UNTIL THE SUNSETS FADE ; Cedric Diggory

¹⁸A few last moments

unos últimos momentos 

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Los campeones ya sabían acerca de la tercera y última prueba, que se haría al día siguiente. Cedric era una bola de nervios, se paseaba de un lado a otro, por la habitación.

Adhara lo miraba con ternura desde su cama—Ced, ven aquí —no lo tuvo que repetir dos veces y Cedric se sentó en la orilla de la cama. Adhara se acomodó a su lado y le sujetó la cara entre sus manos, sonriéndole—. Llevas practicando meses, lo harás genial, no lo dudes.

—Me estoy empezando a arrepentir, Adha... pensé que era más valiente —murmuró, odiándose a sí mismo por dentro.

Cedric no quería defraudar a sus padres, a su casa de Hufflepuff, a Adhara...

—Y eres valiente —Adhara frunció el ceño—, superaste las dos primeras pruebas, has estado luchando cada día por ganarlas y hacerlas bien. Y ya es algo valiente apuntarse al torneo, no todos pueden hacerlo, yo, por ejemplo.

—Pero tú sí eres valiente —Adhara puso una mueca—. No pongas esa cara.

La chica se tumbó boca arriba en la cama, repiqueteando los dedos sobre su estómago. Antes de que el pobre Cedric pudiese tumbarse a su lado para descansar, la chica se levantó.

—Te ayudaré —Adhara se puso de pie y cogió un libro. Cedric había llegado a un acuerdo con sus compañeros de habitación y los habían dejado solos para que el castaño pudiese practicar.

—No hace fal... 

—Sí la hace. —Adhara se sentó en un escritorio, balanceando los pies y con la mirada en el libro—Hmm... vale... realiza un hechizo que te permita mover las cosas en el aire con más facilidad. 

Cedric no tuvo ni que pensárselo y apuntó a una almohada— ¡Winguardium Leviosa! —exitosamente, la almohada se levantó en el aire. Cedric la movió hasta lanzársela a Adhara a la cara.

—Serás idiota... en fin... —pasó unas cuantas páginas— ¿Hechizo de protección?

—Protego.

—¿Y para dementores?

—Espectro patronum.

Estuvieron así durante dos largas horas, practicando hechizos, situaciones, enfrentamientos... — ¿Qué me dices de algún hechizo que te acerca las cosas o personas a las manos?

—Accio.

—¡Perfecto! Lo vas a hacer genial, Ced... —habló con voz suave.

—Ya... ¡Accio Adhara! —Adhara salió disparada hacia él, chillando de la impresión en el proceso. Cedric la sujetó por la cintura en cuanto llegó a él y la dejó suspendida en el aire, a unos centímetros del suelo.

—Suéltameeee—intentó zafarse del agarre pero no sirvió para nada. Cedric la dejó en el suelo tan solo uno segundos para poder agarrarla por los muslos y colgársela en el hombro—¡CEDRIC!

—Llevas semanas sin cenar como es debido, ¿crees que no me he dado cuenta?

Adhara se sonrojó y cerró la boca. Era cierto, cuando se sentía nerviosa era incapaz de comer con normalidad o seguridad, simplemente se obsesionaba tanto que le daban náuseas y culpabilidad.

La gente los miraba raro por el pasillo. No era normal ver a un alumno cargando a otra alumna en el hombro como su fuese un saco. Quizás hasta otros miraban demasiado, y con demasiado me refiero a aprovechar y observar el final de la falda de Adhara con más detenimiento del necesario.