Juntos en libertad

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Al día siguiente, todo en el reino fue un total escandalo. Los rumores volaban y los problemas en el castillo incrementaron de tal manera, que la inundación de ladrones se volvió la menor de las preocupaciones.

Knuckles hacía su guardia, rondando por los pasillos de la torre 3B, se detuvo en una de las ventanas que daba a la aldea, y se quedo allí quieto, observándola a lo lejos.

-Knuckles.

La voz tras él lo sobresaltó, se dio media vuelta topándose con los penetrantes ojos esmeralda de Sonic, con la misma amargura que él poseía aquella mañana.

-Majestad...¿Cómo ha ido todo?- preguntó haciendo una pequeña reverencia.

-Amy esta fuera de peligro, y todos revisaron los alimentos, están intactos... ella solo quiso envenenar a Amy- Dijo Sonic suspirando y haciendo una pausa.

-Ahora mismo llevan a Sally a interrogación.- Lo dijo con una voz suave y grave, como si le doliera decirlo. Knuckles hiso una mueca y desvió la mirada apretando los dientes.

-Sonic, la princesa no lo hizo.

El príncipe, confundido, elevo su mirada hacia él.

- ¿Que, me vas a decir que tu sabes?- Preguntó con cierto sarcasmo, Knuckles permaneció en silencio unos segundos antes de volver a hablar.

-Rouge lo hizo...

Sonic amplió su mirada, dejo caer su boca y sus orbes inspeccionaron cada rincón de la habitación mientras decía incoherencias, su respiración agitada logro desacelerarse un poco, con un gruñido se cubrió la cara con su mano y masajeo su sien.

-¿Que pasó con la corona?- preguntó.

-Ese ya no es un problema, esta hecho.- Knuckles, quien había permanecido en silencio habló y al oírlo Sonic suspiró aliviado.

-Bien...

Fue lo único que escuchó, pues Knuckles volteo y se alejo con el ceño fruncido. Sonic, viéndolo alejarse, repitió la misma acción, yendo en la dirección contraria del echidna.

Knuckles camino y se detuvo frente a esa gran puerta, siempre tan misteriosa, tan prohibida, aquella que tantos problemas y secretos escondía. El caballero piel de rubí tenso la mandíbula viéndola con gran desprecio, estaba estático y sumergido en sus pensamientos internos aislado de la realidad hasta que una voz conocida lo trajo de vuelta de su viaje de odio e ira.

-Hola.- Saludo un erizo de púas platinadas.

-Hola Silver.

-Wow, ¿y esa cara de amargado?- Preguntó ladeando la cabeza, viendo al echidna que solo gruñó apartando la mirada.

-¿Te parece que hay motivos para estar de buen humor después de todo lo que pasó?- Respondió este agresivamente volteando hacia él nuevamente. El erizo trago en seco, siendo él el que esta vez desvió la mirada apenado.

-Se que no es un momento de gran alegría, pero nunca viene mal una sonrisa ¿no crees?- Dijo este formando una pequeña sonrisa. Knuckles lo vio unos segundos antes de suspirar, relajando toda la tensión que su cuerpo retenía y viendo a su amigo de una forma menos asesina.

-¿Y que haces aquí, no deberías estar vigilando tu torre?

-Ah, claro, claro.- Dijo el plateado nervioso asintiendo continuamente.

-Necesito que me cubras en mi turno.- Dijo finalmente ordenando sus palabras.

-¿Hay alguna razón?- Preguntó Knuckles con extrañeza. El erizo sonrió nerviosamente, se rascó la nuca desviando la mirada mientras los colores carmín se apoderaban de su rostro.

Knouge ¿tu victima o tu cómplice?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora