²Meeting at first time

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↻Conociéndose por primera vez

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━━━━━━━EL DÍA EN EL QUE ADHARA SNAPE FUE AL CALLEJÓN DIAGON para comprar su material para su primer año en Hogwarts, se encontró con él. Un pequeño niño de pelo castaño y ojos grisáceos chocó con Adhara, tirándola al suelo.

—¡Lo siento! ¡Perdona, no te he visto! —se disculpó el pequeño.

—Da igual, déjalo —una molesta Adhara se sacudió su ropa y dirigió la que fue su primera mirada hacia Cedric Diggory.

Pero no fue la última.

Esa sensación era tan extraña para ella que hasta se asustó. Se fue de ahí para comprar lo que necesitaba, pero sin poder sacar esos ojos grises de su mente que quedaron grabados ahí para siempre. Cuando enfatizaron e interactuaron de verdad en una clase de pociones, Cedric Diggory estaba cada vez más seguro de que ella era especial. Y quería investigarlo, adentrarse en ello.

Explorarla.

Solo que él no sabía lo que eso supondría. Enfrascado en sus pensamientos, no se dio cuenta de que el profesor de la clase lo llamaba y para su mala suerte, era el padre de aquella chica.

—Señor Diggory, dos puntos menos para Hufflepuff por no prestar atención —el chico salió de su ensoñación y apartó la mirada avergonzado. Snape quedó más tranquilo cuando el joven Diggory ya no se distraía con su hija.

A Adhara no le gustaba que su padre quitara puntos porque sí, no porque sintiera pena por esas personas (hasta a veces se reía de las situaciones) si no porque luego las personas la odiaban a ella. Pero esta no fue una de esas que le provocó una risa interna, fue la primera vez que sintió un poco de pena, y fue por aquel Hufflepuff.

Para la siguiente clase de pociones de Ravenclaw y Hufflepuff, Cedric Diggory cogió asiento junto a ella después de haberlo pensado por tanto tiempo.

—Creo que te has equivocado de sitio —dijo la rubia con voz neutral y ojos apagados, pero sin mirarlo.

—No lo creo.

Se sentaron y  la clase comenzó con normalidad. Cuando el profesor hubo explicado unas cosas básicas, que no carecían de fugaces pero feroces miradas hacia su hija, los mandó a realizar una redacción acerca de todo de lo que había hablado. Adhara se puso a escribir al instante, como una máquina automática. Sin embargo, Cedric parecía un poco perdido, no había comprendido lo que le profesor había explicado y sabía que no volvería a explicárselo. Apenado y nervioso, se quedó mirando a un punto fijo.

—Estás manchando el pergamino —dijo una voz entre el silencio. Aquella voz neutra que procedía de su compañera, aunque parecía aguantarse las ganas de reír.

—¿Eh? —por fin movió su mirada y efectivamente, su pergamino estaba chorreando por la tinta que caía de su pluma. Al estirar el brazo, Cedric tiró su libro al suelo y al girarse volcó el bote de tinta sobre le pergamino de su compañera.

Adhara se paralizó y Cedric abrigo los ojos como platos, muriéndose de terror por dentro. La chica cerró los ojos, soltando la pluma lentamente mientras inspiraba hondo. Con la cara más seria que Cedric había visto nunca, Adhara se giró hacia él.

—Per-perdón, en serio, lo siento. Yo... eh..., no quería...

—¡Señor Diggory! —el nombrado por el profesor Snape palideció— ¿Pero qué...? ¡¿Qué es todo este desastre de tinta?!

Adhara hizo una mueca al escucharlo gritar, le provocaba dolor de cabeza. Cogió su varita y con un ligero movimiento de mano dijo en voz alta y clara: —Fregoteo.

La enorme macha negra de tinta desapareció de su pergamino y de la mesa de su compañero. Su expresión se había relajado, notó el Hufflepuff, ahora simplemente estaba seria, pero con ojos más espabilados. Él enrojeció al notar que Adhara se le quedaba mirando durante demasiado tiempo.

—Tienes tinta en la cara —habló ella. Rápidamente, Cedric se frotó las mejillas para retirar cualquier rastro de tinta negra, todo aquello bajo la pesada mirada del profesor Snape—. ¿Necesita algo, profesor? —le cuestionó la rubia a su padre, esta vez un diminuto destello de burla y desafío viajó por sus ojos.

—No —soltó finalmente entre dientes, retirándose con una falsa sonrisa—. Pero antes: Un punto menos para Hufflepuff, señor Diggory.

Sí, definitivamente el pobre Cedric se había ganado su odio.

—De nada —fue lo último que Adhara le dijo al castaño por el resto de clase.

Cedric Diggory intentó varias veces entablar una conversación decente con Adhara, pero entre que esta no hacía le caso y que su padre lo asesinaba con la mirada, era incapaz. Después de aquella clase, Cedric se armó de valor y se sentó otra vez con Adhara, así sucesivamente. Aunque no lo admitiera, Adhara ya lo tenía como por una costumbre y si ella no se quejaba, entonces debía ser muy especial.

Fue así como, poco a poco, Adhara Snape y Cedric Diggory comenzaron una extraña relación de conocidos-amigos.










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CAP 2 EDITADO! 

(N/A 2021):Espero que os guste <3. Realmente no tengo horario de actualuzaciones así que si lo hago ya os avisaré.


Con mis mejores y mayores deseos,

Atte: Ali



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UNTIL THE SUNSETS FADE ; Cedric DiggoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora