💜Hola aqui les traigo esta historia completamente mía en versión Jihope💜
Donde Jimin tendrá que aprender a vivir con una bola de pelos apestosa y con su desastroso novio embarazado.
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Los retortijones eran cada vez más fuertes, la acides en su garganta le quemaba mientras el asco de vomitar una y otra vez lo tenían agotado.
Su mirada reflejado lo agotado que se encontraba mientras se retorcía de nuevo en el retrete y expulsaba una vez más lo que había comido hace unos minutos.
Había estado disfrutando los ricos panqueques que su novio hizo para él, cuando de momento vio la masa sobrante en la cocina, las nauseas que lo invadieron al ver aquello lo impulsó a ir corriendo al baño.
Y ahí estaba, un retortijón más y expulso nuevamente mientras su novio acariciaba suavemente su espalda.
Cuando le dijeron que los síntomas serian así de molestos nunca se imagino que serian literalmente así, fastidiosos. Sin duda alguna estar en cinta es una mierda cuando tiendes a vomitar todo lo que te causa asco.
—¿Estas bien cariño?—. La aterciopelada voz de Hoseok le hizo mirarlo.
Jimin se encontraba pálido de tanto vomitar, soltó una agria maldición y volvió a retorcerse en el inodoro.
Hoseok no podía estar más preocupado por su novio, en parte se sentía bendecido de que los síntomas más fuertes y pesados no le hayan tocado a él, pero por otra parte se sentía realmente culpable y mal de ver a su Minnie sufriendo de algo que él debería estar teniendo.
Cuando habían ido al medico para su chequeo y de paso a checar lo que parecía un Jimin enfermo, se llevaron la sorpresa de que en realidad los síntomas eran por su embarazo, asegurando que eran pocas veces en que las parejas llegaban a compartir tanta empatía y eran sustentable a que el padre o algún familiar cercano tuviera los síntomas.
Jimin estaba sufriendo algunas de las muchas reacciones que conlleva un embarazó, vómitos, mareos, nauseas, sueño y agotamiento físico.
Estaba realmente agradecido de aquello, pero a la vez no podía evitar sentir pena por su novio.
—¡Joder!—. Gimió en enojo y se levanto de donde se encontraba.
Estabilizándose del mareo que le provoco levantarse de esa manera, camino hacía el lavado donde mojo su rostro, cabello, manos y boca.
Era fácil ser envueltos por el aura oscura que el mayor desprendía, claro que lo era. Hoseok sentía el peso del mundo cuando este le miraba.
Agotado y muy guapo como siempre.
Lo amaba, a llorado muchas veces por culpa de verlo en ese estado, pero Jimin le había asegurado que si eran así de horribles los síntomas, prefería sufrirlos que verlo sufrir a él.
Hoseok no podía evitar sentirse más amado cuando sucedía aquello. No claro que no, Hoseok rebosaba de amor cuando se trataba de su Jimin, el mayor se encargaba de hacerlo feliz a él y a su pequeño Sol.
