Secretos (EN PAUSA)

Capítulo 1

“Hoy conocerás al que será el amor de tu vida”

Dana mira la nota que su madre le ha dejado junto al almuerzo una vez más, no sabe la razón de porque todos los días le envía un papelito que según ella predice el futuro.

Dana coge la manzana de la bolsa y deja la notita en la mesa.

-¿Qué dice hoy tu futuro?-pregunta Marina cogiendo el papel, sus oscuros ojos lo escrutan antes de esbozar una sonrisa divertida.

-Tonterías, como siempre.-Responde Dana, dándole un mordisco a la manzana.

-A lo mejor tiene razón y será un día inolvidable.-Dice Marina con el papel entre la manos antes de que este se le sea arrebatado por Elsa.

-Sí, es posible que hoy sea el día en el que tu madre acierte por fin-asiente Elsa dándole el papel a Dana, esta lo tira a la basura.

-¡Oye yo también quería leerlo!-exclama Lía irguiéndose en su silla.

-Créeme, no merece la pena leerlo.-Afirma Dana, sonriendo.

-Ponía que hoy va a conocer al amor de su vida.-Dice Marina.

-Oh, qué bonito.-Lía opina.

-Lleva tres años enviándome un papel todos los días que dice adivinar mi futuro y no ha acertado ni una sola vez.-Dana abre el zumo y bebe.

-Una vez casi acierta-interviene Elsa.-Ponía que ibas a torcerte el tobillo y te torciste la muñeca.

-Sí, es verdad-asiente Marina.-Aunque eso se puede considerar un acierto solo se equivoco en la parte del cuerpo.

-Sí, claro.

-Pero y si acierta ¿Te imaginas que hoy encuentras al hombre de tu vida, le ves y comienzas a sentir mariposas en el estómago, te pones roja como un tomate, aunque casi todo el día estás así, te lo imaginas?-sonríe emocionada Lía.

-No.-Se ríe Dana.-Los únicos hombres que merecen la pena están atrapados en los libros y a no ser que hoy salga al mercado una máquina que me permita sacarlos de ahí, no voy a encontrar al hombre de mi vida porque simplemente no existe.

-Estoy de acuerdo.-Afirma Marina, terminado de comer su bocadillo.-Los hombres de verdad están impresos en tinta.

-Que filosófico te ha quedado eso, Marina.

-Gracias.

-Vosotras decís eso porque estáis obsesionadas con los libros y porque nunca habéis tenido novio, no conocéis lo que se siente al ir de la mano de alguien que quieres, no sabéis lo que es besarle, abrazarse-dice Lía, dejando boquiabiertas a Marina y Dana con su comentario.

-Quizás tu sepas demasiado de ese tema ¿no crees Lía que a lo mejor tienes demasiada practica?-devuelve Marina el golpe y choca la mano con Dana, la cual sonríe.

-¿Eso era una indirecta?-pregunta Lía, frunciendo el ceño y entrecerrando sus ojos negros.

-No, era una directa-replica Marina con una sonrisa.

Lía está a punto de replicar cuando el timbre suena indicando el final del recreo, salvados por la campana.

-Chicas, tranquilas ¿vale? No hay que hacer una montaña de un grano de arena.-Regaña Elsa colgándose la mochila al hombro.

-¡Ha empezado ella!-gritan Lía y Marina a la vez señalándose entre ellas cual niñas de cinco años.

Dana no puede reprimir una sonrisa.

-Venga, a clase, que van a dar las notas del examen de Inglés. Y luego para casa, que hoy han faltado los profesores de las dos últimas horas.-informa Dana dirigiéndose hacia clase.