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❺. S

Había pasado una semana de lo ocurrido, hoy se acababan las vacaciones y debían trabajar nuevamente. YoonGi llegó, he hizo todo como de constumbre, TaeHyung estaba más serio de lo normal, se limitaba a solo responder con palabras cortas. Por ratos le sonreía y juraría que le estaba coqueteando después volvía a colocarse serio.
Jun estaba ahora supliendo en contabilidad, por lo que estaba más lejos de su oficina pero al tratarse de dinero y YoonGi de publicidad, por ratos la tenía en su oficina con la excusa de que debía hacer las cotizaciones de los envases, etiquetados y anuncios.

--Jun, por favor entiende, cualquier cosa entregásela a TaeHyung, para eso es mi secretario, también debo realizar otras cosas.

Min se sujetaba el puente de su nariz, está era la séptima vez que iba en una hora. MinJun estaba parada frente a su escritorio con un intento puchero en su rostro, digo intento, por qué ante ante los ojos de Yoon, era infantil y ostigoso. Por otra parte, Kim estaba escuchando todo desde su escritorio con una sonrisa enorme, por alguna razón le parecía satisfactorio ver cómo el director la rechazaba y recriminaba sobre sus acciones. Tal vez, le gustaba ver a otra persona sufriendo y no él. La chica se veía patética, suponía que hace unos años él se veía de la misma forma.

--Pero señor Min...

--Pero nada Jun, es más, no tengo tiempo para atenderte --Se levanto y tomó su saco. --Tengo una junta en cinco minutos --Paso por un lado de ella y se dirigió a la puerta. --Por favor cualquier cosa, dasela a mi secretario.

La chica se quedó parada sin moverse, su mirada recayó en un lugar sin importancia, sentía que nada le estaba saliendo bien, estaba enfadandose por no lograr su objetivo. TaeHyung en cambió, se sentía halagado, por extraño que sonara, se sintió bien cuando escucho a YoonGi decir "Mi secretario" sabía que debía aceptar la idea de que jamás llegará a la altura de JiMin y mucho menos darle lo que él le dió, porque TaeHyung no podía consebir y la idea de formar una familia propia estaba muy lejos. Así que se conformaba con la idea de ser el secretario y que de manera indirecta, pasaba nueve horas diarias junto a él.

--Ya lo escuchaste querida --Le sonrió como si el hubiera ganado un premio. --El señor Min fue claro... Ahora sal de su oficina.

--Tu mirada no me intimida en lo absoluto, ten eso presente, además, si tú jefesito al que le quieres comer la polla o su horrible esposo se entera que tú me estás ayudando --Colocó una cara de falsa preocupación. --¿Que querés que pasará con tu blanco trasero?

TaeHyung se quedó con las palabras en la boca, no tuvo oportunidad de nada, se sentía mal por todo lo que hizo, pero a estás alturas un perdón ya no era suficiente. MinJun retomo su camino hacia finanzas y YoonGi. YoonGi, estaba detrás de la pared escuchando todas y cada unas de las palabras que mencionaron, pero si se ponía a procesar la conversación, llegaría tarde a la junta.
Las horas pasaron de acuerdo a la insesante marcha del reloj, Kim no volvió a poner un pie en su oficina y si iba, hacia lo que Min le había dicho, darle la información a TaeHyung, quién más tarde se la entregaría, la regresaría y Jun vendría por ella. Y así transcurrió todo hasta la hora de salida.
Se sentía aliviado, pensó que por fin MinJun actuaría como la adulta que es, y haría su trabajo con profesionalismo, gran error.

Min estaba despidiendose, tomo el ascensor y una vez en el estacionamiento, se dirigió a su auto, se subió, descolocó su corbata y cuando está por encender el vehículo, la puerta se abrió y alguien se subió.

--Yoonnie... Perdón por lo de hace rato --La chica actuaba de una manera muy necesitada, se movía hacia enfrente, arqueaba su espalda y respirada de una forma muy agitada. --Mi intención nunca fue molestarlo tanto, no quiero arruinar lo que tenemos.

--¿Lo que tenemos? Jun, tu y yo no tenemos nada y, ¿Porque traes una enorme gabardina?

La rubia se quitó el enorme abrigo dejando al descubierto lo que traía puesto. Bueno si es que eso le cubría algo. Traía puesto una lencería que no le cubría casi nada, su pezones y zona íntima se lograban ver por la raquítica tela trasparentosa que estaba usando. Yoon enseguida se enfureció, la chica era más terca de lo que imaginaba y por nada del mundo le provocaba algo, para eso estaba su esposo que tanto amaba.

--¿Pero que demo... Puedes cubrirte? --Desvió su mirada hacia los otros autos.

--¿Te gusta no es así? Vamos, Yoonnie, no seas tímido. Ambos sabemos que tú también quieres. --Llevo una de sus manos a su intimidad y la otra a su boca.

--Que asco, claro que no quiero nada contigo --Aparto las manos de la chica y la cubrió. --Sal de mi auto.

--Pero mi amor, claro que también me amas, ¿Cómo explicas lo que pasó en navidad?

--No paso nada en navidad y no me digas mi amor, no somos nada... MinJun, sal de mi auto --Yoon estaba verdaderamente molesto, se notaba en su voz, pero la chica parecía tan ensimismada en su idea que siguió.

--Pero tu me amas y yo a ti. Por favor...

--¡Sal de mi maldito auto, ahora! --Comenzaron a forcejear, Min como pudo logró abrir la puerta. --Te lo repito, sal de mi auto, lárgate, ¡Lárgate!.

--Te vas arrepentir Min YoonGi, ¿!Me escuchas?!

Claro que la había escuchado, pero no le tomó importancia a sus palabras, arrancó lo más rápido posible y se dirigió a su hogar, esto, en definitiva se lo contaría a JiMin, una vez se prometieron lealtad, confianza y sinceridad no lo defraudará.
Cuando llegó a casa, todo estaba oscuro a excepción de la luz de la cocina, caminó de manera cautelosa, encontrando a JiMin inundado en llanto.

--¿Amor que tienes? --Se susto, no mentiría, la idea de que Kim tuviera algo que ver le cruzó por la cabeza.

--¿Cuánto tiempo más planeaba ocultarlo? --Sollozo adolorido.

--¿Cielo de que hablas?

--Es sobre mi hermana, ChungHye y su esposo.

--¿Qué pasó con ellos? --Estaba mal, pero se sintió aliviado. Pero viendo su estado, por nada del mundo le contará lo que pasó horas antes de su llegada.

--Sabes que Kwon lleva mucho en su trabajo, y hoy le dijo a mi hermana que tenía un romance con la secretaria de su amigo. Mi hermana está devastada, dijo que ya llevan dos años.

--Cariño, ven aquí --Extendio sus brazos en forma de invitación, pronto Park se acercó y entre medio del llanto preguntó.

--¿Tu nunca me harías algo así verdad? Y si llegará a pasar... ¿Me lo contrarias?

--Cariño... Claro que nunca te haría eso.

Otro error por parte de Min. Una mentira crea otra, y esa, una aún más grande. Y como dice un pasaje, "Si no hablas, las rocas lo harán por ti." YoonGi lo sabe, pero es un riesgo que está dispuesto a correr.

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Uh...