¿𝙼𝚎 𝚁𝚎𝚌𝚞𝚎𝚛𝚍𝚊𝚜? [𝙹𝚎𝚗𝚜𝚘𝚘 (𝙶!𝙿)]

⁹

—No puedo creer que estuvieras llorando en toda la película —se burló Jisoo de la tailandesa.

—N-No es verdad —se sonrojó de la vergüenza.

—No la molestes Jisoo, tú también estabas llorando a mares  —defendió Rosé a Lisa.

—Claro que no.

—Si lo hacías Jisoo —se rió Jennie.

—Es que no me parece justo perder de esa forma a las personas que más amas en un abrir y cerrar de ojos —apretó sintiendo otra vez ganas de llorar—. Estúpidos humanos, porque somos tan débiles.

Lisa asintió de acuerdo con ella. Ella había perdido a sus padres también en un accidente y ahora estaba bajo el cuidado de su tía. Así que sabía exactamente lo que era perder a un ser amado cercano.

Jennie sonrió triste, sabiendo a lo que se refería Jisoo y sin poder evitarlo entrelazó sus manos mientras caminaban. Al hacerlo se ganó toda la atención de Jisoo, que estaba algo nerviosa y sorprendida, así que se limitó a sonreírle y continuar su camino.

—Realmente te puso sensible la película.

—Es que me parece muy cruel. Deberían haber estado juntos, se amaban como a ninguna otra persona, se entendían cómo a nadie… y simplemente no pudieron continuar juntos —todas sintieron muy personal esas palabras.

—Jisoo…

Ambas mujer cruzaron miradas afligida por la nostalgia e inevitablemente Jisoo atrajo a Jennie en un abrazo por su cintura ante otro recuerdo.

<>

Jisoo corría tratando de atrapar a la castaña.

—¡Jennie espera!

—¡Déjame sola!

Eso nunca. Nunca la iba a dejar sola, por más que se lo pidiera. Jisoo estaba enamorada y condenada a seguirla toda su vida.

Jennie resbaló con una roca, pero para su suerte Jisoo aceleró el paso logrando tomarla de su brazo para impedir que cayera. Había impedido que la se fuera por el río.

—Te tengo —la atrajo a un abrazo con un poco de fuerza.

La menor inevitablemente rompió en llanto desconsolada sobre su pecho.

Justo a una semana de su cumpleaños número dieciocho, su padre había sido emboscado brutalmente junto a dos compañeros policías en una misión de rescate de rehenes.

—¡Prometió no dejarme sola!, ¡Prometió nunca abandonarnos a mí y a mamá! —siguió llorando.

Jisoo se mantuvo a su lado todo el tiempo, consolándola en silencio. Ella también sabía lo difícil que era perder de forma inesperada a un padre, en su caso a su madre.

—Está bien Jendeuk, desahógate. Yo estoy aquí contigo.

—Por favor, nunca me vayas a dejar Jisoo —suplicó desesperada.

—Jamás linda, jamás lo haría.

—Promete que tú nunca te irás de mi lado como todos los demás, prométeme que estarás conmigo siempre.

—Lo prometo.

Y así permanecieron abrazadas, hasta que Jennie logró calmarse y quedarse dormida sobre los brazos de la pelinegra. Jisoo la subió a su espalda y emprendió camino a casa de su novia para dejarla descansar bien y no enfermara con el frío que comenzaba a hacer.