Una riesgoza desicion

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Su mejilla se estrellaba contra la madera, movió lentamente la cabeza y soltó un quejido con una mueca de dolor, abrió lentamente los ojos y giro la cabeza separando su mejilla del respaldo de la silla en la que estaba sentado, parpadeo una veces mirando a su alrededor con una expresión adormilada, bostezo y se encorvo hacia adelante apoyando su codo en la rodilla mientras con su mano disponible se masajeaba el cuello con la mirada baja, miro su brazo apoyado en su rodilla y vio que estaba completamente vendado, pego su mentón a su pecho viendo que su pecho y piernas también estaban envueltas en vendajes perfectamente aplicados, alzo la vista y vio a su derecha, hacia la cama, la cual estaba impecable e intacta, la cerradura se abrió y Knuckles giro la cabeza viendo entrar en la habitación a una murcielago albina con una bandeja en sus manos.

-buenos días- saludo mirando al echidna con una sonrisa

-Rouge...- dijo Knuckles viéndola acercarse

-Bobby preparo el desayuno y por esta vez decidió dármelo gratis- dijo la murcielago extendiéndole la bandeja al echidna en la silla

-gracias- dijo Knuckles colocando lentamente la bandeja en sus pantorrillas

-¿como te sientes?- pregunto la albina con ambas manos en sus caderas

-mi cuello esta destrozado pero en general mejor...- contesto Knuckles mientas cortaba el huevo en su plato, Rouge le dio la espalda y se dirigió hacia el pequeño velador junto a la puerta.

Knuckles sin apartar la vista de su plato cambio la expresión de su rostro a una nerviosa y le dedico una fugaz mirada a la albina antes de regresar su vista hacia su desayuno

-...anoche me quede dormido mientras tu estabas curandome- dijo el echidna nervioso cortando rápidamente el huevo en su plato

-si, efectos secundarios de la medicina, te anestesian por completo- respondió la ladrona volteándose viendo a Knuckles quien la miro mientras masticaba.

-lo ultimo que recuerdo es que...-dijo con la mirada perdida, inmediatamente sus mejillas se tornaron rojas y volvió a colocar la vista en su plato rápidamente

-no importa- dijo nervioso mientras Rouge lo miro con una mano en su cadera y una sonrisa

-aja...¿no recuerdas lo que hicimos después?- dijo con un tono coqueto, haciendo que Knuckles levante la mirada fugazmente

-¿lo que hicimos después? ¿Qué hicimos después?- pregunto acelerado con los ojos bien abiertos, una sonrisa ladeada apareció en el rostro de Rouge y comenzó a caminar lentamente hacia el marcando cada paso con pronunciados movimientos de cadera

-como dijiste que era la mujer mas hermosa del mundo...como dijiste que querías que te besara- dijo con una voz suave y sensual a centímetros del echidna

-¿¡y-yo dije eso!?- grito Knuckles con las mejillas rojas apegándose al respaldo de la silla mirando a Rouge aterrado, esta soltó una risa y se alejo unos pasos ladeando la cabeza

-hm, tal vez si, tal vez no ¿quién sabe?- dijo con una sonrisa descarada

-¿te he dicho que te odio?- preguntó Knuckles con los ojos entrecerrados, provocando que las risas de la murciélago aumenten

-hay un delgado hilo entre el odio y el amor- dijo con voz divertida

-pues hazlo mas grueso- se quejo el echidna alzando la voz

Hubo un corto silencio, Knuckles dejo el plato a un lado, en el mueble a su derecha y Rouge no le aparto la mirada

-bien empaquemos lo que necesitemos ¿cuánto tarda el viaje?- pregunto el echidna tratando de ponerse de pie apoyándose de los mangos de la silla

Knouge ¿tu victima o tu cómplice?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora