Ven conmigo

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Capítulo 4

Ven conmigo

Christine aprovechó la coyuntura para hacer su petición.

-¿Puedo pedirte un favor?

-Depende de cuál sea- respondió Sherlock con una sonrisa de medio lado.

-Has dicho que tienes que esperar a que esto empiece -dijo Christine, intentando guiar la conversación adonde ella deseaba.

-Efectivamente, eso he dicho- respondió Sherlock.

-He tenido una idea... Hemos estado tan atareados estas últimas semanas que apenas he podido disfrutar de ti...

-Por tu respiración entrecortada y los gemidos con los que me encendías hace unos minutos, creía que no habías quedado insatisfecha- espetó Sherlock con una mirada insinuante - No creo que tengas motivo de queja, pero si es así... -Sherlock empezó a girarse hacia ella - deja que lo resuelva ahora mismo...

-No es eso, Sherlock- dijo Christine sonriéndole- Es que había pensado que me gustaría que conocieses a mis padres. Aún no has conocido a nadie de mi entorno y creo que ya es hora de que ellos te conozcan.

-¿Padres? - preguntó Sherlock frenando sus insinuantes movimientos en seco.

-Si, tonto. Somos novios y sabes que este momento tenía que llegar.

-No me gustan los padres - dijo Sherlock volviendo a su posición inicial.

-Escúchame primero y después me planteas las objeciones - concluyó la chica mientras trataba de calmarlo acariciando su pelo- Mis padres están pasando unas semanas en nuestra casa de la Toscana. La casa es preciosa y sería una especie de mini vacaciones. Si lo piensas detenidamente es la mejor ocasión para que os conozcáis. Mataríamos dos pájaros de un tiro: tendríamos tiempo para estar juntos, sin tener que estar pendiente de Lestrade, de los clientes y de todos los problemas por los que hemos pasado recientemente, incluida Irene; y además conocerías a mis padres lejos de los convencionalismos sociales, en un ambiente relajado.

Sherlock arqueaba una ceja mientras la miraba muy serio. Estaba claro que no estaba convencido, no le gustaba el plan.

-No puedo irme de Londres, los crímenes no se detienen porque yo me vaya de vacaciones...

-¡Por favor!- rogó Christine- Además, he invitado a Mary, John y Rosie a venir con nosotros.

-¿Así que te has buscado cómplices para coaccionar mi decisión?- dijo Sherlock un poco molesto.

-Al contrario, lo he hecho para ayudarme a convencerte...- Christine lo miraba con ojos suplicantes y una media sonrisa en sus labios. -Anda, venga, lo pasaremos bien.

-No entiendo por qué las familias tienen que entrar en la ecuación de una relación amorosa. Las estadísticas demuestran que la aprobación familiar supone un estrés innecesario que provoca la ruptura de más del 80 por ciento de las parejas que hasta ese momento habían sido plenamente funcionales - exponía Sherlock con su habitual narrativa-. Y eso sin tener en cuenta que soy un sociópata. No me gustan las reuniones. No me gustan las personas y mucho menos los padres. Además, ¿por qué tengo que conocer a tus padres? tú no conoces a los míos...

-Porque no tienes apenas relación con ellos- interrumpió Christine- además, ya he hablado con tu madre un par de veces por teléfono.

-¿Qué? ¿Pero cuándo? ¿Y por qué no me lo has dicho? - Inquirió Sherlock con una cómica expresión de asombro en su rostro.

-Sherl, cuando estás embebido en tu trabajo ni siquiera te das cuenta de que nos ausentamos, ¡mucho menos de que ha sonado el teléfono! Y no te he dicho nada porque tu madre, que por cierto es encantadora, me dijo que no lo hiciese, que quería ver cómo se lo contabas tú mismo cuando volviese a llamar otro día para hablar contigo.

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