amasai week! [2021]

- día 5

𝘭𝘶𝘭𝘭𝘢𝘣𝘺 / 𝘴𝘪𝘭𝘦𝘯𝘤𝘦

Después de entrar a su casa, Shuichi empujó la puerta con todas sus fuerzas. Luego recordó a la pequeña criatura que ahora habitaba ahí y por mera suerte alcanzó a poner el pie en el marco de la puerta, logrando así que no se escuchara.

Cerró la puerta ahora más calmado y suspiró. Había sido un día agotador, entre la desmañanada que se había dado, las aglomeraciones en el tren y los gajes del oficio había llegado con ganas de tirarse a la cama y dormirse tres meses.

Pero aún tenía responsabilidades con las qué cumplir.

Arrastrando sus pies en el suelo fue a dejar sus cosas en su estudio, no quería saber nada de ellas hasta el lunes. Se dio la media vuelta y aún con esa pereza subió las escaleras.

Se recargó en la puerta de su habitación compartida para abrirla, encontrándose con su marido sentado en la cama, cargando a su bebé en brazos. El pequeño Asher tenía sus enormes ojos dorados abiertos y puestos en Rantaro.

—Hola Shu —el aventurero le dedicó una amplia sonrisa que él no dudó en devolver sin muchas ganas por el cansancio.

—Hola —Replicó, arrastrándose hacia la cama. Se dejó caer en el colchón boca abajo, Rantaro no pudo contener una risita al verlo—. ¿Qué?

—Acércate —Le pidió. Shuichi se dio la vuelta y se acomodó acurrucado a su lado. Estiró su mano hacia el bebé y le acarició la mejilla con un dedo, sonriendo—. ¿Estás cansado?

—¿Se nota mucho?

—Un poco —Respondió—. Puedes dormir si quieres, yo pondré a dormir a Ash.

Asintió—. Gracias.

Finalmente cerró los ojos. Justo cuando estaba por dormirse, escuchó una voz muy suave tararear una canción de cuna que le sonaba extrañamente familiar.

No se quejó, incluso sus labios se curvearon un poco. Fue así como cayó dormido.