Tan pronto llegó la hora del almuerzo, el menor salió corriendo de la empresa siendo seguido por el rubio.
Ren le había dicho que lo ayudaría con respecto al problema de que no sabía en donde preparar la comida para el jefe Choi. Afortunadamente el rubio conocía al gerente del restaurante en el que luego comían ya que esa persona era su amigo.
—No tendrá problema con ello, ¿verdad? —. Preguntó el joven con una sonrisa nerviosa a la vez que se detenía frente al lugar antes dicho.
—Claro que no. Junhee es mi amigo y es una buena persona, además, estoy seguro de que te caerá bien y... Es bastante guapo —. Sinceró con una sonrisa dibujada en sus labios y un brillo en sus ojos.
Wooyoung lo observó con un poco de curiosidad ya que el contrario se veía muy contento y feliz cuando hablaba de su amigo. Estaba seguro de que ahí había algo extraño.
—Esta bien —. Mencionó el menor para luego abrir la puerta de aquel restaurante que ambos frecuentaban junto con Intak, Irene y, ahora, Jinyoung.
Ya dentro, Wooyoung siguió a su compañero rubio, quien lo dirigió hasta una puerta color blanca. Acto seguido, Ren tocó a la puerta dos veces, segundos después se escuchó un "adelante" proveniente del otro lado de la puerta.
—Bien, entraremos y le pediré que nos preste un poco la cocina, ¿de acuerdo? —. Mencionó el rubio a la vez que abría la puerta con lentitud.
El menor, sin decir nada, siguió al contrario hasta dentro de aquella pequeña oficina. Estaba nervioso.
—Hola, Junhee —. Saludó Ren con una sonrisa.
Wooyoung miró a aquel hombre de cabello negro y ojos azules, su tez era blanca y su mirada era fuerte, pero por la sonrisa que le había devuelto al rubio, era obvio que no era una persona mala ni mucho menos desagradable, si no todo lo contrario.
—Hola, Ren, ¿Qué puedo hacer por ti? —. Preguntó el contrario con una mirada dulce a la vez que hacía a un lado su vaso de agua.
—Bueno, él es Wooyoung, es un chico que recién entró a trabajar en la empresa y... Le debe un almuerzo al jefe Choi —. Confesó Ren tomando al mencionado de ambos hombros para que el pelinegro pudiese conocerlo.
—Ohh, ya veo, mucho gusto, Wooyoung, yo soy Junhee y soy el dueño de este restaurante —. Aclaró con una sonrisa.
El menor sólo se limitó a devolver el gesto.
—¿Podemos usar un momento la cocina? —. Preguntó el rubio con un ligero puchero formado en sus labios.
El contrario soltó una pequeña risa al notar aquel gesto no muy común de su amigo. Tenía tiempo que no lo veía hacer ese gesto tan adorable.
Era tierno.
—Por supuesto, solamente no quemen nada —. Aceptó diciendo eso último con una risa.
—Te juro que no pasará nada malo. Gracias —. Mencionó Ren a la vez que tomaba al menor de la muñeca para llevarlo hasta dentro de la cocina.
Ya ahí, Wooyoung quedó sorprendido por el tamaño de la cocina ya que era muy grande y habían bastantes utensilios para preparar comida, así como también una gran variedad de condimentos y demás. Era genial.
—No tengo ni la menor idea de lo que vas a preparar, pero sí sé que debe ser delicioso ya que según tus palabras dichas al jefe, tienes una buena sazón —. Mencionó el mayor con una leve sonrisa al mismo tiempo que sacaba una sarten para colocarla sobre la estufa ya prendida.
ESTÁS LEYENDO
Lo intenté // Sanwoo
RandomHizo de todo para intentar mejorar, pues sólo quería que él se sintiera feliz. Wooyoung, un joven que se enamorará de su jefe; un hombre mal educado y grosero. Aunque ambos eran polos opuestos, lo único en lo que coincidían era en el inmenso amor qu...