UNTIL THE SUNSETS FADE ; Cedric Diggory

¹²Dragons

dragones

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La primera prueba estaba a la vuelta de la esquina. Adhara había conseguido controlar sus emociones y ahora estaba centrada en ayudar a Cedric. Era curioso, parecía que habían cambiado los papeles pues ahora el que pasaba días enteros en la biblioteca estresado y metido en los libros era Cedric y quien trataba de calmarle y ayudarle era Adhara.

Iban de camino a clase de encantamientos cuando a Adhara se le rasgó la mochila, tirando todos sus materiales y libros al suelo

—¿En serio? —murmuró irritada val ver cómo todos sus libros y plumas se caían al suelo.

—¿Cómo se ha podido romper? —cuestionó con gracia Cedric, agachándose para ayudarla.

—Ni idea —murmuró cogiendo el libro de transformaciones. Justo en ese momento vio un par de pies acercándose.

—Hola —saludó Cedric— ahora mismo no puedo, se le ha roto la mochila —dijo Cedric refiriéndose a Adhara. Ella levantó la vista y vio a Harry Potter. Tragó saliva, incómoda. Potter la odiaba sin tener motivo alguno, sólo por su padre y su primo. Siguió recogiendo libros, ignorándolo.

—Dragones —soltó sin más. Cedric y Adhara se miraron sin comprender, pero a Adhara se le encendió la bombilla. Se giró rápidamente hacia Potter y se levantó, mirándole con seriedad.

—Dime que no es lo que estoy pensando —susurró acercándose a él. Potter balbuceó nervioso.

—Adha —la llamó Cedric, levantándose.

—Dime que no son la primera prueba —y por primera vez en su vida, Harry Potter vio súplica y algo de temor en los ojos de una Snape. Comprendió que Adhara Snape suplicaba que dijese que los dragones no eran la primera prueba del torneo, que su novio no tenía que enfrentarse a ellos. Pero desafortunadamente era así.

—L-lo siento, pero lo son.

—¿Qué? ¿Estás seguro? —inquirió Cedric en voz baja.

—Completamente. Los he visto.

—Cómo sea una broma, te juro que...

—Adhara. —la volvió a llamar su novio— ¿Cómo te has enterado? Se supone que no podemos saber...

—No importa —respondió Potter— Pero no soy el único que lo sabe. A estas horas Fleur y Krum ya se habrán enterado, porque Maxime y Karkarov también los vieron.

Cedric y Adhara terminaron de coger los libros y plumas de la chica. Harry y Cedric siguieron hablando de lo de la prueba, mientras que Adhara los ignoraba estando en su mundo, pensando en múltiples hechizos que pudieran acabar con un dragón o que pudieran servir de protección.

No reaccionó hasta que Moody llegó a por Potter. Entonces Adhara habló: —Mi padre quiere verte, Potter. Lo siento profesor Moody, tendrá que hablar con él cuando haya terminado de hablar con mi padre —le regaló una falsa sonrisa. 

Moody se fue de mala gana y Cedric y Potter voltearon a ver a Adhara confundidos. —Mi padre no te busca, no hace falta que te asustes. Mira, Potter, —se acercó a él para susurrarle— sé que tú no te inscribiste en el torneo. No preguntes, sólo lo sé. También sé que el profesor Moody no me da buena espina así que ten cuidado con él, ya te lo he retrasado un poco.

La chica de cabellos blancos sabía que ese chico no había hecho nada, simplemente ser Harry Potter. Pero aún así una parte de ella sentía rencor. Era obvio que Potter estaba opacando a los demás campeones, quedando excluidos. Adhara y Cedric habían sufrido por ese maldito torneo y ella no iba a permitir que eso se fuera al garete.