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Mis manos tiemblan cuando tomo un sorbo de té, y dejo la taza sobre la mesilla antes de empezar a contarle toda la verdad.

Ella y yo tenemos una relación muy especial. Siempre me he sentido seguro y capaz de contarle todo sin miedo a ser juzgado. Pero en esta ocasión me siento tan avergonzado que no puedo mirarla a la cara cuando le cuento toda la verdad, ahorrándome los detalles.

A diferencia de cuando le conté lo que pasó con Shin-chan, en esta ocasión encuentro completamente vergonzoso mi comportamiento e intento olvidar este episodio tan pronto como sea posible.

Sin embargo, y a pesar de que esperaba una reprimenda y un gran dolor de cabeza, ella se mantiene en silencio. Mis ojos suben a su rostro con miedo a su reacción, pero un lugar de ver reproche, molestia o vergüenza, solo veo decepción. Lo que me hace sentir aún más avergonzado y triste de lo que estaba antes.

Ella aclara su garganta un par de veces y mira hacia el frente, evitando mirarme a los ojos cuando habla.

—Creo que sabes que lo que hiciste estuvo muy mal y no es algo que tu pareja vaya a perdonar con facilidad —, hace una pausa y luego prosigue —. Deberías hablar con él. Midorima-kun es Alfa, y sabe que a veces el instinto es más fuerte que nada.

Yo sacudo mi cabeza mientras ella habla y ella me mira fijamente haciendo un gesto de silencio para que la deje hablar.

» Él no te perdonará con facilidad, porque si el deseo era tan fuerte, podrías haber ido directamente con él. Entiendo que su relación sea nueva, pero conversando las cosas se llegan a resoluciones como pareja. Es algo que aprenderás con los años.

» Pero ahora, antes que nada, hazle saber que llegaste a casa bien.

—Solo me fui por un par de horas —, le digo encogiéndome de hombros —, no es necesario el escándalo.

—Kazunari —, me dice ella, muy seria ahora —, llevas dos días afuera. ¿No te diste cuenta de cómo pasó el tiempo mientras estabas en ese callejón? ¿no has sentido nada de hambre en este tiempo que ha pasado?

—¿¡Qué!? —Mi mente empieza a correr a toda velocidad —¡No he ido a la práctica en dos días!

—¿Qué importa la práctica? Estuviste sin comunicación por dos días. Dejaste tu teléfono acá, y no sabíamos como contactarte. Midorima-kun ha llamado a tu teléfono cada media hora y ha estado buscándote por todos lados, incluso con amigos de otras escuelas, pensando que podrías haberte encontrado con alguno de ellos.

Ella suspira fuerte y sostiene el aire en su interior antes de dejarlo salir lentamente por su boca.

» Llámalo, dile que estás bien, pero que mañana no irás al instituto. Dile que venga en la tarde al salir de la práctica.

—Pero si puedo ir al instituto.

—Mañana te harás una prueba de embarazo.

—Es muy pronto, ¿no?

Ella sacude la cabeza y sonríe con tristeza.

—Ya lo entenderás —, me dice crípticamente.

Termina de tomarse su té, me apresura a beberme el mío y me acompaña a mi habitación. Mi teléfono suena en cuanto abro la puerta y contesto rápidamente.

—¿Hola?

—¡Takao! —, dice la voz de Shin-chan. Puedo escuchar alivio en su voz —, no contestabas para nada. Haz estado desaparecido y nadie sabía nada de ti.

—Lo siento, Shin-chan. Estaba... perdido —. Le digo, y tomo la mano de mi madre. Me siento en la cama y ella a mi lado, con mi mano en la suya —. Ahora estoy en casa, pero mañana no iré al instituto.

Midotaka - Chokusetsu Ie (Kiseki no Sedai: Daini no Sedai #3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora