Capitulo 4

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Norman salió de la habitación del joven Ray para poder dirigirse a la oficina del "jefe"

No tardo mucho, en un abrir y cerrar de ojos el albino se encontraba al frente de la puerta.

Con una de sus manos, la cerró y empezó a tocar la puerta.

—adelante—se escuchó una voz detrás de la puerta—

Norman ante el permiso de que pudiera pasar a esa habitación, entró, cuando entró lo primero que hizo fue hacer una reverencia al señor que estaba sentado por detrás del escritorio que estaba en esa habitación.

Era Peter Ratri.

—Norman—dijo viendo al chico—que sucede?—pregunto con curiosidad—

—solo venía a informarle tío, que el chico de nombre Ray, no podrá estar presente en la confecciones de hoy—dijo el albino—

Peter lo miro de una manera desconfiada.

—por que el joven Ray no podrá asistir a las confecciones?—preguntó dudoso—

—se desmayó—fue lo único que respondió el chico—

Norman no le diría a su tío que el joven Ray en realidad estaba dormido.

—enserio?—pregunto—por qué se desmayo?—volvió a hacer otra pregunta el señor Peter—

—realmente no lo sé, solo venía a avisarle—dijo—si me disculpa me retiraré, con su permiso—el chico salió de la habitación—

El chico salió de la oficina de su tío, él tenía que pensar y razonar cosas.

En otra parte de algún lugar del bosque, aún se seguían haciendo las dolorosas "confecciones" Oliver estaba aún observando cómo torturaban a las personas.

Él se quería ir de ese lugar, tenía una preocupación y esa preocupación tiene nombre y es nada más y nada menos que "Ray" quería ver cómo se encontraba, pero no podía retirarse del lugar, no si quisiera un castigo, si él se iba, le darían un castigo.

Así que no tuvo de otra a esperar a que terminaran.

8:35p.m

Apenas los ojos de aquel pelinegro que se había quedado dormido por fin se habían abierto, esos significa que él ya estaba despierto.

Él pensó que al despertarse todo volvería a la normalidad, pensó que solo sería un mal sueño, pero no era así.

Era la realidad, era su realidad, sus padres descubrieron su pequeño secreto y ahora por eso está en ese internado.

Miro al reloj que estaba en aquel cuarto, aún tenía tiempo, la cena empieza a las 9:30.

Podía seguir durmiendo, pero no, él no quería soñar con algo que no es posible.

Podría salir de aquella habitación, pero no quería encontrarse con nadie.

Así que decidió que se quedaría despierto en aquella habitación.

Mientras pensaba en su vida.

Pero pensaba más en aquel chico.

El.

Si tan solo no lo hubiera conocido y se hubiera enamorado, tal vez no estaría en ese lugar. Solo sin tan solo no hubieran empezado aquella relación.

El no estaría en ese lugar.

Pero todo queda en el pasado, ya no puede dar vuelta atrás. Ya es muy tarde, ahora solo queda enfrentar la realidad.

De tanto pensar, la hora de la cena por fin había llegado.

El pecado de amarte (noray)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora