-N-No me hagáis daño, n-no seáis como ellos... -El rubio aun con la respiración acelerada se pellizcaba y mordía el labio.

-No te vamos a hacer nada Gus.

-Sabes quienes somos? -Dijo Jack. Gustabo alzó la mirada al pelinegro y luego al de cresta.

-É-Él es Horacio? -Dijo señalándole, ambos asintieron.

-Muy bien, y yo? Sabes quien soy?

-Tú, tú eres A-arman- No! Aléjate! -El rubio se deshizo del agarre y se lanzó a los brazos de su hermano tapándose los ojos, Jack negó.

-No peque no, yo no soy él, soy Jack, te suena? -El rubio apartando sus propias manos le miró de arriba a abajo sonriendo frágilmente

-J-Jack Conway? -Él asintió sonriendo. -Eres mi pareja?

-Si peque, ya lo recuerdas mejor? -Gustabo asintió.

-Es él de verdad? -Dijo Gustabo a su hermano, quien miraba la escena intranquilo.

-S-Si es él. -Gustabo sonrió como un niño pequeño y se levantó tambaleando. Los otros dos se levantaron rápidamente cogiéndolo para dejarlo otra vez en la camilla tumbado. El rubio ahora estaba inquieto, al tumbarle se sentó rápidamente moviéndose de un lado a otro. -Y a este que le pasa? -Dijo Horacio mirando al rubio.

Una nueva oportunidad- IntenaboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora