Rómpeme el Corazón | Harry Styles

Título 10

Mi corazón se detuvo. Mis manos empezaron a temblar. Y mi boca quedó seca. ¿Cómo se reacciona ante ese tipo de confesiones de una amiga cercana?

Ella al ver que no dije nada, comenzó a llorar y se fue corriendo hacia la sala. Yo salí de mi asombro y fui detrás de ella.

—Eliza, escucha —comencé a decir con calma, ¿pero qué podía decir?

—No, tú escucha —dijo con la voz rota— No tenía por qué decírtelo, pero me he cansado. De verdad no quiero perderte. Y si te lo digo ahora, es también porque no quiero conocer a alguien que amas, Harry. Me dolería y no puedo fingir que no me afecta.

Y volvió a soltar lágrimas. No podía verme a mí mismo, pero sentía que tenía la mirada preocupada. Sin embargo, me acerqué a ella y la abracé.

—Basta, no sientas lástima —se alejó de mí.

—No estoy sintiendo lástima, Eliza. Eres mi mejor amiga —la miré a los ojos.

—Harry, no voy a conocerla. Perdón, pero me importan mis sentimientos...

—Como a mí —aclaré.

—Y porque me importan mis sentimientos, me alejaré de cosas que podrían lastimarme. Y si eso incluye alejarme de ti para mi paz, lo haré.

Yo abrí mis ojos ante esa confesión. Repito, ella es una amiga cercana. Y perderla por una mentira sería absurdo. Pero entiendo su postura sobre sus sentimientos si me ve con Connie. Sin embargo, ella es mi amiga, no puedo corresponderle de la forma que ella espera y espero pueda entender eso.

—¿Hablas en serio? —fruncí mi frente— ¿Vas a terminar nuestra amistad? Porque habla por ti, yo no quiero que eso pase. Tu amistad es valiosa para mí.

Ella sollozó.

—Ya fue mucho con verte amar a Summer, Phoebe, Nelly, Aria ¿y ahora Connie? No, gracias. Eres mi amigo y te apoyo, pero pongo primero mi corazón ahora —secó sus lágrimas— También lamento esto, Harry. Así que pienso que es mejor que te vayas.

Con sus lágrimas silenciosas, me abre la puerta para que salga. Y no solo de su casa, sino de su vida. Estaba pasmado. Yo vine para hablar con ella, y saldré sin su amistad. Yo sigo sin saber qué hacer en estos casos.

—Por favor, vete. No puedo mirarte más, me duele —miró el suelo.

—Todo es una mentira —solté de golpe, ella me miró.

Le diré, le diré la maldita verdad. Sé que su opinión de mí como un gran escritor lleno de ideas se irá por la basura, pero no quiero esto termine por un malentendido.

Pero Eliza me mira sin entender.

—¿Qué dices? —alza una ceja— ¿A qué te refieres?

—Es una mentira, Eliza —suspiré— Connie no es mi novia real. Estamos fingiendo. Y solo lo sabe Niall.

—¿Por qué harías eso? —cerró la puerta para ponerme atención.

Y aquí vamos.

—Me está ayudando a tener ideas para mi libro que escribiré pronto. No tenía inspiración, y decidí aventurarme con ella para tener ideas —me costó decir, pero Eliza no le parecía divertido.

—¿Y ella lo sabe? —asentí— Es increíble, en serio.

—¿Estás decepcionada de mí? —hice una mueca incómoda.

—No, pero estoy sorprendida.

—Sé que no es fácil de asimilar.

—¿Entonces todo es falso? —asentí de nuevo— ¿Y cuándo terminarán de fingir?