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Jaehyun siempre había sido una persona de detalles.

Y no hablo de lo tangible, hablo de actitudes, palabras, hasta los besos que me dio, estos siempre tuvieron una razón.

-Debo contarte algo- habló después de muchos minutos en silencio y yo me alteré, suficiente había sido con decirme que tenia a alguien.

-No sé si quiera saber algo mas- dije mientras tocaba el tocadiscos que tenía en la esquina de su habitación. Me encontraba vestida únicamente con su polera, pero me sentía demasiado cómoda.

Rio de manera amarga y pude sentir como se levanto de la cama sin siquiera mirarlo.

Me envolvió en sus brazos de nuevo y sabia que estos eran nuestros últimos minutos juntos. No podía seguir fingiendo por mucho mas que en verdad yo no tenia una vida. Tenia que volver allí y afrontar las consecuencias de estas horas con Jeong.

-No es nada tan malo, es solo que quiero darte una explicación del por qué no volviste a saber de mi aunque sé que me buscaste.

-¿Y la razón es?- le incite porque ya me estaba poniendo ansiosa.

-Hace algún tiempo, producto del lugar donde estuve para sanar y todo, me recomendaron algo apenas llegué y bueno, cambié mi nombre, ya no soy Jaehyun, soy Yun Oh.

Me giré en sus brazos y lo enfrenté, se encontraba solo con un pantalón corto de algodón, sus ojos cafés me miraban expectante y yo le sonreí para después acercarme y dejar un beso en su mejilla.

-No quiero sonar cruel ni indiferente con algo que noto es algo importante para mi, pero ¿en serio crees que me importa cuál es tu nombre? Eres el amor de mi vida Jaehyun, y creo que es lo único realmente importante.

El me sonrió y acercó sus labios a los míos de nuevo. Me besó lento, de esos besos que no quieres que acaben jamás.

Nos separamos rato después, no hicimos nada más, por lo contrario, me hundí en su pecho, su olor entrando por mis fosas nasales.

-¿De verdad este es el final?- preguntó él, adelantándose.

-¿Creíste que no lo habría?, Jaehyun, no hay que ser tontos para saber que nunca fuimos el uno para el otro.

No dijo más nada, no veía su rostro por lo que no conocía su expresión.

Nos quedamos no sé cuanto tiempo en la misma posición. Su olor era tan grato que cerré los ojos, el sueño apropiándose de mi cuerpo.

-Ven- dijo separándose y tomando mi mano. Quise quejarme y cuando se recostó en la cama y me hizo un lado, entendí. Mis ojos lo miraban como queriendo retarle, quedarme firme donde estaba y no volver a caer una vez más. Ya suficiente habíamos hecho -Sólo vamos a dormir Yang Mi, no tengo fuerzas para nada más- me aclaró y yo reí.

Me acosté a su lado, volví a hundir mi cara en su pecho, su brazo pasó por arriba de mi cintura llegando a mi espalda y apretándome a él.

-Sé que no he sido tan claro con mis palabras- habló segundos después -pero espero que todo lo que he hecho te haya dejado claro que yo me siento de la misma manera contigo Nana. Te quiero tanto, mi pecho bombea desde que te vi en la cafetería de Doyoung, joder, que me dijo que no fuera junto a él porque podrías estar pero necesitaba este encuentro, necesitaba hacer esto como si fuera una casualidad del destino, pero no es así, planee casi de manera cinematográfico nuestro encuentro.

Jo-der.

¿Había escuchado bien?

Me separé de su pecho para observarle, por lo contrario, el chico se encontraba con sus ojos cerrados, su brazo aún en mi cintura.

TÚ SIEMPRE - [J. Jaehyun]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora