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Miró sus labios también y sin soportarlo más, la atrajo a un intenso beso, sorprendiendo a la mayor quien apenas pudo corresponder el beso torpemente, pues ella creía que Jennie solo iba a apartarla o darle otra bofetada.

La tomó por las caderas y continuó el beso, después la cargó unos segundos para subirla a la barra y poder besarla más cómodamente. Jennie mordisqueó sus labios e introdujo su lengua sobre la boca de su mayor, atrayéndola con sus manos enredadas sobre su cabello.

Pronto el celular de la pelinegra sonó.

-Jisoo... mmmm... tu celular... mmm... tenemos que... parar.

Pero Jisoo apenas la dejaba hablar, ella estaba más concentrada en disfrutar de esas mágicas sensaciones. No podía resistirse y poco le importaba su .

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-¿Estás segura que nadie nos va a interrumpir esta vez? -preguntó Jennie.

-Cien porciento segura. Nadie impedirá que nos besemos como queramos.

Desde hace ya unos meses que iniciaron su relación, ambas intentaban poder tener momentos un poco más íntimos y besarse a gusto sin que les digan nada, ya que gran parte del tiempo siempre había alguien que interrumpía o molestaba.

-Papá llevó a Dalgom al veterinario y Chae está en la escuela aún. Tenemos tiempo para al menos una sesión de besitos.

Jennie asintió sonriente antes de tomar el rostro de su novia y besarla dulcemente.

Para más comodidad, Jisoo tomó de las caderas a Jennie y la subió sobre su regazo para tenerla más cerca. La castaña como reacción profundizó un poco el beso.

Era la primera vez que ambas se estaba dejando llevar y llegaban más lejos con sus toques sutiles.

Pero Jennie paró cuando después de cierto tiempo se percató de algo.

-¿Qué pasa? -preguntó una agitada Jisoo.

-T-Tú estás... dura.

-¿E-Eh? -Jisoo se sonrojó-. Lo siento, yo... No puedo evitarlo, me tienes muy mal Jendeukie.

La menor soltó una sutil risita, gustosa por esa respuesta.

-Aún no estoy lista, pero cuando lo esté, podemos hacer lo que tanto has deseado. Estoy segura que no falta mucho tiempo.

Jisoo tragó saliva ante el pensamiento que tuvo.

-¿Hablas de...?

-Sí, podrás hacerme todo lo que quieras -susurró sobre su oído sensualmente mientras su mano acariciaba el muslo de Jisoo, muy cerca de su Chikensio.

Para la mayor fue imposible no jadear de solo imaginar lo que podrían hacer novia cuando estuviera lista.

-No me tortures, Jendeukie -suplicó por las caricias constantes sobre su muslo.

-Está bien. Dejaré que te frotes si quieres.

-No haré nada que no quieras Jennie, si me dices que deje de hacerlo, no lo haré más -dijo sintiendo su rostro algo caliente.

-Lo sé Jisoo, siempre puedo confiar en ti.

La mayor continuó besando a su novia mientras se restregaba un poco contra ella, sintiéndose muy bien de disfrutar sus besos.

-Oye hija, el padre de Jennie vino por ell- -guardó silencio ante la imagen que veía.

Había regresado del veterinario hace como cinco minutos, pero no se dieron cuenta por estar en su propio mundo. Tampoco se dieron cuenta cuando alguien tocó la puerta preguntando por la castaña y fue por ello que ambos padres encontraron aquella escena tan vergonzosa.

¿𝙼𝚎 𝚁𝚎𝚌𝚞𝚎𝚛𝚍𝚊𝚜? [𝙹𝚎𝚗𝚜𝚘𝚘 (𝙶!𝙿)]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora